Capítulo 02: Día 06

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 «Acepté, acepté el bien.

Pero volví enterándome,

que el mal sabe disfrazarse del bien.»


Un seis. Un miserable y deforme seis. Sí, no era la mejor en Química, pero había estudiado, ¿todas esas horas habían equivalido al seis deforme del profesor? También a esa cara de "empezá a estudiar" del profesor. La cara que te hacen cuando no te sacas muy buena nota -aunque haya aprobado- y te miran serios, es horrible.

— ¿Cuánto sacaste? —me preguntó Ámbar.

— Un horrible, desastroso y deforme seis —dije haciéndome la dramática. Ámbar rodó los ojos.

— Qué exagerada que sos, por lo menos aprobaste —dijo, rodando otra vez los ojos.

— ¿No aprobaste? —le dije elevando una ceja. Ámbar era a la que mejor le iba en Química, sin ella, no podría diferenciar ciertas sustancias.

— Creo que un 3,5 no es un aprobado —dijo encogiéndose de hombros. Mia abrió los ojos como platos y yo me sorprendí, pero no hice un gesto al respecto.

— ¿Cómo que no aprobaste? —le preguntó Mia histérica. Mia era muy buena persona, te hacía reír y en todos los casos era una gran amiga, pero también sabía hacerte sentir mal por pequeñas cosas que te pasaban sin que ella se diera cuenta— Sos la mejor en Química, no podés no aprobar.

— Mia no tiene sentido lo que estás diciendo —intervino Esther—, puede desaprobar, todos podemos —Ámbar parecía dudar su bando, ella sabía que era buena en Química, pero en parte era muy exigente consigo misma y desaprobar era algo que le dolía en el interior del alma. Sí, tenía amigas muy exageradas.

— Sí, pero o sea, es Ámbar ella siempre aprueba y... —la interrumpí.

— Y desaprobó. Mia, todos podemos desaprobar, está bien, no es algo "anormal". A ver, ¿vos cuánto te sacaste? —le dije.

— Un... —miró su hoja— Un nueve —dijo desafiante. Sabía lo que estaba haciendo, quería "ganar" una discusión que sinceramente, no tendría un buen final.

— Ámbar, ¿vos cuánto te sacaste en la evaluación de Lengua de la semana pasada? —pregunté.

— Un 9,50 —dijo algo insegura de lo que yo estaba haciendo.

— Y vos Mia, ¿cuánto te sacaste? —pregunté, ahora yo poseía la mirada desafiante.

— Un cinco —dijo rodando los ojos. Miró sus uñas y se hizo la desinteresada, sabía que lo iba a hacer.

— Entonces desaprobaste y Ámbar aprobó. Como acaba de pasar, pero eso Mia no es "anormal" o raro como crees que es desaprobar en una materia. Que yo sepa tu papá es profesor de Lengua y aún podiendo ser la mejor, desaprobaste. Y no está mal.

 Ámbar miró a Mia, Esther me miró a mí y desvió su mirada hacia Mia que estaba desesperada por responder algo. Se notaban sus nervios por decir algo, entonces hizo lo que todos sabíamos que iba a hacer: hacerse la víctima.

— Bueno pero no es mi culpa pensar de una manera, me pudieron educar así y yo, yo no tengo que aprobar siempre porque mi papá sea profesor de Lengua y, y... Yo, eh —se quedó callada. No sabía que decir, me acerqué a ella y le dije:

— Vos lo acabas de decir, "no tengo que aprobar siempre porque mi papá sea profesor de Lengua", como Ámbar no tiene que aprobar siempre porque le vaya bien, Mia.

 Se paró y se fue. Enojadísima a mitad del camino hacia la puerta empezó a correr. Finn entró y ella le pasó por al lado mientras corría, él se dio vuelta y la miró. Confundido miró hacia adelante y cuando nos vio, no entendió qué había pasado.

— Creo que te pasaste —dijo Esther, mirándome seria.

— Y ella también, la hizo sentir mal a Ámbar —dije señalando a Ámbar que estaba sentada todavía en su pupitre.

— Ara, ni siquiera sabés si yo me sentí mal o no —dijo Ámbar—. Sé que no aprobé y que ella hizo una gran dramatización, pero tampoco para que la hagas sentir mal —se encogió de hombros.

— Sí, además ya sabés cómo es Mia —agregó Esther.

— Te defendí a vos —dije mirando a Ámbar— y te ayudé a vos a defenderla también —miré a Esther—. Pero cuando yo hago sentir mal a alguien, ya no importa por qué lo hice. No creo que te recalquen que reprobaste sea algo lindo Ámbar, tampoco que te hagan gestos de disgustación y eso. Hice lo que creía que debía hacer, ustedes se ganaron hacerme sentir mal a mí y seguramente "esté bien" porque no soy Mia.

 Me fui con humo que me salía de las orejas a mi casillero. Puse mi clave y no se abría, la volví a poner y seguía sin abrirse.

— Casillero de... —susurré.

— ¿Querés que te ayude? —Finn preguntó detrás de mí. Se veía que alguien sí quería ser amable conmigo, pero por mi mala onda sabía que mi respuesta no le agradaría mucho.

— Puedo sola —dije sin mirarlo. Él se rió—. ¿Qué es tan gracioso?

— Sé que podés sola, cómo dejaste sin palabras a Ámbar y Esther ahí adentro, fue admirable. Cuando te fuiste estaban sorprendidas, no podían cerrar la boca —dijo con una sonrisa, podía sentirla. Yo también sonreía, las había dejado sin palabras.

— Um... Gracias —le dije.

— Sé que nos conocemos hace poco, pero rememoremos ese momento yendo a tomar algo, ¿qué decís? —preguntó.

— Está bien —ni siquiera me molesté en dejar mis cosas—, vamos.

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⏰ Last updated: May 08, 2017 ⏰

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