Creo que ya lo entiendo,
que empiezo a entender algo.
Creo que comprendo mi locura,
que acepto mi locura.
Entiendo como te quiero:
porqué,
cuando
y como,
y también entiendo
que si hoy no y mañana tampoco,
esta vez no moriré,
no lloraré,
esta vez la vida seguirá
sin siquiera
pensarlo.
Creo
que por una vez
en toda la semana
entiendo que te quiero mucho,
que me gustaría conocer
hasta el último secreto
de tus labios,
que quiero estar contigo;
pero también entiendo
que eso no va a pasar,
entiendo que necesita mucho esfuerzo,
y a mi no me queda de eso,
ya no,
nunca mas;
y por eso
también entiendo,
que si no puedo besarte un amanecer,
o susurrarte lo mucho que me gustas,
no pasa nada
y la vida sigue
sin si quiera pensarlo,
sin si quiera una lágrima.
Creo que tambíen en entiendo
que a él ni le quise ayer,
ni lo hare mañana,
que su sonrisa
me pone los pies en la luna
y que me encanta su boca,
pero ni de lejos,
ni a la distancia
que hay hasta el soy y vuelta,
podría jamás
quererle
como te quiero a ti,
quererle por dentro,
y no solo por fuera.
