Entre la luz y la oscuridad

Capítulo 12: Explicación

Capítulo 12: Explicación

De vuelta en la casa de Sebastián, mientras él preparaba algo para comer, yo pensaba sobre lo que me había dicho mi padre, ¿Regresar con mi familia? No podía, no quería, sin embargo, no podía dejar que los demonios me encontraran, y de ahí, fue de dónde salió mi plan.

Dos días después de convencer a Sebastián, al fin nos encontrábamos frente al Instituto de Nueva York.

-¿Estás seguro de lo que harás?-Me pregunto mi amigo, seriamente.

-Sí, estoy seguro, solo espera. Esto no puede fallar-Le respondí, y sonriendo, entre en mi hogar.

No había nadie en los pasillos, por lo que, supuse que estarían en la biblioteca, nuestra sala de reuniones, y acerté. Entre por la puerta, con una sonrisa, sintiendo todas las miradas en mí, no solo estaba mi familia, sino que, la de Clary también, y Magnus.

-¡Alec!-Exclamaron mis hermanos al verme y corrieron hacia mí.

Yo les correspondí el abrazo, y observe, por el rabillo del ojo, que Robert y Maryse estaban pálidos, detrás del escritorio.

-Hola, mamá, papá.-Los salude, y ellos bajaron la cabeza.

-Es bueno ver que regreses Alexander-Me dijo Maryse, sin mirarme.

-Sin duda, aunque, tengo varias preguntas que hacerles-Le conteste, y mi padre me miro con severidad.-Saben, me preguntaba, ¿Cómo es posible que yo, cazador de sombras, pueda hacer esto?-

Extendí mi mano hacia el frente, y de ella salieron llamaradas de fuego. Eh de decir, que la cara de mis padres no podía demostrar más, todo el miedo que sentían, sin embargo, mis hermanos me miraban con sorpresa, y Magnus con confusión.

-¿Cómo...haces eso, Alec?-Me pregunto Jace, acercándose a mí.

-Pregúntaselo a nuestros padres, bueno, mejor dicho, a TUS padres-Le respondí

-¿Qué está pasando?-Pregunto Izzy, un poco asustada.

-Jace, Isabel, vayan a sus cuartos, tenemos que hablar con su hermano a solas-Les ordeno Robert, pero supongo, olvido que Jace es muy terco.

-No, no me voy a ir, hasta saber qué pasa-Le contradijo mi parabatai.

-¿Quieres saber qué pasa? Es sencillo, yo no soy hijo de ellos, soy hijo de una mundana y un demonio, me implantaron sangre de cazador de sombras y me sellaron mis poderes, eso fue lo que me paso. Ah, y también resulta, que tenía un hermano gemelo, a quien mataron los demonios, porque, ambos somos hijos del mismísimo Lucifer, dios del Infierno.-Le explique a mi hermano y todos se me quedaron mirando con miedo y sorpresa.

-Alexander...eso, eso-Robert intentó decir algo, pero no lo logró.

-¿Qué? ¿Creyeron que no lo descubriría? Después de haber detenido un incendio con mi voz, era obvio que algo pasaba, y gracias a Sebastián, al fin descubrí la verdad.-Les revele a mis padres.

-¡Solo queríamos protegerte!-Exclamo Maryse, y yo comencé a reírme.

-¿Protegerme? Toda mi vida me odiaron, y yo no sabía la razón, ahora lo sé, me odiaban porque era hijo del Dios del Infierno, y no podían librarse de tenerme, ya que, se suponía que yo era su hijo. Ahora no tienen nada de qué preocuparse, me iré lejos, donde no me puedan encontrar, y deje de ser una molestia para ustedes, pueden decir que morí, así nadie les preguntará de nuevo, por su "errado hijo mayor"-Siempre había querido expresar mis sentimientos sobre su rechazo, y ahora había podido hacerlo, sin miedo a que me golpearan, y sin temor a que me pudieran alejar de mis hermanos.

-No, Alec, no te vayas-Me intento detener Izzy, cuando me di la vuelta.

-Tengo que irme, este no es mi hogar, ya no.-Le dije, tan amablemente como pude.

-Entonces iremos contigo-Se interpusieron Jace y Magnus.

-Ustedes pueden hacer lo que quieran, pero si van conmigo, ya no pertenecerán a la Clave, y los empezaran a cazar.-Les advertí, y salí de la biblioteca.

Camine tranquilamente hacia la salida, sabía que, ellos irían tras de mí, por lo que, no tenía apuro.

Salí por la puerta, viendo de inmediato a Sebastián, debajo de un árbol, con la mirada hostil.

-Tranquilo, no vas a tener que pelear contra nadie, Sebs.-Le comente, mientras llegaba a su lado.

-Alec-Me nombró, y una sonrisa se formó en su rostro-Que bueno, que estés bien.-

Me abrazó y me levanto del suelo, yo le correspondí con una sonrisa, mientras escuchaba dos gritos detrás de mí.

-¡VOY A IR CONTIGO, ALEC!-Eran Magnus y Jace, quienes se quedaron mudos, al ver a Sebastián abrazándome.

-¿Tienes dos habitaciones más en tu casa, no?-Le pregunte a mi amigo, y él asintió, mientras miraba a Jace y Magnus con confusión.

-¿Qué? ¿Qué pasa?-Musito Jace, mirando a Sebastián con sorpresa.

-Alec y yo somos amigos, él estaba viviendo conmigo-Le respondió Sebs, y Jace asintió.

Continuara...