El comienzo de nuestra Felicidad [Masugaku One-Shot Yaoi]

El comienzo de nuestra felicidad

Era otro miserable día, otro día en el que seguía vivo.
Simpre era lo mismo, me despertaba, desayunaba, me alistaba y me ponía en marcha hacia otro repetitivo día en Instituto Akademi.
Ah Dios, simplemente ya no lo puedo soportar más, no puedo seguir así, ya no...

"De qué sirve seguir con todo ésto si no puedo ser felíz..."

"No veo un futuro en mi vida. No valgo nada..."

"Además, es obvio que a él nunca le voy a interesar..."

"Es mejor acabar con ésto de una vez por todas..."

Nunca creí que llegaría a ésta instancia, pero mi percepción de la vida cambió radicalmente desde esa tarde de primavera, hace unos casi dos meses, cuando ví en el cerezo del campo de deportes de la escuela a Ayano y a Taro confesándose mutuamente sus sentimientos.

El ver esa manifestación de amor entre seres humanos me hizo dar cuenta de lo patético que sería que alguien como yo, abra su corazón a la persona que amo.

"¿Será que no tengo el valor para hacerlo?"

Si, no tengo el valor, ese valor lo perdí al ver a ellos dos diciendose lo que sentían. Además cómo iba a hacer para confesar lo que siento durante todos éstos años a la persona que amo, que para peor es un chico, un chico demasiado popular con el que me cruzo todos los días. Ese chico se llama Budo Masuta y lidera un club de Artes Marciales en el Instituto. Digamos que por su carisma y humildad, Budo es muy querido aquí, en Akademi High School.

"Budo es todo lo opuesto a mi..."

Todos los días era lo mismo, cuando me cruzaba con Budo nuestra interacción no iba más de un "Buenos días Masuta-san" de mi parte y un "Hola Shin-kun!" de su parte. Si, cada día que más me acercaba a él, más me enamoraba, pero a la véz, me la lastimaba porque se que nunca llegaremos a nada, ni siquiera se si me considera su amigo.

Debería haber dejado de pensar con el corazón y debería haber usado más la cabeza, los problemas con mis sentimientos entre aceptar que lo amo o que solo es una ligera obsesión y las preguntas cómo "¿Qué debería hacer? ¿Cómo lo va a tomar? ¿Y si me odia? ¿Y si hay alguien más? ¿Le estoy arruinando su futuro? Me destruían cada vez más y terminaban sepultados con la aburrida lectura de los libros sobre ocultismo que había en la bibloteca de mi club. Si, leer, leer y nada más que leer era lo único que me llegaba a distraer.

"Así fué todo durante éstos 3 años, hasta el día de hoy..."

Definitivamente hoy es el día, lo tengo todo planeado, me fué facil robar un tramo de soga del depósito del gimnasio, solo es cuestión de treparme a algún cerezo del Instituto, sujetar bien la soga a alguna rama y dejar que la gravedad haga su trabajo.
El plan es perfecto, nadie me podrá ver cometiendo el acto al que muchos llaman "el crimen contra la vida". Todos los que se quedarán en Instituto en la tarde solo estarán en sus clubes...