Camuflaje •[TERMINADA]•

#7: Que más engaña saber.

Me desperté y aun seguíamos en la misma posición, yo estaba apoyada en su pecho, Gustavo me abrazaba como si fuera la última vez que lo haría y me observaba.

Había estado mirándome mientras dormía.

— Buen día — dije mientras me acomodaba para poder mirarlo.

— Hola — Él no dejaba de mirarme con una sonrisa en su rostro.

— ¿Que tengo? — Le devolví la sonrisa.

— Sos hermosa cuando dormís.

— Estás romántico y repleto de clichés — solté una carcajada.

— ¿Que te dije ayer? — bufó molesto.

— Que no use tus frases peeeeero me gusta molestarte.

— ¿Tenés algo con camuflaje vos?

— ¿Por qué?

— Ayer y hoy usaste dos frases de esa canción.

— Casualidad. — levanté los hombros.

**

Volví a mi departamento y me puse a hacer unos trabajos para la facu, lo cual no duró mucho tiempo porque tocaron exageradamente la puerta.

—Voy. — dije mientras me paraba.

— ¡Abrí boluda! — gritaba Tatiana del otro lado.

— ¿Se puede saber que te pasa? Casi me rompes la puerta — reproché al hacerla pasar.

— ¿Donde dormiste anoche?

— ¿Qué?

— Decime qué no dormiste con Gustavo. — dijo exaltada.

— ¡No! O si pero no así.

— Por suerte, tenés que alejarte de él.

— Ayer prácticamente me querías entregar y ¿ahora decís esto? — cada vez entendía menos.

— Porque ayer no sabía esto. — De su mochila sacó tres revistas de espectáculos y las dejó sobre la mesa, las tres tenían una foto muy reciente de Gustavo y Deborah en la tapa y titulaban cosas como "¿Volvieron?" "Siempre es hoy para el cantante, volvió con la modelo" "¿Que pensará Charly Alberti?"

Al leer todo se me formó un nudo en la garganta.

Nos sentamos en el sillón.

— ¿Te dijo algo de esto ayer? — preguntó más tranquila.

Negué con la cabeza.

— No puede ser... Tiene que haber una explicación.

— Es un pelotudo.

— Tatiana pero las cosas no pueden cambiar así de un día para el otro.

— Si pueden Rocío, a ver decime vos, ¿te preguntó si querías ser su novia? Su "relación" — hizo comillas con sus dedos — no tenía rótulos.

Estaba por contestar pero no pude, Tatiana tenía razón. Gustavo y yo no éramos nada y él me había dado a entender que estaba muy enamorado de Déborah​, si ella lo buscó de nuevo, el perdidamente volvió con ella.

Me quedé en silencio un rato y una lágrima traviesa rodó por mi mejilla.

Tatiana me abrazó.

— Boluda yo te juro que si hubiera sabido esto antes ayer no te insistía para ir. Yo también me siento culpable.

— Esta bien Tati, yo soy la que me hice la película con él... ¿Cómo viste las revistas?

— Salió en todos los programas de la televisión, vos porque no sos de ver mucha tele.