Capítulo 5.

1.2K 187 170
                                    

—Y... ¿Cómo estás? —preguntó el rellenito a través del móvil.

“¡Me aburro! Wey, de milagro hay internet por que mi abuela lo contrató para que mi papá se mantuviera en contacto con su trabajo”.

Fede soltó una sonora carcajada y un gruñido sonó del otro lado de la línea, el albino removió su móvil para continuar riendo.

“¡No te rías pendejo! Es demasiado aburrido, aparte te extraño”.

Fede paró de reír un momento y tomó su móvil entre sus manos, Eak había colgado, ¿acaso se habría enojado?.

Temeroso volvió a llamar al peliblanco esperando a que le responda, al cuarto tono volvió a responder.

“¡MIERDA DE SEÑAL, Y NO TE BURLES RENATA!”.

—¿Q-Qué? —preguntó Fede con inseguridad, al instante unas enormes ganas de vomitar entraron provocando un malestar—. ¿Q-Quién es R-Renata?

Una gran carcajada sonó por parte de Eak, provocando un Fede enojado: —¿Celosito, mi amor?.

—Ugh, cállate imbécil y responde.

Esta bien, tranquilo, Renata es mi prima, ¡SALUDA PENDEJA!”.

Un "Que pedo, Feffencio" sonó de fondo, una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Fede, aquel malestar había desaparecido.

“Los mexicanos somos chingones, ¡A HUEVO PUTOS, MÉXICO ESTA DE PUTA MADRE!”

—Ni siquiera en tu país puedes dejar de estar de mal hablado —murmuró el albino con una gran sonrisa.

“Oye, oye, estoy en mi país, puedo hablar como se me de la puta gana”.

Las horas pasaron y esta pareja bautizada como "Fedak" por Abby prosiguieron hablando. Era extraña y maravillosa la conexión que tenían. Fede y Eak se enamoraron rápidamente y la verdad, ambos se querían demasiado a tal punto de no poder estar separados, se sabían complementar.

Pero, tanto amor los estaba cegando, y cuando por fin vean todos los errores que cometieron (y cometeran) será tarde para arrepentirse.

Cuando estás enamorado los minutos se sienten horas y estos dos jóvenes enamorados se sentían así, pero Eak tenía que irse.

“Bolillo, debo de irme, mi abuela hizo pozole y obvio que no me lo voy a perder, el pozole de mi abuela es único”.

¿Pozole?

“Gastronomía mexicana, algún día te invitaré uno”.

—Esperaré con ansias ese día —contestó Fede borrando su sonrisa, un silencio incómodo hubo entre ellos, no querían despedirse.

Ambos se extrañaban mutuamente y nadie lo podía negar, era un dolor profundo no tenerse el uno al otro.

“Hey Fede, te quiero”.

Cinco malditos días habían pasado desde que Fede deseaba escuchar eso, lo necesitaba realmente: —Yo también te quiero, Eak.

el malo del cuento  ✧  fede ❬fnafhs ; fhs❭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora