Trece (final)

2.1K 108 23
                                    

Trece (final)

Ha pasado un año desde que Santiago y yo salimos. Curse mi último año de preparatoria y estoy a punto de hacer mi primer año de universidad, estudiaré idiomas y Santiago hará su segundo año de medicina.

Hoy es el baile de graduación, estoy de pie en la entrada del gran salón. No sé qué hago aquí, no estoy segura de sí el vendrá, su universidad está al otro lado de la ciudad, hoy por la mañana le escribí preguntando si vendría, pero no contesto mi mensaje.

Estoy considerando seriamente irme cuando escuchó:

— ¿Qué hace una chica tan hermosa afuera de su baile de graduación? — reconozco esa voz, ronca y a la vez dulce, la reconocería aun si estuviera entre un millón de voces. Me giro y ahí está. Luce un traje negro que le va a la medida, su sonrisa radiante y esos ojos marrones que llevan a otro mundo. Es Santiago. Es mi Santiago.

— ¡Viniste! — digo corriendo a encontrar sus brazos.

— ¡Claro que vendría! —responde envolviéndome en un abrazo y levantandome por la cintura — quería bailar con mi novia en su graduación — busca mis labios con una sonrisa y yo le correspondo el beso.

Entramos, la primera hora paso con Mariana hablando y despidiéndome de mis amigas. Realmente Mariana ha sido la mejor, no iremos a la misma universidad, ella estudiará diseño de moda ya que es buenísima confeccionando y creo que no podría estar más feliz de haberla escogido como mi mejor amiga, sin ella no habría tenido el coraje de decirle lo que siento a Santiago. La voy a extrañar pero sé que nuestra amistad no termina aquí. A veces solo necesitamos de una amiga que nos diga las cosas sin rodeos.

— ¿Vienes conmigo? — me dice Santiago al oído. Asiento y nos dirigimos afuera del lugar, nos alejamos tanto que ya no se escucha la música. — Fabiana, quiero decirte algo.

— ¿Qué pasa? — pregunto intentado no alarmarme. Él se toma su tiempo y al fin dice.

— Solo quiero que lo pienses, no estoy obligándote ni nada... escucha, ya sabes que hay otra universidad cerca de la mía, esta a solo 30 minutos en auto y sé que es muy buena y que tiene esa carrera que a ti te gusta, yo podría ir a verte y nos veríamos más seguido...

— Santiago — lo interrumpo — yo también tengo algo que decirte... y es que, iré a esa universidad. — rio cuando veo como sus ojos se abren desmesuradamente.

— ¡¿Es en serio?!

— Si, te lo iba a decir al final del baile.

— ¡Fabiana, no sabes cuánto me alegra! — le cuento como aplique a la universidad y él me cuenta cómo va en la suya — muy bien, ahora ¿quieres bailar conmigo?

— ¿Sin música?

— Eso es lo de menos en este momento — entonces desliza su mano por mi cintura, yo lo tomo por los hombros y comenzamos a balancearnos al ritmo de una canción imaginaria.

— ¿Fabiana? — dice en medio del silencio.

— ¿Si? — respondo.

— Te amo. — el tono de sinceridad de su voz me acelera el corazón. Levanto mi rostro que estaba recostado en su pecho y lo veo. Estoy guardando este momento en mi memoria. Estoy reproduciendo esas palabras. Sus palabras.

— También te amo, Santiago — digo, creo que desde hace mucho lo sentía, pero nunca lo había dicho. Encuentro sus labios rojos y fríos por la noche y nos quedamos ahí, besándonos, diciéndonos con besos todos esos te amo que no habíamos dicho hasta ahora.

Así, Santiago es esa persona en la que puedo confiar, esa persona que siempre está para mí, dándome un consejo o simplemente escuchándome, sé que habrá momentos en donde discutamos, momentos en los que no concordemos en algunas cosas, como ya los ha habido, pero esto es así. Él es muchas cosas para mí, es alguien importante porque, no solo es mi novio, también es... mi mejor amigo. Es todo eso en una sola persona. Y cada chico o chica tiene la dicha de poder escoger quien será esa persona. 

Yo solía pensar que enamorarse del mejor amigo sólo le ocurría a los chicos. Que equivocada estaba. El amor no distingue géneros, edad, raza o religión. El amor toca tu puerta cuando menos te lo esperas y de quien menos esperas. Así sea tu mejor amigo, no sólo los chicos caen,  la vida real es muy distinta a la de una película que te muestra como el hombre es mas "débil" a la hora de enamorarse de esa amiga del alma. Una chica también puede llegar a ser la primera en tener sentimientos hacia ese chico que ha estado con ella siempre. Créeme, te lo dice alguien que se enamoró de su mejor amigo y esta bien con eso.

Me enamoré de mi mejor amigoWhere stories live. Discover now