¡Eres una niña!

¡Por favor... no me he casado con Shawn aún!

—¡Stella! ¿qué rayos traes aquí?— preguntó Austin tomando el bolso de Stella

—¿Acaso no te avisaron que era solo un día?— preguntó Justin ayudándolo

 Stella rodeó los ojos y se sentó en un tronco— ¿Saben? no quiero estar aquí... el único campamento al que quiero ir es al festival Coachella, así que no me molesten, o ya verán...

—Cariño... ayúdame a armar las carpas.— me dijo papá

—¡Yupi, qué divertido!— dije irónica

—Ven, Sky... ayúdanos también.— dijo papá

 Sky bufó y caminó hacia nosotros— ¿Y usted, su alteza? ¿se encuentra cómoda? ¿no quiere que le busque una manta también?— preguntó Sky mirando a Stella, quien era la única que no estaba ayudando

—Aww, Sky... eres tan linda, la verdad es que está haciendo un poco de frío...

—Levanta tu trasero de allí y ayúdanos, idiota.— la interrumpió

 Stella la miró con la boca abierta— ¿Ves como me trata?— miró a mamá— es muy mala conmigo, mamá.— hizo un puchero

  Mamá suspiró— Quisiera que hubiera un solo día en el que no discutieran...

—¿Por qué mejor no te callas de una buena vez?— preguntó Sky

—¿Por qué no te callas tú? ¡eres una inepta!

—¿Yo soy la inepta? pero mira quién habla... ¡tú eres la mamá de las ineptas!

 Este día será muy largo...

***

—¡Oh por Dios, chicas! ¡vengan aquí!— dijo Austin

 Me levanté, y al igual que mis hermanas, nos dirigimos hacia el lago. Al llegar, tratamos de localizar a los gemelos.

—¿En dónde se metieron esos id...?

—¡Ahh!— ambos gemelos salieron de no sé donde y nos alzaron a las tres como sacos de patatas

—¡Oh, no, no, no, no!— dije al ver que nos dirigíamos hacia el agua

—¡Bájennos ahora mismo!— dijo Stella

—Si se atreven a tirarme al agua, paga...

 Y si... los gemelos nos lanzaron al lago.

 ¡Al maldito lago!

 ¡Al maldito y helado lago!

 Cuando Stella salió a la superficie, comenzó a gritar como la idiota que es.

—¡Ya cierra la boca, idiota!— dije

 Me fulminó con la mirada.

—¡En serio voy a matarlos!— dijo Sky saliendo del agua

 Stella y yo también lo hicimos.

—Creo que deberíamos correr...— le propuso Justin a su hermano

—A la cuenta de tres, uno... dos... ¡corre!— los gemelos comenzaron a correr como locos

 Mis hermanas y yo corrimos tras ellos como si nuestras vidas dependieran de ello.

—¡Sólo fue una broma!— gritó Austin sin dejar de correr

—¡Dijiste que no se lo tomarían en serio!— gritó Justin

 Las chicas y yo logramos acorralarlos. Miré a mis alrededores y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

 Sonreí en dirección al lodo. Me agaché e hice una bola de lodo y se la lancé a Justin, dándole directamente en el rostro.