Capítulo cuatro.

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Un mes después. 

- Señor Evans, muchas gracias por acudir a la cita... 

Tristan asintió, para hacer ver al médico que atendía a su novio que no tenía nada que agradecer. Tomó asiento en una de las sillas, dispuesto a escuchar lo que tuvieran que decirle. Una parte de él esperaba buenas noticias, noticias de que Brad podría abrir los ojos en cualquier momento. Había pasado un mes desde el accidente pero Tristan no había perdido la esperanza en ningún momento. Todos los días se despertaba con la esperanza de que su novio estuviera bien. 

El muchacho sintió un toque en el brazo y giró el rostro. A su lado estaba Joe, mirándole con la misma preocupación que los demás. Todo eso estaba acabando con él, no dormir por las noches, comer poco, apenas salir del hospital.... Pero Tristan estaba decidido a no dejar solo a Brad en ningún minuto. Intentó sonreír a su amigo, aunque lo único que consiguió fue hacer una mueca para nada agradable. Resopló, y giró la silla hacía el médico sentado al otro lado de la mesa. 

- Señor Evans, estoy en mi deber de explicarle la situación... 

- ¿Va a volver a decirme que mi prometido se está muriendo? No hace falta, ya me lo han dicho. - Contestó el rubio, con ironía. 

La mano de Joe se apretó contra su brazo y Tristan tomó aire, disculpándose en un susurro. El médico negó con la cabeza, y revisó una vez más todos los papeles que había sobre la mesa. Tristan volvió a sentir ese apretón en el brazo, pero esa vez no hizo caso. No necesitaba el apoyo de Joe, solo necesitaba buenas noticias por una vez en más de treinta días. El médico se demoró un par de minutos más en hablar, minutos que fueron una tortura para el rubio. 

- El estado de Brad ha empeorado mucho en las dos últimas semanas. Sus pulmones no son capaces de seguir respirando y llegados a este punto, solo la respiración asistida a la que está conectado puede ayudarle. Su corazón está en riesgo, está trabajando el doble de lo que debería hacerlo y no sabemos cuanto más aguantará...  

El silencio cayó en la habitación. El doctor había dejado que su voz se perdiera conforme hablaba por que no eran para nada buenas noticias. La esperanza de Tristan se fue desvaneciendo conforme lo escuchaba hablar y fue reemplazada por el miedo a que un día el corazón de Brad dejara de funcionar, que se muriera estando allí. Había tantas cosas que Tristan quería hacer con Brad. Tantas noches en vela cuidando de otro bebé, quizás. O de Oliver, que todavía era demasiado pequeño como para entender la situación o lo que estaba pasando. 

Todo el mundo se quedó en silencio mientras un millón de pensamientos negativos cruzaban por la cabeza de Tristan. Negativos hacía si mismo, hacía la situación y hacía lo que estaba pasando con Brad. No podía ver que Brad seguía sufriendo de esa manera, no podía pensar si quiera en que podría perder parte de su corazón si Brad moría estando en coma. Tenía que haber algo que pudiera hacer, alguna manera de salvarlo. 

- ¿Cuanto tiempo aguantará así? - Preguntó Joe. 

La pregunta de su amigo lo pilló desprevenido, pero levantó la cabeza para mirarle. Joe parecía tan decidido a saber que estaba pasando. Tristan sintió que la esperanza volvía a él, aunque fuera solo un poco. Desvió la mirada hacía el médico, que volvía a revisar los papeles, como si estuviera buscando una respuesta a la pregunta que acababan de hacerle. Dejó caer los papeles al mismo tiempo que dejaba escapar un suspiro que asustó un poco más a Tristan y a Joe. 

- A los pacientes en coma que han recibido un golpe en la cabeza se les recomiendo estar en ese estado solo dos meses. Después de esos sesenta días, el organismo empieza a fallar, y mueren mucho más rápido. Los pulmones y el corazón de Brad aguantaran otros treinta días. Después de ese tiempo... Señor Evans... Deberá tomar una decisión.... 

- ¿Una decisión? - Joe volvió a preguntar, y Tristan lo agradeció. 

- En ese tiempo.... Tristan debe decidir si desconecta o no a Brad de la respiración asistida. En ese tiempo tiene que decidir si quiere... 

Tristan no escuchó sus siguientes palabras. Arrastró la silla hacía atrás y se levantó. Evitó los brazos de Joe, que trataban de cogerlo para poder pararlo. Pero Tristan no quería estar allí, y no quería escuchar al médico decir que su prometido se estaba muriendo, más rápido o más despacio, pero se estaba muriendo. Salió de la sala tan rápido como pudo, echando a correr por todo el pasillo. 

Evitó a todos los médicos que trataban de acercarse a él, de pararlo pero Tristan no quería parar, solo quería llegar a la habitación donde estaba Brad, y encerrarse allí durante tanto tiempo como pudiera, simplemente estar con él y rezar para que lo que el médico le hubiera dicho no fuera real. Su intención no era salir del hospital, pero empezaba a sentir que le faltaba el aire. Toda esa información había sido demasiada para él. En ningún momento se le pasó por la cabeza desconectar a Brad. Nunca. 

Consiguió llegar a la habitación unos minutos después y abrió la puerta sin esperar, sin nada. En el interior encontró a Connor y a James, sentados en dos sillas, muy cerca de la cama. Al ver la preocupación en el rostro de Tristan, los dos muchachos se levantaron para ir a atenderlo pero Tristan simplemente los empujó a ambos. A base de empujones, consiguió echar a sus dos amigos de la habitación, que no dejaban de preguntarle que era lo que estaba pasando o que le había dicho el médico. 

Les cerró la puerta en las narices, y todavía podía escuchar sus preguntas. Sabía que estaban intentando abrir la puerta. Tristan se movió con rapidez, arrastró una silla hasta la puerta y la bloqueó con esta. En ese momento, se apartó de la puerta y comenzó a tirarse del pelo al mismo tiempo que soltaba un par de gruñidos. Se acercó a la cama, cogiendo una de las manos de Brad y la apretó sin demasiada fuerza, solo para hacerle saber que estaba ahí. 

En ese momento comenzó a llorar. Las lágrimas escaparon de sus ojos con fuerza, cayendo sobre su camiseta y sobre la mano que tenía entrelazada con Brad. Sintió como todo lo que había construido en los últimos días se hundía. No estaba preparado para saber que Brad estaba a punto de morir, que le quedaba un mes de vida y después la decisión recaería sobre él.

<< Es tu decisión >>

Todavía podía escuchar esas palabras en su cabeza. Tristan se mordió el labio, ahogando los quejidos que querían escapar de sus labios y tomó una gran bocanada de aire. Con cuidado, movió le cuerpo de Brad para crear un hueco un poco más grande en la cama. A continuación, se subió a la cama y se colocó en el hueco que había hecho. Volvió a entrelazar las manos mientras colocaba la cabeza sobre el pecho de Brad y dejaba que las lágrimas salieran con total libertad. 

- No puedes morirte, Brad. No... puedes... Por favor... No puedes dejarnos solos.... Brad por favor...  

One Last Dance ♦ Tradley (SEGUNDA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora