Mezclando 3 sabores

9 0 0
                                    


Arturo observo detenidamente a Efrén el cual no responde correctamente a nada, esta bastante aturdido al intentar recordarlo, así que Arturo opta por sacarlo de ahí para que respire aire fresco, dejando tras de si al pequeño Arturo de tinta esperando en su libro.

Estando en la sala del apartamento Efrén recordó algunas cosas, algunas muy importantes pero que no se atreve a mencionar por que realmente no sabe quien es Arturo, si un amigo o un enemigo. Claramente no te acuestas con tus enemigos. Pensó y volvió a ver a Arturo antes de que ambos salieran por la puerta, la ropa de Efrén parece de otra era, es bastante distinta a lo que se ve actualmente, Arturo viste camina gris claro, chaqueta de yins sin mangas (parece que le hubiesen arrancado las mangas) y unos pantalones cortos, parece que quiere sentir el sol la brisa sobre su cuerpo mientras que Efrén, tiene algo parecido a un uniforme escolar con un aire a mas de 2 siglos de antigüedad. Se podría decir que parece que estoy disfrazado. Pensó Efrén al comprarse con Arturo en vestimenta. Se ve muy lindo. A los ojos de Arturo que parece mas que un amigo o un enemigo, un guardián, Efrén se siente seguro a su lado, por mas extraño que suene parecen hechos el uno para el otro pero Efrén esta inseguro de que sea 100% así, ya que no tiene ni idea de como se conocen o siquiera se conocen ya que Arturo no sabia ni quien era cuando se presentaron, se cuestiona las intenciones de Arturo.

— Se que tienes dudas... te traje a aquí ya que... adentro en mi departamento, me espían para que no te sientas incomodo te traje a aqui...— dice Arturo con un tono de voz cansado, como si le pesara decir todo lo que tiene que decir, toma de la mano a su invitado y lo lleva al interior de una heladería.

Efrén se siente familiar con el local como si no fuera la primera vez que se mete a este lugar, sensaciones que al ver una helado le hacen sonreír como un niño. Un helado de 3 sabores, el cual él con la cucharilla mezcla en un solo sabor uniforme, Arturo lo observa con curiosidad y se siente contento, ya que de hecho el sabor del mantecado, fresa y chocolate mezclado sabe bien, toman asiento y con una voz  clara y baja le dice lo que sabe, de momento  —digamos que... te encontramos, estabas... inconsciente cuando te halló la policía, parecías simplemente dormido, en el suelo, no había nadie... solo tu, no reaccionaste hasta que, un chico te toco y empezaste a corre de un lado a otro en la oscuridad gritando palabras... parecías decir encantamientos pero... luego... nada, colapsaste, soy detective, mi trabajo es averiguar quien eres sobre cualquier otra cosa, no tengo registro de sangre, ni dental, nada de ti, es como si no existieras... como si fueras algo que el mundo puso allí por que si, en vista de que nadie logro saber nada de ti, me dejaron tu tutela a mi cargo... por cierto no pareces... muy mayor, ¿tienes alguna idea de tu edad?— Arturo es muy considerado pero el no saber si era mayor de edad le preocupa ya que aparte de dormir con un desconocido podía ser menor e ilegal y quitarle entonces su custodia.

Efrén se quedo mirando su helado, el cual se esta derritiendo en un color como marrón amarillo claro, se quedo pensando. ¿que puedo decir? no se mas que el sobre mi, ¿que se supone que haga... o debería hacer?. mientras se pregunta su propósito, su cuerpo se encoge, se siente pequeño y muy triste, como si su vida no tuviera un sentido, Arturo nota que esta triste y posa su mano sobre su mejilla para sonreír y animarle un poco, Efrén responde bien y se siente mejor terminando su helado liquido mezclado.

—Lamento no tener las respuestas— dice Efrén desanimado ya que se siente muy inútil —yo solo... veo mi nombre en letras... y algunos recuerdos vagos... ¿este lugar cuando se hizo?— Efren quería saber por que se siente tan familia esto.

Arturo comprende al jovencito y le explica un poco de historia, la heladería tiene unos 70 años sin cambios. creada por extranjeros en esta tierra hace unos 130 años atrás, los cuales tenían la idea de llevar helados y hacer que la gente los disfrutara, tal vez Efrén tenga alguna conexión con esta heladería, luego lleva a Efrén de paseo, y a pesar de no tener mas sensaciones familiares ya se siente mas aliviado.

Es hora de volver y Arturo al ver el nuevo anochecer caer sobre el horizonte una sensación de malestar le llena el cuerpo, empezó a sentir un fuerte latido en su cuerpo, su marca negra empezó a extenderse nuevamente ocasionando un dolor intenso, su cuerpo se prenso y su cara se quedo mirando al cielo en una mirada perdida en dolor agudo, sus dientes se aprietan al punto de lastimarse a si mismo, un poco de sangre sale de su nariz, todo su cuerpo esta tenso, sus venas de marcan y sobresalen su piel clara, Efrén nota que esta mal y al verlo sangrar no duda en intentar calmar su dolor, y hacer que reaccione.

—¡ARTURO! vamos responde... ¡mírame!— simplemente esta aterrado, espera viéndolo a los ojos. Él responde al verlo y cae totalmente agotado, la marca se quedo estática en donde estaba antes y Efrén pudo llevarlo con dificultad a casa antes de que alguien mas pudiera herirlo mientras esta débil.

Como pudo lo metió a la casa donde cerro la puerta. Por todo el cuerpo de Efrén sintió el paso de un escalofrió como si aun estuvieran en peligro ambos pero en realidad ya estaban a salvo, Arturo se empieza a mover a espaldas de Efrén y lo abraza con fuerza empezando a tocar el cuerpo de el buscando su calor, El joven Efrén se sonroja sintiendo sus manos sobre su ropa y empezando a pasar por debajo de la misma —o-oye... no haga eso... espera a que te... de permiso... ya espera no toques esa zona... es... ah~— Arturo no se detuvo, lo llevo a la cama nuevamente y Efrén esta vez esta un poco mas consciente de que va a pasar y deja que el toque un poco su cuerpo aunque esta vez, realmente, no quiere hacerlo, aun siente que su cuerpo no se recupera de la noche pasada. 

Arturo tiene su mirada perdida, esta buscando desesperado que Efrén corresponda a lo que el necesita, el cuerpo de el arde por estar junto a su visita, no sabe por que no puede explicarse por que lo necesita con tanta urgencia, no quiere soltarlo, simplemente es un impulso.

—A-Arturo...— susurra asustado Efrén ya que le esta lastimando al apretar muy fuerte su mano contra la de él, entonces Arturo logra ver a Efrén frente a el y se detiene esperando que el acepte, de que le de permiso de continuar, se siente culpable por no poder detenerse, se acuesta sobre el para abrazarlo y besar todo lo que puede, consintiendo su cuerpo, antes de continuar asiéndolo nuevamente esta noche.

para el día siguiente Efrén se despierta al salir el sol y esta vez planea aprender mas del presente que le rodea, Arturo en la cama esta con una sonrisa suave, esta mejor, su marca esta mas pequeña hoy, parece estar feliz. Efrén no puede evitar sentirse feliz.

Siguiendo mis Pasos (Yaoi)Where stories live. Discover now