Capitulo 3.-

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Por lo normal venir a un club nocturno era algo que me gustaba. La música era algo que realmente disfrutaba y beber era algo bueno... este día no. Mis nervios estaban de punta y me costaba no intentar aventar a todos fuera de mi camino, la canción que sonaba era una que me gustaba pero ahora no hacía más que enojarme más. Podría estar divirtiéndome pero hoy me tocaba hacerla de niñera... bueno no solo hoy. Unos treinta días.

Para mí no debería ser mucho dado que para los ángeles 100 años era igual a uno. Yo envejecía cada 100 años se podía decir que tenía 23 años, 2,300. Si, se suponía que el tiempo debería ser más llevadero, pero era todo lo contrario.

Alguien me saco de mis pensamientos al tocar mi cintura y juraba que le iba a arrancar los brazos. Me gire buscando una pelea para dejar salir un poco de mi tensión.

-Tranquila- Gad me sonrió mientras me entregaba un vaso.

Sin pensarlo lo lleve a mis labios, olía como coñac pero yo tenía la esperanza de que fuera lo mismo que me dio ayer para poder desmayarme.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?

-Me lo dijo Sarik- tomo mi brazo y se hizo camino hacia la barra.

-¿Sabias lo que me iba a pedir?- mi tono fue acusador pero él siguió serio mientras negaba y pedía otro trago.

-No, me lo dijo Sarik apenas y me envió contigo para que no mataras al pobre tipo.

-¿Pobre tipo?- él me dio el otro trago y lo tome hasta el fondo otra vez mientras me recargaba y busca por él "pobre tipo". Pero parecía no estar aquí. Ojala y ya lo hubiera atropellado un coche.

-¿Quién es?- él inclino la cabeza con curiosidad.

-Justin Bieber.

Su ceño cambio y empezó a reírse, lleve mi puño a su brazo pero no pude derribarlo. Con un simple humano lo abría hecho pero el ya estaba preparado para mis golpes.

-Pues...- cuando termino de reírse se giro para ver también en el club- no es por molestar pero no veo a tu estrellita por aquí.

-Gad- él se giro al notar mi tono y yo me acerque más- primero es esto- mi voz fue un susurro y pedí un trago mas. Tenía la mirada fija en la nada, Rahab me había dicho que Gab sería una buena opción pero no podría hacerle eso.- Después me obligaran a unirme con alguien. No puedo.

El dejo salir un suspiro cansado y se puso frente a mí, obligándome a que lo viera.

-Lo siento. Puedes solo fallar.

-Sabes que no necesito mas pecados en mi lista. Dejar que alguien se condene solo para tener tiempo no es una de las bajezas que puedo hacer- tome el nuevo trago-... lamentablemente.

Esta vez no me lo tome de un trago, me deje caer en la silla y al escuchar que la música se apagaba y la luz se centraba en un pequeño escenario me relajo un poco. No me había tomado el tiempo de dedicarle una mirada al lugar, más que un club nocturno parecía un bar. No había tantos adolescentes y por lo que parecía abría música en vivo. Lugares como estos no me gustaban se sentía más personales. En los clubs había solo música ensordecedora y la suficiente poca luz como para encontrarte a personas casi follando. Gad tomo mi mano y le sonreí, él ya había pedido una botella y llene mi vaso hasta el tope. Solo esperaría unos minutos más si él no aparecía me largaría.

Las pocas voces de conversaciones se acallaron y yo lleve mi mirada a mi reloj 9:35

El solo de la guitarra puso mi piel de gallina y no pude evitar alzar la vista hacia él escenario como todos.

Sálvame: 31 días (Justin Bieber y Tu)Where stories live. Discover now