Stranger Love

Despertaré.

Cerraré mis ojos en busca del descanso perpetuo, sin saber si algún día podré despertar de este sueño que parece eterno.

Su vida giraba en torno a su carrera de abogado en uno de los mejores despachos de abogados en Londres.

Durante su adolescencia había desarrollado epilepsia la cual no es una enfermedad psiquiátrica ni mental, se trata de un problema físico causado por un funcionamiento anormal esporádico de un grupo de neuronas.
Puesto que su único síntoma son las crisis epilépticas que se manifiestan de forma intermitente, la mayor parte de las personas con epilepsia son plenamente capaces el resto de su tiempo, lo cual le había permitido convertirse en el exitoso abogado que era. Tenía mucho tiempo sin sufrir un ataque de epilepsia los cuales le provocaban convulsiones.

La luz del sol se colaba por las hendiduras de las cortinas que adornaban su habitación, estiro su brazo para silenciar el despertador que reposaba encima de su mesita de noche, bostezo al momento en que se sentaba en la orilla de su cama. Meditó por unos segundos lo que haría a continuación, debatiendo sobre sí debía tomar una ducha primero o desayunar, hoy tendría un agotador día tratando de resolver un caso -que- si ganaba lo llevaría a la cima del reconocimiento en el mundo legal.

Optó por darse una ducha, salió de su habitación y se dirigió al cuarto de baño abrió la llave y dejó llenar la tina mientras se despojaba de su pijama,
Cuando el agua había llenado una parte significativa de la tina metió lentamente su cuerpo sintiendo la húmedad del agua invadir cada rincón de su cuerpo, lavó y enjuago cada parte y posteriormente salió de la tina, tomo una toalla y se envolvió en ella.

Después de un desayuno se dirigió a su habitación se miró en el espejo, y dejó salir un suspiro de cansancio pues a pesar de tenerlo todo no tenía con quién compartirlo, su prometido Liam había huido con su mejor amigo Zayn apenas unos meses atrás.
Dejo a un lado su eminente tristeza, se puso su mejor traje, peino su cabello, se perfumó y salió de su apartamento.
Al bajar por el ascensor se encontró con el conserje del edificio, el señor Luschek, un hombre caucásico de máximos 50 años al cuál Louis debes en cuando invitaba donas y café.
-Buen día joven Louis. - Saludo el hombre al ver salir a Louis del ascensor.
- Buenos días Sr. Luschek. - Respondió Louis haciendo un saludo con su mano.
Siguió su camino cruzando el recibidor saludando con un asentamiento de cabeza a Susan la chica recepcionista, la cual atendía una llamada y le devolvió el gesto con una sonrisa.

Salió del edificio cruzo la calle y subió a su auto, lo puso en marcha y condujo directo a una cafetería. Se estacionó y bajo del auto, se adentró al establecimiento y se formó en la fila para esperar su turno su turno.
finalmente estuvo al frente del recibidor en donde el Barista de nombre Stweart lo recibió con una enorme sonrisa.
-¿Lo mismo de siempre? - Pregunto el chico sin dejar de sonreír.
-Si pero esta vez agrega doble cafeína y menos azúcar- Respondió Louis amablemente.
-Necesitas mantenerte despierto ehh? - Dijo Stweart con una sonrisa socarrona- Yo conozco otras formas.-Dijo coqueteandole al castaño. Entregándole su café y su caja de rosquillas.
- Con el café basta. -Respondió Louis regalándole un guiñó, mientras estiraba su mano para entregarle su tarjeta de crédito para que esté se cobrará la compra.

-Aquí tienes, disfruta tu café. - Dijo el chico barista aún sonriendo, entregándole a Louis su pedido y su tarjeta.

-Lo haré. - Salió del establecimiento y se reincorporó nuevamente en su vehículo. Esta vez condujo hasta su oficina en donde lo esperaba una montaña de documentos por revisar.