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El ascensor se movia a trompicones, por un momento haciéndo saltar a su corazón hasta la garganta cuando cayó varios metros y luego se detuvo de golpe, negandose a avanzar hasta que Noodle tuvo que quitar el panel de control y juguetear un poco con los cables. Había pensado que incluso Murdoc tendría el suficiente sentido común como para mantener la cosa que lo llevaba de un piso a otro cada vez que necesitaba, en buenas condiciones, pero al parecer le estaba dando mucho crédito. Al menos había mantenido su vieja costumbre de tener todo su estudio conectado con cámaras en la web, por lo que con la investigación que había hecho en el barco, antes de ser destruido, ya sabía justo donde tenia que ir y no tuvo que pasar mucho tiempo buscando el ascensor.

El hombre de mantenimiento que vio cuando bajó la ignoró por completo, por lo que ella lo ignoro de vuelta. No era al que ella estaba buscando. Bajo por un pequeño tramo de escaleras y allí estaba, el armario, justo donde lo había visto en la camara... y dentro estaba la copia de ella misma de hace cuatro años. Claro, si alguna vez hubiera tenido docenas de cables conectados a su cuerpo.

Por un momento sólo podía mirarla. Verlo en una pantalla era una cosa, pero no fue hasta que estaba de pie delante de ella en carne y circuitos cuando realmente la golpeó lo perversa forma en que su propio cuerpo podia verse. Nunca se habia visto tan vacía, estaba segura, ni siquiera cuando todos sus recuerdos de la oscura base militar volvieron.

Noodle quería irse ya, para cazar a Murdoc y romperle la nariz la novena, décima y undécima vez sólo por lo que ya sabia que habia hecho, pero decidió qué había de ir a buscarlo hasta que en realidad supiera todo lo que había hecho, así que aun no podía, no todavía. No cuando no estaba segura de la magnitud de sus crímenes. No cuando no podía confiar en que él sólo habia hecho al robot para que tocara la guitarra y para darle a los fans algo visual con forma de ella.

La cosa no respondio a su presencia mientras se acercaba, no hasta que agarró el dobladillo de su camisa. En el momento en que la tocó sus ojos se abrieron y su boca se abrío también, dejando al descubierto el cañón de un arma de fuego que sobresalía de entre sus labios. Y de repente se hizo aún más preocupante que Murdoc pudiera hacer que su cara fuera capaz de hacer eso.

"Basta." dijo Noodle, y se quito la máscara de la cara para que pudiera verla. "¿No sabes quién soy? Ese es mi cuerpo también, tengo derecho a verlo."

A pesar de que lo había dicho con firmeza, como si no tuviera ninguna duda de sus palabras, estaba realmente sorprendida cuando parecieron funcionar y el cañón se retiró por su garganta. La Cyborg la miró de cerca y luego agarró su cara con una mano, su agarre mecánico era lo suficientemente fuerte como para no sorprenderle si le dejaba moretones, giró su cara hacia un lado para observar el moreton alrededor de su ojo. Se abrió su boca de nuevo, pero todo lo que salio en esta ocasión fue una serie de pitidos agudos.

Noodle no esperaba la pena que sintio bajo la sorpresa por el sonido. "Pobrecita" le dijo "¿Ni siquiera te dio tu propia voz? No, no somos tan iguales ahora que te escucho. Pero necesito ver que tan diferentes somos."

Cuando sus manos fueron a la camisa Cyborg no reaccionó, le permitio desabotonarla y empujarla fuera de sus hombros tanto como los cables se lo permitian. Mantuvo los ojos fijos en el piso al principio, casi temiendo mirar hacia arriba. "¿Por qué tienes ombligo?" preguntó en voz alta a pesar de que sabía que la Cyborg no podía responderle y probablemente no sabía en cualquier caso. Presionó su dedo en contra de su estómago y su cabeza se sacudió simplemente por que se sentia como carne de verdad, como su propia carne. Su piel, vio, era de exactamente el mismo color.

Lentamente miro hacia arriba, catalogando las diferencias que encontraba mientras lo hacía. No eran muchas, si pensaba en su imagen de sí misma hacia unos pocos años; había una cicatriz o dos, de cuando había estado en el entrenamiento para ser un super soldado, que no estaban y la Cyborg tenia un puerto de acceso para sus cables de energía añadidos aquí y allá, pero por lo demás bien podría haber sido iguales. No es hasta que llegó a su pecho cuando una pequeña cantidad de tensión abandonó su cuerpo.

No había nada más que piel plana extendida sobre sus costillas, sin pequeños pechos para que sucias manos jugaran, ni siquiera tenia pezones.

Pero esa era la menor de sus preocupaciones. Todavía había peores posibilidades, y no podía irse sin ver si eran verdad o no. Se arrodilló delante del Cyborg y esta le permitió bajar su falda tan fácilmente como la había dejado quitar su camisa después de ese primer momento de tensión, dejo al descubierto bragas de algodón liso debajo. Eran del tipo que se habría puesto a sí misma, nada provocativo. Incluso podrían haber sido de las que dejó cuando se fue de Kong; ¿por qué Murdoc gastaria dinero en ropa nueva cuando bien podía ponerle la vieja ropa de Noodle y le quedaría perfectamente?

Noodle enganchó sus dedos sobre la cintura elástica, en realidad no queria explorar más a fondo, pero sabia que tenía que estar segura, realmente tenía que estar segura. Y les dio un tirón hacia abajo lo más rápido que pudo, sin apartar la vista de la piel que habían estado cubriendo, temiendo lo peor y hallando...

Que la zona en la cúspide de sus muslos era tan plana y sin rasgos como la de una muñeca Barbie. Empujó sus piernas separadas y vio entre ellas sólo para estar segura, pero realmente no había nada, ni siquiera, cuando le dio la vuelta, la grieta de su trasero. Presionó su mano contra la piel entre sus piernas, mirando hacia arriba a su cara para ver si causaba alguna reacción en absoluto, algo que pudiera utilizar en contra de Murdoc, pero su única reacción fue mirar hacia abajo con curiosidad.

Noodle dejó que todo su cuerpo se relajara, suspirando de alivio, su cabeza cayendo hacia adelante hasta que aterrizó en un lugar que habría sido bastante incómodo con cualquier otra persona, pero no significaba nada con su duplicado. Era exactamente igual que su yo más joven en casi todos los detalles, a excepción de las partes que habría sido imperdonable que Murdoc hiciera para uso más allá de sus habilidades como guardaespaldas y guitarrista. Incluso el único orificio real que tenía se volvia una pistola.

Tal vez eso significaba que cuando se enfrentara a él no sería necesaria tanta violencia después de todo.

Auto-exanimación [Cydle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora