lost

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- ¡Maldición!.- Exclamó la chica, pateando las pocas rocas que habían a un lado de la carretera.- ¡¿No pudiste esperar un momento mejor?!.- llovía, llovía torrencialmente en el lugar en que se encontraba, no veía nada, gracias a que también la noche había caido, y para su mala suerte, la moto se había averiado.

No le tomó mucho tiempo para saber que no le quedaba más opción, que pedir aventón. Sin embargo, dos, tres, cuatro camionetas pasaron y ninguna de ellas hizo señal de querer ayudar a la joven.

Maldijo. Maldijo a los autos Maldijo a la moto. Maldijo al clima. Maldijo su vida. Se maldijo ella. Maldijo todo lo humanamente posible, que pudo maldecir en su vida.

Y alguien se detuvo.

Una camioneta, vieja de tanto uso, color beige, con rayones y golpes por ambos lados. A Raven no le importó, solo quería salir de ahí, estaba harta de estar bajo la lluvia, asique sin mas abrió la puerta.

- Gracias por detenerte.- le dijo al hombre en el volante, quién sólo asintió ante la voz de la chica.- Mi moto se averió, ¿Podrías ayudarme a ponerla atrás?.- y de nuevo, y sin decir nada, el hombre asintió, para luego ir al rescate de la motocicleta.

Fornido, con el cabello corto, un poco mas alto que ella, y quizas con unos treinta años encima. "No está nada mal" pensó la joven.

No tardaron mucho en subir la moto, quizás por la fuerza del hombre, quizás por que el destino quería que eso fuese fácil, quizás... quizás... por que el tiempo para Raven se iba tan rápido como las gotas de agua que caían en sus dedos.

- Soy Raven.- dijo ella subiéndose al asiento del copiloto, alzó la mirada y se topó con los ojos de su acompañante. "Mierda" pensó. El azul claro de los ojos del tipo la cautivaron. Era guapo, lo sabia, su silueta, su cuerpo lo demostraban, pero esos ojos, carajo, esos ojos, no los tenia cualquiera.

- Daryl.- respondió el hombre, con su expresión sería.- ¿Donde vas?.-

- Oh... a ningún lado en especifico, estoy un poco pérdida, ¿donde estamos ahora?.-

- Norte de Alabama.- gruñó Daryl.

- Ou... ¿y donde vas tu?.- preguntó, sacándose su chaqueta de cuero empapada por el agua.

- Atlanta.-

- Pues supongo que iré a Atlanta.-

Y el viaje comenzó otra vez.

Raven iba concluyendo su último sueño, viajar en su motocicleta por el pais, hasta que simplemente ya no pueda más.  El sentir el viento en su cara, era la parte que más le gustaba, además de conocer nuevos lugares, lugares que ya no vería nunca más.

Su aventura, era simple, un viaje de ida, sin boleto de vuelta. Para ella era lo más bonito, el mejor final de todos, la caída del telón más épica, la historia jamás contada.

- ¿Eres motociclista o algo así?.- preguntó el menor de los Dixon.

- ¿Tengo cara de ser una?.- Rió la chica. Daryl volteo a verla por unos segundos, y negó con la cabeza, volviendo la vista a la carretera.- Solo estoy de viaje.

- ¿A ningún lugar?.-

- Exacto, a ningún lugar. Voy donde la carretera me lleve.- Rió otra vez.- o en este caso, tú. ¿Tienes algo de comida? Me muero de hambre.

- ¿Tengo cara de refrigerador?.- bufó.

- Buen punto...- dijo ella apoyando la cabeza en la ventana.- ¿Puedo hacerte una última pregunta?.-

- Ya la hiciste.- Ella lo miró con enfado, seguido por un silencio incómodo.- Está bien, escupe.-

- ¿No eres un asesino serial, cierto? Porque si eres uno, por lo menos déjame dormir primero, este día ya tuvo suficiente mierda.- Dixon rió de lado, de verdad le hizo gracia el humor negro de la castaña de ojos marrones, y negó con la cabeza sin separar si vista del frente.

- Solo duermete, niña pija.- fue lo ultimo que escucho la chica. Sus párpados comenzaron a cerrarse, el sonido del motor la acurrucada, y aunque pareciese extraño se sentía segura, segura con un total desconocido a su lado.

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- ¡Hey! ¡Oye! Despierta, llegamos.- sintió el las manos de Dixon sobre sus hombros, sacudiendo la para que despertará.- Está es la ultima parada niña, bájate.- le costó despavilar, pero aun así tomó su chupa de cuero, aun húmeda, y bajo del vehículo.

- ¿"Eliot's machine"?.- levantó una ceja la chica, al ver el supuesto taller de autos frente a sus ojos. Volteo a ambos lados, y no parecía estar en la ciudad, era un pueblo, un perdido en el tiempo, de esos que uno pasa sólo cuando no tiene donde dormir en la carretera. Un pueblo sin nombre, a la mitad de la nada.- ¿No íbamos a Atlanta?.

- Jamás dije que fuera a la cuidad de Atlanta.- dijo Daryl, bajando la motocicleta de la chica de la parte de atrás de la camioneta.- Aunque no estamos muy lejos, si sigues derecho por la carretera, llegaras en media hora.

- ¿Y este lugar?.-

- Aquí trabajo.- confirmó terminando su trabajo con el vehículo de la chica.- Ahí está tu moto, ahora vete. Tengo cosas por hacer.- gruñó Dixon, mientras caminaba a las puertas del taller, dejando a la castaña sola con su anhelada moto.

- ¡Espera, espera!.- lo tomó del brazo, para detenerlo.- ¿Eres mecánico? ¿No la puedes revisar? Vamos hombre, no puedo llegar a Atlanta con "Bertha" asi.-

- ¿"Bertha"?.-

- Mi moto.- asintió y Daryl la miró confundido.- ¿Que? ¿Es un crimen que le ponga un nombre a mi moto?.-

- No hago trabajos gratis.- cruzó sus brazos entre sí,  mientras apoyaba todo su peso en una de sus piernas.

- ¿Cuanto?.-

- Depende de lo que tenga.- Ella relamió sus labios, y dentro de su mochila saco su billetera, ya no le quedaba mucho, a lo sumo veinte dólares y algunos centavos. Pero necesitaba a su "Bertha" para continuar con su viaje.

- Te pagaré, lo prometo.-

RAVEN [Daryl Dixon] One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora