Tan Dificil De Aniquilar( Rakkun y Hyurno )

»Introducción

“Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos, aún mas”

***

Año 1930. Los guardias de SkyVille, caminan por las calles de aquella villa, atentos, mirando hacia los lados, observando que no haya ningún movimiento poco usual, aunque poco podías encontrar, ya que todo, estaba totalmente desierto.

El rey Francisco I de Nosperdam, hijo del fallecido, Alexander el poderoso, y Angélica de Amsturgo, gobierna con mucho cuidado, poniendo la seguridad necesaria para que ningún rival pueda arrasar con esta pacífica villa.

Desde hace dos años, dos reinos han estado en completa guerra, formando, desde ese día, dos bandos que comenzarían con ésta desgracia: “The Devils” y “The Angels”.

The Devils, son un grupo de maleantes, de “DarkVille”, con la única intención de expander sus tierras, y extinguir a cada uno de los habitantes que viven, ahora con inquietud y miedo.

Se puede decir, que ésta parte, parecería una historia cliché, pero con estas cosas, no bromeo. Quien gobierna en aquella villa de demonios egoístas, es el hermano de nuestro Rey, Cristián II de Nosperdam, que perdió el trono, al ser él, el más pequeño de los dos hermanos, y dió muerte a él, a su esposa, y a todos los pueblerinos de “Skyville”.

Por estas calles, caminamos varias personas, dos por cada una de estas, que llegan a la fuente del centro, donde se encuentra el ayuntamiento. Una vez llegamos a ésta, nos cambiamos las calles, y ésta vez, a mi, me tocaba caminar cerca del bosque.

Todo en rotundo silencio, ni un solo pájaro se escuchaba entonar una canción, y ni las ratas salían a saludar, ni los cuervos hacían su presencia. El cielo, totalmente tapado por grandes nubes grises, que el sol ha puesto delante de su mirar, para no ver aquel suceso que podía llegar a suceder.

Los pasos, resonaban en el asfalto, al igual que mi arma, chocando con mi espalda. El eco hacia su aparición​, en ese momento, cuando un cubo de basura, cayó al suelo, haciendo que sacará mi arma, y apuntara, pero no fue más que una falsa alarma, provocada por un pequeño gato, que corría asustado, lejos de mi situación.

Bajo el arma, pensando en aquella simple falsa alarma, cuando varios disparos se escucharon en dirección contraria, comenzando a correr, como si no hubiera un mañana. Al llegar al lugar del tiroteo, varios de mi equipo, han caído.

Sorprendida, y con el corazón a mil, preparo mi arma, y me escondo detrás de la fuente, para no recibir ningún disparo. Preparo el rifle, apunto, y disparo, haciendo que aquél sujeto que desaparecía de éste mundo, cayera al suelo.

Iba a por otro, de ojos claros, pero acabó escapando, en mi dirección anterior. Con cuidado, y dejando a mi equipo de lado, comienzo a correr de nuevo, provocando que el eco, ésta vez, se convirtiera en puro ruido, tan desagradable, que provocaba el cierre de las ventanas, de cada una de las casas.

“No vas a escapar”

El chico había tropezado más de una vez con el asfalto, pero no había llegado a caer, si lo hubiera hecho, no hubiera vivido para contar nada. Aún pensando que el chico no iba a vivir, al girar una esquina, él, desapareció, teniendo delante mía, como única vía de escape, el bosque.

Con el arma aún en las manos, camino hasta las afueras de la Villa, arrimandome, cada vez más, a la entrada del bosque, cambiando el sonido del asfalto, por ramas y hojas, siendo machacadas por mis pies.

El silencio, se volvió incómodo, algo oscuro también. Eché una mirada hacia la ciudad, y después, volví a mirar al bosque. En ese momento, escuché un ruido, procedente de uno de los árboles, y a continuación, sentí como alguien ponía algo alrededor de mi cuello, elevándome unos pocos centímetros del suelo.

En un acto reflejo, me llevé las manos a aquella cosa que me rodeaba totalmente, para comenzar a sentir una cuerda totalmente áspera. Con la respiración entre cortada, y con la mirada borrosa, saco un pequeño cuchillo de mi bolsillo derecho, y comienzo a cortar la cuerda, sin cuidado, ya que acabé haciéndome un pequeño corte en el cuello.

Caí al suelo, de rodillas, y apoyando las manos en la tierra, para recuperar el aliento, cuando empecé a escuchar pasos detrás mía.

-Vaya, no sabía- me levanté rápido, sacando una pequeña pistola de mi bolsillo trasero, apuntando a aquel chico de ojos verdes claros, que para mi sorpresa, él hacia también lo mismo. En su rostro, se colocó una satisfactoria sonrisa- que serías...

...Tan difícil de aniquilar

~Próximamente...~