Capítulo 9

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Capítulo 9

Su belleza no me encandila

Capítulo dedicado a Solange Tortorella

Me sorprendo al ver a Sebas tumbado boca abajo en una camilla de masaje, esos perfectos glúteos son inconfundibles, hasta recuerdo la primera vez que lo vi con sunga, fue en Brasil, cuando yo estaba de vacaciones, él es un hombre guapo, deber ser por eso que me llamo tanto la atención aquella tarde, hasta creí, que era un brasileño, y preparé mi mejor portugués en aquella ocasión, sin saber que hablaba todos los típicos modismos chilenos.

Me sonrojo al ver a Sebas levantarse de la camilla, y quedar parado frente a mí, tal cual Dios lo trajo al mundo, hace que mi lívido suba al saber que estamos en un lugar prohibido, pero, la magia se pierde, al acercarse a la percha para tomar una bata y cubrirse, justo a tiempo cuando la puerta se abre y la masajista entra con una toalla blanca en sus manos, me doy vuelta y alcanzo a ver la mueca que hace, le muestra la toalla, y Sebas asiente.

— Lo siento señorita, pero usted no puede estar aquí — Se pone nerviosa, queriendo disculparse con Sebas.

— No te preocupes, ella es mi novia, no hay problema — Sebas dice como si nada, en realidad, desde que lo conozco, he sabido que no siente pudor, recuerdo cuando quería llevarme a una playa nudista, y rechace la oferta con un mal chiste, diciendo que era pésima para hacer nudos.

— ¿Y que paso aquí? — Miro a Sebas, y luego a la chica, para que me dé una explicación de porqué mi novio estaba con el culo al aire.

— No quedaban toallas y ella fue por una para cubrirme — Miro a Sebas por el rabillo del ojo, quiero demostrarle que no soy una estúpida, que estoy segura que la masajista estaba feliz teniéndolo con los glúteos expuestos.

— Ah —Es lo único que digo, para luego continuar — Yo vine con Tati, pero desapareció, me quedé dormida en la camilla.

— Es imposible no relajarse con esas manos mágicas — Un destello de celos se cuela por mi interior, y marco mi territorio acercándome a él, depósito un casto beso en sus labios, él se da cuenta de mi estado, tomándome de la cintura, e intensificando el beso, los celos pasan a segundo plano, para convertirse en vergüenza, ante la situación tan caliente.

— Bien amor... iré en busca de Tati...

—Diculpe señorita, su amiga debe estar en el salón de belleza — interviene la chica, que ha estado pendiente de todo lo que sucede en el cuarto.

— Gracias, y ¿Dónde queda eso? Me acerco a la puerta, la masajista abre por mí, nos quedamos en el pasillo, donde me da indicaciones, me devuelvo donde esta Sebas, que ya está recostado en la camilla, definitivamente, es un exhibicionista, le quito la toalla de las manos a la chica, me acerco rápidamente y lo tapo para que deje de dar tan espectacular demostración de la perfección — Amor ¿te parece si vamos a bailar esta noche? — Aprovecho su buen humor, para que me diga que si, es bueno que empecemos a distraernos juntos, o me consumire en mi hidilio por WhatsApp.

— Lo siento... de verdad lo siento, pero, debo reunirme con el inversionista del que te hable — Me quedo literalmente con la boca abierta, me gustaría saber si dice la verdad o miente, le sigo el juego, pues tengo un plan.
— ¡No te preocupes! ¿Te molesta si voy con Tati? — Empiezo a maquinar mi plan, y de paso, salgo a divertirme.

— No, para nada, ¡diviértete!

— ¡Tan lindo! Por cierto... ¿Cómo te fue anoche? — Observo su expresión, llega a estar tan nervioso, que me responde con una pregunta absurda.

Búscame entre las oportunidades que perdisteWhere stories live. Discover now