Acto uno: Tragedia

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-Adelante...

-¿Me ha llamado Noveno? ¿A pasado algo?-Pregunto el Hitman que entraba a la oficina de su jefe y amigo.

-Eso me temo, nuestro querido Tsunayoshi a tenido un grave accidente, aunque no se conocen los responsables de este, ya estan en su busqueda-Explico con tranquilidad aquel jefe mirando a un punto de la habitación.

Si bien el Hitman estaba sorprendido por la noticia no mostró ninguna expresión que le delatara. No hacía mucho fue a supervisar que el embarazo de Tsuna se llevara correctamente y ahora, hace pocas horas que regresaba de Japón para reportar al Nono como se hayaba su pupilo y protegido, el Noveno le decía todo lo contrario a como le había dejado. Esto no era nada inusual en este tipo de casos, sin embargo Tsuna ya había dejado el puesto hace un tiempo, así que era raro que le ocurriera un atercado de esa manera. Algo no andaba bien, quizas haya sido una familia enemiga, pero no seria el caso ya que Vongola era la lider de casi todas, y que decir de la familia del bombon andante, ya había dejado de ser enemiga para convertirse en aliada gracias a Tsuna. Siguió sacando sus propias conclusiones más la voz del Noveno le distrajo.

-Quiero que te unas a la busqueda,  encontrar a los autores de esta atrocidad-Mencionó descorsentando al Hitman, más este no se opuso. Si alguien le habia hecho daño a Tsuna lo pagarian con su propia vida-Verde a estado investigando algunos rastros de llamas de la ultima voluntad en la escena-Informó-Él tiene tu primera pista, confío en ti Reborn. Juro que no saldran ilesos por haberle hecho daño a mi pequeño atún.

-Así sera Nono-Concluyo el Hitman tomando la misión como lo mas importante que había hecho en toda su vida. Aunque el lo haría por sus propios medios.

En Japón las cosas no eran tan distintas, Tsuna después de despertar por segunda vez, no había parado de lamentar las perdidas que había sufrido. Aún no entendía cual era la urgencia de tenerlo a él como jefe. El ya había rechazado el puesto cuando se junto con Hugo, queria ser egoista por primera vez y esta era la consecuencia. Maldecia una y otra vez a aquellos que había llamado amigos y compañeros, aquellos que no toleraron la idea de que se juntara con Hugo, aquellos que trataron de separarlos. Aquellos asesinos, siempre creyo que harian cualquier cosa para conseguir sus objetivos, pero no con él. Resultaba ser algo irónico, pero debió haberlo previsto, se confío, confío en ellos, en la promesa que le habían hecho. Grave error.

El doctor encargado iba y venía de vez en cuando, checando su avance y una que otra herida. Mientras que su vista solo se dirigia a la pequeña ventana de aquella habitación. Nuevas lagrimas se formaban cada cierto tiempo en sus ojos volviendo a remarcar los rastros de antiguas lagrimas. Se preguntaba una y otra vez, qué  fue lo que hizo mal. Apoyo a todos los que le rodearon, nunca les oculto nada, pero cuando llego Hugo. Todo cambio. Sus amigos ya no me hablaban de la misma manera, su madre y padre lo ignoraban. Los unicos que apoyaron sus decisiones en aquel entonces solo fueron su Tutor y el Noveno. No más.

Varios días pasaron sin demora, y el doctor le dio una "buena" noticia. Le darían de alta muy pronto por lo mucho tres días más. Tsuna solo asintió en respuesta. El día no fue relevante o a lo menos no hasta que una enfermera hizo pasar a ciertas visitas que hicieron que su mente perdiera la poca cordura que le quedaba. Allí en el marco de la puerta estaban aquellos autores de su tragedia, sus rostros se veían felices y en sus manos descansaban varios regalos que apostaba eran para él. Tan solo el mirarlos le hacia recordar su accidente, el grito de su amado y el fatidico dolor que sintio al perder a su bebé.

-Tsuna...Lamentamos tu perdida, no somos quienes para venir a verte. Pero estamos preocupados por ti...-Mencionó su ex guardian de la lluvia afligido al ver a Tsuna en tan deplorable estado.

-Boss...Lo siento si no vine antes...le aseguro todo estara bien...-Mencionó su ex guardiana de la niebla, Nagi, mientras se iba acercando para abrazar al ya mencionado.

Tsuna no supo como reaccionar a aquellas respuestas, pero de algo si estaba seguro. No queria que ellos le tocaran, no queria verlos, Jamas, ni en una pintura. Al sentir la mano de Nagi tocar su hombro dispuesta a abrazarlo, la aparto con brusquedad mientras sus ojos irradiaban odio y dolor, ante la atenta mirada de sus ex guardianes.

-¡Alejate!-Esa era su primera palabra despues de días, y no era para menos-¡No me toques!¡Te Odio!¡Los odio a todos!-Comenzo a gritar abrazandose a si mismo, dejando conmosionados a los presentes-¡Me vengare!¡Juro que lo hare!¡Lo juro por mi vida!-Tsuna tomo con fuerza su cabello repitiendo una y otra vez cada palabra dicha. No paso mucho tiempo en el que doctores acompañados de enfermeros le sometieron sedandole para que no pueda hacerce más daño a si mismo, induciendole a un nuevo sueño. Mientras su vista llena de odio no se despegaba de sus visitantes. Lo pagarían, asi fuese lo ultimo que hiciera.

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Caminaba con cautela por los pasillos de una mancion abandonada, mientras mantenia a su mascota convetida en un arma. Segun los datos obtenidos con anterioridad verde estaba allí, pero ya casi había revisado todo y no había rastros del científico. Suspiro de nueva cuenta abriendo la ultima puerta de la habitación que le faltaba revisar. Al abrirla no pudo creer lo que veía. Era una escena digna de un asesino serial.

Las paredes estaban bañadas en sangre, la habitación estaba hecha un desastre, el cuerpo de aquel científico yacía en el suelo, dando los toques finales a tan fatídica escena. Su cuerpo por instinto se puso en alerta mientras pasaba con lentitud a la habitación. El olor metálico tan característico de la sangre perforaba sus fosas nasales. Varios documentos descansaban en el pequeño escritorio de aquella habitación, más estos estaban casi ilegibles. Su primera pista habia sido asesinada con brutalidad, sorprendiendolo de gran manera, y es que estabamos hablando de Verde el científico loco que les hizo luchar en su juventud. Aquel que se burlo de los guardianes y del bombon andante. No queria creerlo, pero su vista no le engañaba. Ahora solo en su cabeza rondaba la pregunta, de quién o quiénes eran los autores de tal masacre.

León volvio a su forma original, para después volverse un teléfono celular. Tenía que notificar al Nono de inmediato, su vista se enfoco en el cuerpo del ahora muerto científico, notando en una herida de este un pequeño destello, se acerco un poco más incandose en el proceso, con su mano izquierda tomo un pañuelo blanco que tenía guardado en la bolsa de su traje y con sumo cuidado, tomo una pequeña parte de la bata antes balnca dejandole ver mejor la herida. Ahora sabía lo que tenía que buscar en primer lugar.

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-Lo siento...Lo siento mucho-Decía una y otra vez Nagi, mientras Mukuro trataba de consolarla. Los demas ex guardianes no estaban en mejores condiciones.

Todo había salido como estaba planeado, pero una cosa fue decirlo y otra llevarlo a cabo. No tenían elección después de todo. Intentaron que su destino fuese diferente, si tan solo Tsuna les hubiera escuchado, nada de esto hubiese pasado. Pero ahora ya nada podían hacer, le habian traicionado. Solo para salvarle y sabían que tarde o temprano también les tocaría a ellos. Y estaban más que dispuestos a recibir el castigo de sus actos.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2017 ⏰

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