La lista de corazones rotos de Stiles Stilinski

7. Theo, Parte 1.

El innombrable, el impresentable, el dolor de cabeza de cualquiera.

Esa plaga, esa maldita y asquerosa plaga, más conocida por Derek Hale y Stiles Stilinski como: “el maldito de Reaken”

Entre Derek y Stiles había una tensión sexual que podía ser rota con una sola palabra: te amo.

O tal vez no una sola palabra, podría ser cualquiera.

En lo profundo de sus corazones lo sabían, bueno, más uno que otro.

— bililinski —saludó Theo con su sonrisa típica, haciendo qué Stiles soltará un gruñido.

¿Irónico?¿no?

— Theofilo —respondió Stiles frunciendo las cejas.

Aún más irónico.

— Pierdete.

— Encuentrate —respondió sarcástico el castaño.

Bueno, no se soportaban mucho que dijeran, ni mucho menos cuando Theo empezó a ponerle ojitos a su Derek.

¿“su Derek”? Si, sú Derek.

Porque posiblemente estaba sintiéndose perfecto a su lado.

Porque tal vez sus ojos lo estaban matando.

Porque probablemente no quería que nadie se meteriera con Derek así, nadie que no fuera el.

— ¿Stiles? —preguntó Derek algo curioso por el menor, ganándose de por sí...un gruñido— Stiles te estás juntando mucho conmigo, se te han pegado mis mañas.

— Ajá —respondió por primera vez sacando una pequeña sonrisa.

— Oh, si hablas! —dijo ahora Derek con humor.

Sería una mentira decir que a Derek no se le había iluminado el mundo con esa pequeña sonrisa.

— El sarcasmo es mío, cariño.

Supongamos que a Derek no le paso nada con ese “cariño”, qué no le hizo llenar sus pulmones de aire, qué no estuvo a punto de sonrojarse, qué no tuvo ganas de robar un beso de los labios de Stiles.

Bueno, exactamente, por eso dice: “supongamos”, porque sabemos tanto como que el pasto es verde qué a Derek le pasó todo con ese “cariño”, qué le hizo llenar sus pulmones de aire, qué si estuvo a punto de sonrojarse y qué las ganas de besar a Stiles no se las quitaría nada ni nadie.

— ¡¿Por qué te molesta tanto que Theo esté cerca de mí?! —preguntó un exaltado Derek.

Quería oírlo, quería tatuarlo en el aire y en su piel.

— Sé que no eres tan idiota de no saber que le gustas.

Quería decirlo, quería gritarlo.

— ¿y si estuviese con él?

Que quería que lo quisiera

— ¿Qué?, no.

quería que lo abrazará

— ¿Por qué no, Stiles? —preguntó Derek acercándose.

que lo tocará

— no te merece, Derek.

Que lo besará.

— ¿y quién me merece, Stiles?

Querían besarse.

Ahora mismo.