Capítulo 3

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Amélie

         "Esperó y no llegué a tus manos mi ángel de la música.

Ah pasado ya 10 meses desde que huí de París con mi ahora esposo, mi querido esposo Raoul que ahora vive en calma pero yo no, soy una estúpida al dejarte ir mi querido Fantasma de la Ópera, me eh imaginado como hubiera sido la vida junto a ti... Junto a tu lado, escuchando tu música y voz perfecta, pero como dijiste una vez que ya no hay punto sin retornó, tomé mi decisión de estar a lado en vida y muerte con el Vizconde de Chagny, espero y algún día encuentres aquella persona que te ame de verdad, sin temor al que dirán tu serás feliz maestro, tu secreto es bien guardado por todos, tu leyenda seguirá siendo un misterio.

Por siempre, Christine".

Aquellas palabras puestas en papel con tristeza, me hicieron pensar que Christine seguía amando al Fantasma a pesar que estuvo casada con Raoul pero es raro, Christine sabía el nombre de él pero... No Amélie eso es una tontería que el fantasma es Erik, nadie puede viajar a un tiempo a otro, es absurdo.

Cerré con llave el baúl de mi tatarabuela para salir del ático un poco sucia para ser según mi tío una dama, pero ese concepto no es y no será lo mío; un estilo más libre aunque la sociedad no acepte a talentos como yo, no importa.

Al salir de ahí caminé para el piano que se encontraba en la sala, sentandomé en el banquillo que había tome mis partituras para continuar con mi obra.

— Te falta una máscara y vería al mismito Erik haciendo "Don Juan Triunfante" – Comentó con una sonrisa mi tío mientras yo negaba lentamente mi cabeza –. Bueno yo digo.

— Tu dices eso pero no sabemos si es verdad el fantasma.

— Es real Amélie, solamente que muy pocos le vieron, al igual que su rostro.

— Si yo lo hubiera visto no me hubiera espantado.

— Te creo hija, y dime ¿qué opinas del nuevo chico?.

— Pues que quieres que opine, solo es un chico que tiene talentos desarrollados, pero te diste cuenta que no tiene ningún parecido con su padre.

— Que tal si es tu caso.

— No creo, su madre murió por lo que veo, todavía está esa teoría.

— Bueno también, pero quiero que te lleves bien con él.

— Trataré, no prometo nada.

— Bien, pero no notas nada especial en Erik.

— No, tío ya deja insistir con eso.

— Es que mañana iremos a su hogar, así que comportarte.

— Intentaré, entonces me debo ir mañana otra vez con vestido.

— Si y bien arreglada, por favor eso te pido​.

— Bueno, algo sencillo te parece, no quiero parecer muy presumida.

— Ya hija, mejor termina y te vas a descansar te parece.

— Claro tío.

The Silent NightWhere stories live. Discover now