Entre pedir permiso y pedir perdon opto por lo segundo.

6.4K 379 84
                                    

-¿Esperas a alguien cariño?-había dicho "cariño" en español así giré mi cabeza hacia donde había escuchado la voz de Leo Valdez.

-Hola Leo-saludé sonriéndole- espero a Nico.

-¿No quisieras que te llevara a ver mi bunker?-me invitó, su tono de voz lo hacia sonar más como una... una... cita, oh dioses esperaba que no.

-¿Podría ser más tarde?-le contesté con una mueca, yo era incapaz de decir que no, en especial a un chico con esa cara de "no te puedes negar ¿A qué no?"- Es que tengo algo urgente que hacer, ¿Qué te parece a las cuatro?

-Me parece bien, ¿paso a tu cabaña?- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sí, me parece perfecto.

-¿Qué es perfecto?-cuestionó Nico interponiéndose entre Leo y yo.

-Nada-le respondí yo antes de que Leo pudiera abrir la boca, tomé la mano de Nico y lo jalé- Nos vemos luego Leo- le sonreí y seguí caminando, llevando a Nico casi a rastras detrás de mí.

Cuando llegamos a la cabaña hacia donde me dirigía, solté la mano de Nico, me paré enfrente de la puerta y me crucé de brazos, ladee mi cabeza hacia la puerta, dándole a entender que abriera.

-No.-dijo evitando mi mirada- ¿Por qué quieres entrar?

-Te mostrare algo-le respondí, sacudiendo la mochila en mi espalda.- ¿Sí?

-No.-dijo negando con la cabeza.

-¿Y si digo por favor?-dije poniendo cara de "mírame soy adorable y no te puedes negar", bajé la cabeza, alcé los ojos hacia él y le hice pucheros, esa la usaba con mi padre (el falso, el mortal, claro está) y terminaba haciendo lo que yo quería. Casi siempre, claro.

-¿Es muy necesario?-me preguntó, cruzándose de brazos y volviendo la cara hacia las demás cabañas. Yo asentí.- Ya que...-agregó de mala gana y abrió la puerta de la cabaña de Hades.

Me dejó entrar primero, y lo hice de un saltito por la emoción del momento. Dentro todo era negro, hasta la cama y las colchas, pero Nico encendió la luz y vi mejor el interior, era negro con tonos grises y blancos, contrastaban muy bien, quien haya decorado esa cabaña tenía mis felicitaciones y un contrato para decorar todo lo que yo tuviera en el futuro. Me pasee por la cabaña, dando vueltas para ver todo. Había dos camas, pero la segunda parecía desocupada, solo tenía una mochila encima, y estaba perfectamente tendida.

-¿Quién te decoro la cabaña?-tengo que admitir que estaba celosa, la cabaña de Poseidón no era tan bonita.

-Mi hermana ¿Por?-me dijo indiferente.

-¡Es fabulosa!-dije mientras me arrojaba a la cama de Nico y me sentaba.- Bien, a lo que vine.-agregué sacando un juego de mesa de la mochila.

-¿Qué es eso?-los ojos de Nico se iluminaron, ¡Le atiné! Supuse que si era competitivo, impulsivo y mal perdedor, le encantarían estos juegos. Le enseñé el juego de ajedrez.

-Es mi juego favorito-Y donde nunca pierdo, si no es apropósito. Me senté en su cama y me quité los zapatos, el se acomodó enfrente de mí e imitó mis acciones, muy confiado, como todos los hombres, pero ¡Ja! La sorpresa que se iba a llevar. Yo tengo una técnica para jugar, primero dejas ganar a tu oponente, revisando sus movimientos, sus estrategias y jugadas, así a la siguiente ronda ya sabes cómo atacar y defenderte. Soy muy buena estratega, mi madre decía que yo siempre pienso y planeo antes de actuar (excepto cuando me enfurezco, allí mi cuerpo toma el control) cuando todo el juego estuvo acomodado, empezó la primera ronda, Nico ganó rápido y me dirigió una mirada de "¿Eso es todo lo que tienes?", yo le envié una mirada inocente, Nico también ganó la segunda ronda, y yo gané las siguientes siete.

Lia del Olimpo- Percy Jackson y la nueva diosa. (Pausada)Where stories live. Discover now