Adorable.

Llanto.

  Seguí corriendo hasta que encontré a Jeno en una banca, solitario. Parecía muerto de frío haciendo a la escena mucho más dramática. En silencio me acerqué hacia él y le coloqué mi chaqueta. Sorprendido, se dio vuelta mirándome fijamente.

—Hyung... —dijo, con una expresión decepcionada, sabia que no quería que fuese yo pero decidí ignorar mi dolor, en este momento era el menor quien necesitaba ser consolado—. ¿Qué-qué sucede? ¿Por qué estás aquí? —preguntó,  conteniendo las lágrimas. Me senté al lado suyo y lo abracé fuerte. No aguantó más y se largo a llorar.

—Sh, pequeño. Nadie debería causar tu llanto —le dije al oído mientras acariciaba su espalda. Sentí como Jeno asentía sobre mi pecho—, menos Jaemin. Lo quiero pero fue un idiota al no darse cuenta de tu amor hacia él.

—¿Qué? ¿Lo sabía? —preguntó elevando la vista, con ojos curiosos y mejillas avergonzadas. Me miraba como un cachorrito siendo reprendido y no pude evitar sonreír enternecido. Incluso en estás situaciones sigue siendo adorable.

—Todos menos Mark y Jaemin sabíamos de tu enamoramiento, pequeño —le respondí mientras lo veía enrojecer—. No te preocupes, nadie te juzga ni nada por el estilo —dije para intentar levantarme, cosa que no funcionó ya que el menor se aferró más a mí.

—JaeJae hyung... —dijo esperando respuesta. Al recibir un "hmm"  de mi parte prosiguió—. ¿Podemos quedarnos un rato así, abrazados?

—Claro, pequeño —respondí para acomodarlo entre mis brazos, abrazándolo fuertemente.

  Mi corazón jamás se cansará de asegurar que Jeno es adorable.