Capítulo:16

317 53 4
                                    


El invierno se fue y con esto las vacaciones del rubio quien iniciaba el día dirigiéndose al periódico donde era empleado.

La relación que tenía con el pelinegro transcurría bien, Yifan solía llamar al menor por las noches hasta que uno de los dos no pudiera mantenerse despierto, pero en lo personal prefería mensajearse con él porque disfrutaba releer los mensajes que recibía del azabache.

El concurso del que era participe estaba a casi nada de finalizar y se encontraba entre los favoritos por lo que se exigía más, al igual que sus compañeros. Yifan daba todo de él, prometió darle a su pareja una cita digna y eso haría en cuanto le entregaran el premio.

Cada tarde se dirigía a la pizzería donde era empleado su pequeño novio, solían caminar tomados de la mano y detenerse en cualquier puesto a comprar cualquier golosina que se les antojara.

Sólo habían tenido una pelea y fue por causa del rubio quien tomo de modo un tanto posesivo al más joven en una de sus citas, y es que un hombre no le quitaba la vista de encima a su pareja, a Yifan le molestaron las miradas que este le dedicaba a Tao por lo que se acercó al hombre para dejarle muy en claro que el joven tenía pareja y se trataba de él mismo. Después de intercambiar palabras con el sujeto se dirigió hasta donde se encontraba el azabache para tomarlo del brazo y sujetar su mejilla estampando sus labios con los de él, para después dirigirle una mirada victoriosa al tipo anterior mientras articulaba con sus labios "Es mío"

Eso molestó al pelinegro pues no se trataba de un objeto para reclamarlo como suyo, después de discutir un momento fue el alto quien le cedió la razón al menor y terminaron como lo hacían estos últimos días, en la cama del rubio dándose mimos.

Tao se acostumbró a los apodos que utilizaba Yifan para referirse a él, a pesar de que este también pedía que lo llamara de la misma forma el pelinegro sentía mucha pena por lo que seguía llamándolo por su nombre.

Un viernes mientras caminaban a la casa del azabache atravesaron el parque para tomar un atajo, cerca de la salida de este se encontraba un hombre con una pequeña niña sentada en cuclillas observando hacia el interior de una caja.

La pequeña conecto mirada con la pareja provocando que esta se acercara.

—¿Señor quiere adoptar un perrito? —La menor, aunque los ofrecía parecía demasiado triste al preguntar.

—Señor te están hablando, ¿quieres un perrito? — El rubio codeo a su modelo quien le miro incómodo.

—Lo siento princesa, pero donde yo vivo no se permiten las mascotas.

La niña solo suspiro mientras mostraba un hermoso puchero, dirigió su vista a su padre quien le toco la cabeza mostrándole una sonrisa consoladora.

—Vamos bebé, es solo un cachorrito, nadie se dará cuenta.

El pelinegro abrió sus ojos de sobremanera al escuchar el apodo con el que lo había llamado Yifan, sintiéndose demasiado avergonzado.

La niña soltó una pequeña risita cubriéndose la boca viendo a la pareja.

—Te dijo bebé, pero ya estas grande— Yifan observó a la pequeña mientras murmuraba "es que es mi novio" provocando que la pequeña sonriera aún más.

Tao observaba la escena enfadado, Yifan solía decirle lo mismo a cada persona con quien intercambiaban palabra, ya todos estaba enterados de su relación en el trabajo, los clientes que frecuentaban el lugar sabían, los porteros de ambos edificios lo sabían e incluso Luhan lo sabía, Yifan aprovechó una vez que este llamó para saber de la salud del menor y aunque el fotógrafo no entendió cambio de tema drásticamente diciendo "Tao y yo somos novios"

Silencio se escuchó del otro lado de la línea para después invadir la habitación que innumerables comentarios por parte del amigo del repartidor.

No era necesario también hacérselo saber a una pequeña que solo le interesaba que adoptara a sus perritos.

Al adentrarse en el apartamento del azabache Yifan se dirigió a la cocina llenando de agua un pequeño traste depositándolo en el suelo.

—¿Cómo le llamaras a tu cachorro mi amor?

—Agh!. No puedo creer que te haya hecho caso.

—Velo de otro modo pequeño, les estamos dando un hogar a estos pobres perritos, la niña ya tenía a la mamá, no podía mantener a tanto animalito.

—¿Cómo le aré para ocultarlo del portero?

—Alguna forma encontrarás, por ahora Candy y yo nos vamos a casa — Dicho esto, el alto se acercó a su pareja depositando un pico para luego revolverle el cabello —Te quiero mucho bebé, nos vemos mañana.

Tao sonrió mientras el rubio se despedía y al cerrar la puerta colocó ambas manos en la cintura mientras observaba al pequeño cachorro beber agua. "¿Cómo te pondré? "




💙



—¿Entonces, Yifan aún no sabe?

—No estoy listo para decirle todavía.

—Vaya, el chico sí que está enamorado, ¿cómo es que no se percata de tu estado físico? Hasta yo que estoy a través de la pantalla puedo notar tus ojeras y cara casi cadavérica —Luhan cansado de esperar por noticias de su amigo pensó en llamarlo, pero si lo hacía sería más fácil para el azabache mentir tal y como sintió la última vez que lo contacto por lo que esta vez optó por hacer una video llamada.

—No exageres, no estoy tan demacrado — El menor llevo sus manos hasta su rostro tocando sus mejillas —Es solo por el tratamiento, ¿qué esperabas, que no tuviera secuelas?

—Tienes razón, supongo que FengAh está haciendo un buen trabajo después de todo.

El azabache guardo silencio, Luhan no estaba enterado de nada.

Golpes se escucharon en la puerta del apartamento seguido de unos agudos ladridos.

Tao giro la cabeza hacia la pantalla de su móvil dispuesto a finalizar la video llamada.

—Es Yifan.

 —Pero a él lo ves diario — Se mostraba Luhan del otro lado de la pantalla haciendo un pequeño berrinche.

—Casi no, ya regresó a su empleo. Tenemos que pasear a nuestros hijos.

—¿Qué hijos?

—Luego te cuento Lu, adiós.

—¡Hey... los amigos están primero que el novio!

Sin dar respuesta alguna, dio por terminada la conversación para dirigirse a abrirle la puerta a su pareja quien lo esperaba con un animado cachorrillo y una correa rosa acompañado de un collar del mismo color como obsequio.

—Le traje un regalo a mi hija.

Shèyǐng  [TaoRis/KrisTao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora