Mi Historia Contigo

Alguien más

Unos malditos, pesado y lentos meses había pasado desde que el destino de dos hombres opuestos había sido juntado.
Cuatro meses en el que batallas diarias se libraban en cada parte del amplio departamento, ya fuera en el baño porque Yunho tardaba de más en arreglarse, o porque Jaejoong comía en todas partes del lugar dejando residuos por toda la casa-esto claro que era a propósito-, si había un lugar en el que coincidían por más de 15 minutos todo se convertía en un completo caos, no había disculpas y descansos mucho menos, cualquier pretexto era bueno para discutir, uno se sentía dueño total del lugar para poder corregir a todos a su alrededor, el menor, por su parte, estaba más que dispuesto a desafiar a su "hermano mayor" con tal de demostrarle que no era sólo un niño, pasivo, mudo que no se quejaría.
En ese lugar sólo había un espectador que no se inmutaba en sus actividades por las peleas a su alrededor, Yoochun era muy desatendido de su entorno cuando estaba ocupado, y gracias a su puesto en la empresa JYJ , estaba ocupado casi siempre, eso mentalmente lo agradecía aunque la paz no duraba mucho.

10:16 a.m

Su momento de apacibles pensamientos se vio interrumpido por un fuerte estruendo en la planta baja.

-Yah! Te dije que te mantuvieran lejos de mí.- un furioso Yunho le gritaba a un indiferente rubio en la cocina.

-Debiste fijarte al caminar...- la desinteresada voz de Jaejoong irritó más al moreno.

El líquido esparcido en la barra, piso y ropa de Yunho daba un leve panorama de lo sucedido a un cansado Yoochun que bajaba por las escaleras.

-¿No pueden estar 2 minutos sin gritar? ¿O planean que nos corran del edificio?- su mirada fija en ambos hombres que parecían estar inmersos en una pelea de miradas con la que esperaban matar al contrario.

-Este niño no sabe que debe mirar al frente cuando camina- Jung no ocultaría su molestia, - ¡Mira lo que hizo con mi traje Armani!- alzó instintivamente la voz, sólo para recibir un puchero de disculpa fingida por parte del rubio, estaba a punto de seguir gritando cuando la voz de Park resonó en la habitación.

-Gritando no arreglas nada, el único que parece un niño aquí eres tú- Jaejoong sólo sonreía triunfante ante las palabras dirigidas a Yunho.

Resoplando escandalosamente se dirigió a su habitación, el único lugar que Jaejoong respetaba, al escuchar la puerta cerrarse Yoochun regreso su mirada al otro parado ahí.

-Deja de hacerlo enojar- la reprimenda de Yoochun fue breve sabia que el menor no era el culpable.

-No fue a propósito- era sincero, realmente deseaba dejar de pelear todo el tiempo con Yunho, pero ni siquiera él comprendía cómo es que el mayor lograba alterarlo tanto, sólo ladeo la cabeza para luego dirigirse a la tetera en la estufa para servir más té en su vacía taza.
A veces no se sentía de ánimos, ese frío departamento no era el hogar al que estaba acostumbrado, algunas noches pesadillas lo despertaban, pesadillas en las que él era el conductor del auto que había matado a sus padres, no diría nada, pero se sentía sólo.

Esa era la rutina en la que se veían atrapados esos 3 hombres, algo que sin duda era desgastante para más de uno.

Por el ambiente dentro del departamento para el rubio las cosas eran mejor fuera de la vista de los otros dos, en la universidad era elogiado por los profesores al notar que el joven era muy responsable y aplicado, además de que sus compañeros no eran tan malos, incluso ya tenía con quien pasar las horas libres.

-Jae! Apúrate que tengo hambre- un tierno puchero se posó en los labios de Changmin en la espera de que el rubio se apresurara para salir rápido a comprar de comer.

-Lo siento, no encontraba mi libreta- cuando se reunieron salieron caminado del campus, ambos bromeaban como si tuvieran años de conocerse, para Jaejoong resultó un alivio el que ese chico fuera tan amable con él.