=Sangre y Muerte=

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-¡Nooo! ¡Xandy!-exclamó Ricardo.
-¡Déjala!-gritó Pepe.
Todo pasó en cámara lenta.
Panqué jaló a Gomita tomándole del cuello, pero esto sólo ocasionó que la navaja desviara su camino de ir a la cara de Xandy a ir a su pecho, pero entonces Ricardo jaló a la chica y luego la empujó, pero Pepe se interpuso entre la navaja y Ricky aventando a los dos que fueron a caer al suelo, y entonces justo cuando la navaja tocaba la playera de José, Andrea trató de meterse pero no llegó a tiempo.
Todos sólo vieron como comenzaba a correr sangre del cuerpo inerte de Pepe. La navaja lo había atravesado en el pecho.
Xandy corrió hacia él.
-¡Pepe! ¡Pepe, no! ¡Reacciona!-lo sacudió-¡Pepe!-comenzó a llorar. Ricky la tomó de la cintura e intentó jalarla hacia él.
-Tranquila, Xandy, tranquila. Déjalo.
-¡Pepe! ¡Nooo! ¿Por qué?-lloró. Una sirena de patrulla se escuchó. Gomita y los emos habían huido, Panqué ayudó a Ricky a levantar a Xandy.
-Ricardo, llévatela y huyan.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Gomita se fue y la culpa recaerá en ustedes ¡Huyan!-indicó Panqué.
-Pero...
-¡Corran!
Ricky no lo pensó dos veces, canchó a Xandy y corrió con ella en brazos. Huyeron hasta su casa, ella aún no podía controlarse y Ricky no sabía qué hacer.
La noche cayó.
El ambiente era gris y fúnebre.
Al cabo de las 10 de la noche el teléfono sonó, era Ana quien no contenía la tristeza. ¿La razón? Andrea se había suicidado puesto que estaba demasiado clavada con Pepe e incluso esperaba un hijo suyo. No logró soportar su perdida.
Xandy y Ricky se limitaron a darle el pésame y colgaron, sólo para que minutos después el teléfono sonara de nuevo.
Esta vez era Panqué.
-¿Qué pasa?
-Estoy en la cárcel-sollozó.
-¡¿Qué?!
-Que estoy en la cárcel. Me eché la culpa de la muerte de tu amigo.
-¡No, Panqué! ¿Por qué hiciste eso?
-Porque te quiero y quiero que seas feliz.
-¿Y cómo pretendes que sea feliz? Todo esto es mi culpa-lloró.
-No, no es tu culpa, es culpa de la sociedad que no te deja vivir en paz y se creen capaces de controlar la vida de los demás. Demuéstrales que no mandan sobre ti.
-Ay, Panqué...
-Y prométeme que serás feliz con Ricky...
-Pero es que Panqué...
-¡Prométemelo!
-Está bien, te lo prometo-colgó y abrazó a Ricardo-Tengo miedo, estoy confundida. ¡No sé qué hacer!
-Tranquila, nada pasará. Todo va a salir bien-la consoló.
Esa noche la pasó con Ricky y al día siguiente fueron a escondidas a la escuela y como ya faltaba poco para salir, sólo pidieron sus calificaciones y pidieron que los pasaran con lo que tenían. Tardaron en convencer a la gente de la escuela pero finalmente los pasaron y entregaron sus documentos.
No querían permanecer en la prepa y ya tenían un plan de qué hacer para olvidar todo lo acontecido y cumplir con la promesa que le hizo a Panqué.

UNA VIDA PATHETICAWhere stories live. Discover now