Capítulo 1

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Los personajes no me pertenecen, la historia sí.
Disfruten!

Fue aquella vez en la que finalmente se dio cuenta de que Hanji Zoe significaba más para él que una simple compañera.

Estaban en una expedición fuera de los muros, en alguno de los bosques de las afueras, acababan de concederle el permiso de capturar titanes luego de hallar el cuaderno de Ilse. Montado en su caballo, Levi miraba fijamente hacia al frente. Tratando de ignorar deliberadamente el parloteo que salía de la boca de la castaña

-... le daré de comer, probaré su resistencia al dolor y... Oi, Levi, ¿me estás escuchando?

-No

Hanji hizo un puchero, descontenta con su respuesta ¿Qué esperaba? Todos sabían lo sincero que era

-No es justo, ¡yo siempre escucho cuando me hablas!

-Ah, ¿eso hacías cuando perseguiste sola a aquel titán la vez pasada, a pesar de haberte dicho que te detuvieras?- dijo él, observando de soslayo el avergonzado rostro de la chica

-Esto...

Ocurrió tan rápido. En un momento Hanji cabalgaba sobre su fiel amigo y al otro se encontraba en el suelo, mientras su montura era aplastada por un titán de 8 metros y Levi, oh, poseedor de excelentes reflejos Levi, se alzaba por encima del ser y le rebanaba la nuca.

-¡¿Por qué hiciste eso?!- gritó horrorizada la científica, lejos de estar siquiera un poco perturbada por casi morir- ¡¡Hubiera sido un perfecto espécimen!!

-...

Levi envainó sus cuchillas y montó de nuevo su caballo sin ofrecerle su mano para levantarla y dispuesto a seguir el camino. Peeeeero, no podía ser tan fácil, ¿no? No.

Pronto gritos de su equipo de treinta soldados empezaron a sonar a toda voz ¿En qué segundo los titantes los habían rodeado? Joder, había siquiera dos docenas de ellos.

-¡Vayan a los árboles y ataquen desde allí!- ordenó, usando su equipo de maniobra tridimensional para ponerse a la altura del gigante que se hallaba más cercano a él y matarlo. Hizo lo mismo con el siguiente.

Y con el siguiente.

Y el siguiente.

Y el siguiente.

Hasta que...

-¡¡Ehh, por aquí!!

No no no no no, no podía ser posible; tal vez, si simulaba no oír...

-¡¡Ven aquí grandote, solo quiero hablar contigo!!

Mierda

Cambió de dirección, dirigiéndose directamente hacia aquellos estúpidos gritos que sin duda venían de la gafotas esa ¡¿Por qué era tan imprudente?!

-Capitan... Levi...- escuchó apenas, pero fue lo suficiente. Su cabeza giró y se topó con una escena que había presenciado incontables veces antes, y que aún lo golpeaba como si fuera la primera vez: uno de sus soldados, con la mitad inferior del cuerpo atrapada en la boca llena de dientes de un titán, su rostro pálido por la pérdida de sangre y contorsionado en una mueca de dolor. Era demasiado tarde para él, lo sabía, debería de haber seguido adelante y tratar de salvar a aquellos que aún podían sobrevivir. Empero, una parte de él, pequeñísima, que se supone debió quedar enterrada cuando vio (lo que quedaba de) los cadáveres de Furlan e Isabel en ese fatídico día, deseaba que por lo menos sus últimos momentos no fueran en las fauces de un titán.

Así que otra vez modificó su rumbo, apareció justo detrás del ser y con facilidad y destreza cortó la carne de su cuello.

Muerto.

Al tiempo en que el vapor salía del enorme cuerpo, se agachó al lado del rostro y jaló al soldado fuera de la jaula que formaban los dientes del titán.

-Capitan... Levi...- sonrió tembloroso, tratando de alzar su mano manchada de sangre. Levi la agarró, no importándole en lo absoluto la suciedad- ¿Puede... decirle a la líder... Hanji... que siento... no... haberle...ayudado?

Levi no servía para dar palabras de aliento, lo suyo era más la intimidación, por lo que asintió con la cabeza en un gesto que esperaba fuera de solemnidad y presenció los últimos segundos del soldado, la mano que sostenía perdió fuerza y finalmente quedó inerte

Sacudió el pesar que amenazaba su cuerpo y se levantó, no tenia tiempo para eso, no con una idiota que trataba a los titanes como si fueran perros. Grandes y feos perros.

La encontró pronto, en frente de un gigante de 6 metros que se agachaba despacio hacia ella con la mano estirada. Hanji se veía tan feliz y emocionada, que Levi juraba que le brillaban los ojos, con estrellitas y todo.

¿Alguien quería alguna otra prueba de su locura?

-Eso, ven aquí grandote. Solo quiero ser tu amiga, eso es.

Levi confirmó que los soldados a cargo de las cuerdas con estacas estaban en sus posiciones y cuando solo centímetros separaban a la castaña del titán, él dio la orden

-¡Ahora!

De esa forma, fue capturado el primer titán en la historia de la humanidad.

Fue aquella vez -Levihan (LevixHanji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora