Mi Vida

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Siempre había tenido lo que deseaba, una vida envidiable para la mayoría que le conocían, un hombre que no se preocupaba de los demás y que en todo el mundo solo era capaz de tener un amigo de verdad, aún con una carrera exitosa sin pretender destacar demasiado, se mueve por un circulo social repleto de personas superficiales y ególatras que me hacen la perfecta compañía a su estilo de vida.

Aunque si se lo preguntas, él es feliz con la hipocresía rodeándolo pues con ella creció.

Jung Yunho, un hombre fornido con postura elegante, cabello oscuro y largo hasta el cuello, con una sonrisa de ensueño que hace caer a cualquier mujer –y hombre- que la vea, mirada seductora natural así este leyendo el periódico parece que su mirada te llama a pedir su número de celular o mínimo su nombre, algo que ayuda mucho a sus conquistas es el cuerpo de Dios griego que posee, espalda torneada y fuerte, brazos largos y musculosos sin llegara a exagerar haciendo juego perfecto con sus piernas de nadador profesional, sin duda las ejercita, bueno resumiendo; tiene todo atributo físico  que cualquier hombre pudiera desear, aunque si dejas eso de lado encontraras a un hombre egoísta que no tiene esmero por parecer agradable ya que se cree autosuficiente, superior a los demás y en cierto modo, sí lo es.

Dueño de una reconocida marca de ropa casual para caballero, empresa que salió de su propio esfuerzo en colaboración con su amigo de la infancia Park Yoochun, otro hombre con increíbles e innegables atributos físicos pero con una apariencia que denota seriedad algo que es completamente diferente a la realidad. Perfectamente consciente de su capacidad seductora prefiere ser discreto acerca de sus conquistas, aun así su personalidad dista de ser cordial o humilde, simplemente prefiere no estar en boca de todo el mundo.

Sea como sea, la vida siempre te pone en frente lo que necesitas aunque no lo quieras o no estés dispuesto a soportarlo, y la vida de ensueño del par de hombres más codiciados en Seúl no puede permanecer así porque después de todo hasta de un sueño tienes que despertar.

6:15 a.m   

La alarma del despertador anunciaba que ya no podía seguir descansando aunque su cuerpo mostrara una evidente carencia de energías, así acostumbraba ser todos los días entre semana, despertaba y trabajaba por mera inercia, su cuerpo  demandaba mayor cuidado y descanso, pero era algo que un hombre obsesionado con la perfeccion, como lo era él, no conocía, los cuidados están de más cuando se tiene una imagen tan perfecta que cuidar.

Los rayos de luz que acompasados con el movimiento de la delgada tela que se balanceaba en la ventana mostraban un día brillante y por demás activo.

Pesadamente  retiro las cobijas de su desnudo torso para ir al baño y lavarse rápidamente la cara, abrió los ojos frente al espejo para ver aquellos perfectos y rasgados ojos color chocolate, tan profundos e indescifrables para cualquiera que los mirara fijamente, abrió la llave del agua mientras se despojaba de su ropa, se metió al agua fría en un solo movimiento lo que causo una ligera incomodidad en su entumecido cuerpo, el agua corría desde su cuello hasta sus pantorrillas, recorría su espalda lenta y relajantemente, esa sensación siempre lograba perderlo en sus pensamientos, en el tiempo, siempre podía pensar mejor bajo el agua, nada en particular pasaba por su mente, sólo esa sensación de humedad que navegaba por toda su piel que le daba una paz que no sentía en otra parte.

-Llegaremos tarde si sigues en la ducha- la demandante voz de su amigo lo saco de sus pensamientos, -apúrate Jung, no tengo paciencia en la mañana-

¡Ah!, no lograba explicarse el porqué aun compartía departamento con ese hombre desesperante y molesto, aunque sea su único amigo tiene el dinero suficiente para compra todo un edificio de departamentos de lujo pero aun así seguía atascado ahí con él.

Mi Historia ContigoWhere stories live. Discover now