CAPÍTULO DOCE: Intentando cortar el amor. Morir día a día.

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CAPÍTULO DOCE: Intentando cortar el amor. Morir día a día.

Oscuridad.

Quizás no habría mejor palabra que describiera tan bien la situación de Seth en todo aquel tiempo desde que se enteró de la verdad, a pesar de que los de la manada prefirieron que el joven lobo estudiara en casa, las cosas se volvieron más complicadas cuando Seth simplemente ignoraba todo a su alrededor y se quedaba pensativo mirando hacia la ventana, abrazándose las piernas, colocando su mentón en medio de sus rodillas juntas. Ahora no poseía cabellera que le llegara casi a la mitad de la espalda o que lograra cubrirle en ese momento el rostro. Se sentía tan expuesto sin ese cabello de por medio, casi desnudo y eso le molestaba de cierta forma.

Una de sus manos fue hasta su cabello corto, pasando sus dedos por en medio de éstos y a no más de tres dedos de altura, se terminaba todo, no había más cabello, en su brazo ahora poseía un tatuaje que le había parte de la manada, odiaba eso, no quería ser parte de nada, solo quería normalidad, y sobretodo quería dejar de sentir lo que sentía por Emmett.

Emmett.

Entonces su pecho comenzó a dolerle mientras aún jugaba con su corto cabello y recordaba tan vívidamente una y otra vez aquellas palabras en el bosque, le hacía tanto daño recordar, pero... al parecer el dolor era lo único que le decía que Emmett lo había engañado, y que no debería de creer nunca más en vampiros, en Emmett.

"En la reserva el cabello largo en los hombres es normal, es lo que nos conecta con nuestras raíces, con nuestros antepasados. Papá me decía, cuando era más pequeño, que llegaría el momento en el cual debía de cortarlo y mantenerlo así, me repite siempre que puede o llega el tema de mi cabello, que será un suceso extraordinario para mí y para la familia. Hasta ahora me ha traído algunos problemas el llevar el cabello largo, pero no puedo renegar de mi herencia, me gusta tener el cabello así sin importar los problemas."

"A mí me gusta así de largo, te da bien, pero también me gustaría verte con el cabello corto, debe ser muy importante para ti."

La primera vez que recordó aquello, solo sacó unas tijeras de uno de los cajones de su escritorio y se dirigió al baño, encerrándose, a pesar de los insistentes toques de puerta y llamadas, Seth sólo miraba su reflejo sin alguna expresión en particular, hasta que una lágrima silenciosa cayó por su mejilla, cogió entre sus dedos un mechón de cabello y llevó las filosas tijeras hasta este. Ese recuerdo de Emmett tocando su cabello, diciéndole cuanto le gustaba, cada vez que ese hombre le tocaba el cabello y sonreía mostrándole unos hoyuelos encantadores; las tijeras se cerraron y con ello cortaron ese primer mechón de cabello, queriendo con eso alejar de Emmett, querer sentir que nunca lo amo, que nunca le mintió y sobretodo que nunca lo conoció. Cada cerrada de las tijeras, cortaba un poco de la vida de Seth. Aquel cabello se iba con tanta facilidad mientras los ojos de Seth se reflejaban en aquel espejo, derramando amargas lágrimas, doliéndole el pecho como nunca antes, se arriesgaría a decir que es más dolor que cuando su padre murió.

Un mechón tras otro mechón de cabello caía en el suelo de madera del baño, todo ese tiempo de cariño a ese cabello, por mantenerlo bien, se iban, hasta que quedó solo uno, y Seth lo sujetó entre sus dedos admirándolo, estando en su propio mundo, mientras afuera, su mamá golpeaba la puerta desesperada porque el joven hiciera algo contra sí mismo.

"Siempre creí que el amor es en todos los casos correspondido, y que después de eso solo viene una vida feliz. Me equivoque. El amor no siempre es correspondido, y cuando no lo es, destruye parte de tu corazón parte de tu alma. A mí me destruyo todo. Todo lo que soy, y todo lo que aún poseía. Ahora no tengo nada."

No se llamaría Amor sino Doliera 2 [EmmSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora