Capítulo 1.-

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Advertencia: contiene escenas para mayores. Y aclaro desde ya que es un. Oneshot Happy/Walter, está basado antes del episodio piloto, varios años antes, Toby aún no se integraba al equipo.

Yo nunca

Walter O'Brien acababa de volver al garaje después de su cita, no entendía que había salido mal, había buscado un restaurante elegante, había reservado una mesa que permitiera mantener una conversación amena durante toda la velada y había ordenado comida afrodisiaca para ambos. Había hecho una lista con temas de conversación que fueran de la preferencia de ambos, había pensado puntos en común en sus áreas laborales; y al terminar la noche le preguntó si quería que la acompañara a casa, pero ella se negó amablemente.
En el viaje de camino al garaje pensó en lo que podría haber salido mal, pero su bajo coeficiente emocional resultaba aún más bajo combinado con el alcohol y no encontró una respuesta satisfactoria.

Al abrir la puerta se encontró con que el garaje no estaba solo como esperaba, había tres personas ahí; Sylvester hacia unos cálculos en la pizarra, parecía frenético y concentrado, Happy estaba sentada, prácticamente tirada, en el sofá más cercano, tenía los pies sobre una pequeña silla y bebía una cerveza.

— ¡Hey! ¿Cómo estuvo la cita? — Collins se acercó inmediatamente al verlo entrar.

— Está aquí, eso responde a tú pregunta —dijo Happy desde su lugar.

— ¿Porque están todos aquí?— preguntó, no le molestaba su presencia, pero le extrañaba que estuvieran los tres juntos; Collins probablemente se había quedado trabajando hasta entrada la noche, pero no se explicaba la presencia de Happy y Sylvester, ellos solían evitar a Collins todo lo posible y probablemente pasar la noche del viernes en su compañía no estaba en sus planes.

— Se hizo tarde y no alcance el último bus — dijo Sylvester nervioso — espero que no te moleste — sólo era un chiquillo de dieciséis años, se había unido a Scorpion hace unas semanas, se sentía un poco intimidado por los otros tres genios de equipo, a veces incluso pedía permiso para ir al baño.

— Él se quedó sin bus —musitó Happy señalando al joven con la mirada, claramente no estaba a gusto con la situación. Walter no pudo más que sonreír levemente al entender que, aunque lo negaría, ella sólo se había quedado para hacer compañía al muchacho, quien se cohibía en presencia de Mark.

— ¡Es hora de celebrar! — Collins traía varias cervezas, le entregó una a Walter y una a Sylvester.

— ¿Dejarás Scorpion? — preguntó Happy, que había sido olímpicamente ignorada por el hombre.

— ¡Happy! — el regaño de Walter no fue tan severo como pretendía que fuera, estaba acostumbrado a las indirectas muy directas de Happy a Collins y viceversa; esos dos acabarían matándose un día de esos. Tomó un trago de su cerveza y busco un lugar donde sentarse.

— Yo no debería beber esto — dijo Sylvester devolviendo la cerveza al hombre, pero Happy la interceptó. Ella seguía tirada en el sofá, y el joven genio se sentó incómodamente al lado de ella, le asustaba y a la vez le tranquilizaba su presencia, era preferible a la de Collins.

— ¿Y bien? ¿Cómo fue tu cita? — insistió Collins.

— Fue perfecta

— ¿Qué haces aquí? —Happy reiteró su pregunta, había escuchado a Collins repetirle una y otra vez a Walter sobre cuán caliente parecía la chica y sobre como aquella sería una larga noche, no eran muy discretos a la hora de hablar.

— Ella tenía planes —dijo con una sonrisa forzada. Happy le sonrió con autosuficiencia.

— ¡Bien!, no importa —Collins se puso de pie a la vez que se frotaba las manos —Podemos ir al Paraíso Siete, las chicas estaran muy emocionadas de verte nuevamente y por una buena propina hacen maravillas — "Paraíso Siete" era un club de striper que había contratado los servicios de Scorpion un tiempo atrás, Mark se había hecho un asiduo visitante, decía que era un placer ver mujeres hermosas de vez en cuando.

—Asqueroso — dijo Happy, la cerveza y la falta de sueño estaban causando estragos con su humor; estaba pensando seriamente pedirle un aumento a Walter, soportar a Collins valia mas que todo el trabajo que hacía.
—El sexo es algo completamente natural — Collins sonrió de aquella manera que Happy y Sylvester tanto odiaban.

—Okay, esto es oficialmente incómodo — Happy se puso de pie bruscamente y fue a trabajar en su área, no confiaba en su autocontrol, Collins había estado poniendo todo de su parte para molestarla cada día, desde que Sylvester se había unido al grupo, Mark parecía más empeñado que nunca en molestarla respecto a su apariencia y su poca feminidad. No podía ir a su casa ya que había bebido un poco más de la cuenta y no tenía dinero para pagar una nueva multa de tránsito y a Walter no le gustaria encontrarla borrando nuevamente una multa del sistema.

— No debiste decir eso — susurró Sylvester nervioso, le atemorizada enfrentar a Collins, este siempre encontraba la manera de hacerle sentirse inferior e incrementaba, sus ya altos, niveles de ansiedad.

—No puedes culparme por olvidar que es una mujer — Walter procedió por enésima vez a explicarle y pedirle a Collins que fuera más respetuoso con sus compañeros, y le dio un discurso sobre cómo autoimponerse límites y no pasar a llevar a los demás; era todo un discurso aprendido de la boca de su hermana, cuando le contó que las cosas estaban constantemente tensas entre los miembros de Scorpion ella le hizo notar que cada situación tenía a un participante en común. La conversación acabó derivando a otros temas de interés de Mark, como siempre, en un principio Sylvester logró integrarse a la conversación, pero de alguna manera siempre acababa pensando que estaba equivocado, sus ideas siempre le parecían erróneas luego de hablar con Collins; tras un rato prefirió retirarse a continuar con unas ecuaciones, pero acabó venciendole el sueño y se durmió en el sofá. Tras dos horas Mark se retiró con sutiles insinuaciones sobre su próximo destino. Walter se solo y concentró su atención en la mujer, la observó durante unos minutos, era claro que algo la molestaba, eran las cuatro de la madrugada y ella estaba martillando como si no hubiera un mañana.

—¿Es necesario golpear tanto esa placa? — la mirada fulminante de Happy hubiera hecho retroceder a cualquier persona normal, y más aún si la chica estaba rodeada de herramientas que podían ser utilizadas como potenciales armas — ¿Sabes?, acá no somos buenos leyendo entre líneas, si te molesta algo que decimos o hacemos, debes decirlo directamente — ella continuó martillando como si no lo hubiera oído — a veces podemos olvidar que eres mujer y...— Happy dejó de martillar y le robó la cerveza de la mano, instintivamente él dio un paso atrás, pensando que le lanzaría la botella, pero en su lugar la bebió de un trago.

— No hagas esto O'Brien — le lanzó una mirada fugaz a su jefe y continuó con su trabajo. —No eres bueno en esto.

— Me preocupa el bien del equipo.

— Entonces despide a Collins — dijo Happy sin mirarlo.

— ¿Él te ha molestado alguna vez? — ¡Okay! se dijo a sí mismo, esa pregunta era sumamente estúpida, hasta él se daba cuenta de que Mark solo parecía encajar con él — ¿Él te ha acosado o insultado de alguna manera?

— No — la cerveza y el esfuerzo físico de martillar hacían mella en Happy y comenzaba a sentirse acalorada. Dejó el martillo para quitarse la chaqueta y se sintió más fresca al quedar sólo en la musculosa. Walter se quedó en silencio. Así estuvieron durante un tiempo, Happy continuó trabajando mientras Walter la ayudaba en algunas cosas pequeñas, se sentían cómodos sin hablar, a ambos les gustaba el silencio y era un cambio favorable a comparación de su última cita, la chica hablaba excesivamente y jamás concordaban, aunque siendo honestos nunca había tenido mucho en común con el resto de las personas, y mucho menos aún con las mujeres, hasta ahora sólo había dos excepciones a la regla: Megan, quien no le había permitido aislarse, su hermana siempre había derribado cada una de sus capas para llegar a él y se había preocupado de informarse en temas de su interés; y por otro lado estaba Happy, ella era una versión femenina de él mismo, era la persona más parecida a él que había conocido, –con excepción de Collins, pero ellos eran idénticos en un sentido diferente–, tenían formas similares de enfrentar la vida, además de que era la única mujer, que había conocido, que podía mantenerle una discusión a nivel intelectual y no podía negar que la mujer era bastante atractiva; no pudo evitar que una sonrisa se asomara en sus labios al pensar en eso, definitivamente el alcohol estaba haciendo efecto.

Yo nuncaWhere stories live. Discover now