No nos lo esperábamos,
Jamás lo veríamos venir.
El mundo que creamos se partió, se destrozó.
Sólo quedaron cenizas de lo que alguna vez fue un incendio.
Fuimos Yin y Yang,
Fuimos Miles y Alaska,
Y hoy somos extraños.
Fuimos los únicos testigos de la destrucción, los culpables y la sentencia.
Fue hermoso porque incluso el cielo lloró por nosotros.
Fue triste porque nos despedimos en la misma parada en la que nos conocimos.
Y fue todo, y ya no es nada.
Estoy muy feliz de haberte conocido,
De que hayas sido el héroe de la novela
Y de que te hayas salvado.