¡Sólo un beso, por favor!

Parte única.

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-Sasuko...

-Ya te dije que me dejes en paz...- dijo la azabache, algo aburrida de que ese rubio idiota la estuviera siguiendo por los pasillos de la academia.

-Pero Sasuko...

Ella puso los ojos en blanco, y se detuvo. ¿Hasta cuando Naruto iba a seguir con esto? Ya estaba harta. Se dio la vuelta con decisión, encarándole, y respondió -Qué.

Y así fue como en menos de dos segundos ya estaba acorralada contra la pared, sin oportunidad de salir.

¿¡Lo ven!? Ugh, por estas cosas era que no podía descuidarse ni un sólo segundo, es que este rubio no dejaba escapar ni siquiera una oportunidad para poder hacerle quizás qué cosas.

-Dame un beso.- pidió el rubio con una sonrisa juguetona en sus labios, en lo que iba acercándose más y más al rostro de la azabache, al punto en el que ambos podían sentir el aliento del otro.

Ella obviamente se apartó lo más que pudo, por que claro, no iba a dejar que un idotamensodobecaradepervertidoviolador le robara un beso, y aún más, sin su consentimiento. -Apártate.- Aunque claro, lamentablemente no pudo evitar que un sonrojo se le escapara. Sí, esa era la única falla en su plan de rechazo.

-Vamos, sabes que no quieres eso...- Por favor, ¿enserio le iba a dar una mentira tan mala como esa? Podía ver claramente ese bello rostro rojo como un tomate. -Además, es mi cumpleaños...

Para su mala suerte eso le hizo sonrojarse más. ¡Maldición, no podía evitarlo, ¿okay?! -Tsk.- Su vida era un verdadero asco. Apartó levemente al rubio ubicando sus manos en el pecho de este y empujándole, pero como tenía mucha más fuerza que ella no pudo hacer mucho. -¿Y a mí qué me importa?

Pero al final Naruto terminó dejándola libre. Aunque no se fue así sin más, claro que no, antes de irse le dijo a la azabache  -Me debes un beso, recuérdalo.

-Sí, como digas...- ella ya iba dándose la vuelta, dispuesta a ir a otro lugar lejos de ese rubio.

Cuando al fin estuvo lo suficientemente lejos y fuera del alcance del dobe, pudo soltar todo el aire contenido, para después dejar caer su espalda en la pared. Ese... ¡idiota! ¿¡Cómo se le ocurría pedirle un beso!? Es decir, ella ya sabía de antemano que era el cumpleaños de Naruto, e incluso... quiso comprarle algo, pero no había encontrado alguna cosa lo suficientemente buena así que al final había quedado en nada.

De hecho... ahora que lo pensaba, si le daba el beso que le pedía como regalo, se estaría ahorrando dinero y tiempo. ¡PERO NO! ¡No debía sucumbir a la tentación de probar esos labios! Ella era una mujer digna y decente, y ese estúpido lo único que quería era sexo. Así que no. No, no, no.

...

Suspiró, derrotada.

Tenía suerte de que nadie escuchara sus pensamientos.

A veces... se preguntaba si Naruto alguna vez en su vida había hablado enserio respecto a lo que sentía hacia ella. Con esas frases lindas y esos susurros al oído en las clases... Constantemente le pedía que acariciara sus cabellos rubios. al final no podía resistirse a hacerlo. Ese imbécil era todo un conquistador. Tal vez... si se tomara las cosas más enserio, le daría una oportunidad. Pero no era así. ¡Y ese era el puto problema! ¡Estaba... estresándose (por no decir sufriendo) por un tonto como él!

Agh.

Se jaló los cabellos con frustración, sintiéndolo necesario para liberar esto que sentía.

Maldición, ¿por qué estas cosas le pasaban a ella?

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