Los Exiliados

Segunda Cámara Los Moradores segunda Parte

Mis sentidos están todos activos, todos se agudizan, puedo sentir el olor de la sangre, puedo sentir miedo, puedo sentir excitación, hasta puedo jurar que siento a la muerte cerniéndose, mi ojos están enfocados únicamente en esa criatura, pero, mis otros sentidos están atentos a cualquier cambio en mi entorno.

En ese momento logró recordar algo de mi pasado.

-¡Niña estúpida! Grita mi maestro, - siempre debes de estar pendiente de lo que te rodea, para eso tienes todos esos sentidos -tacto, gusto, olfato, sentido, vista, incluso ese sexto que te advierte, todos ellos trabajando juntos pueden ser la mejor arma cuando estás al acecho o estas siendo acechada, intenta de tocarme al menos hacerme una pequeña herida- bufa mi maestro- intenta predecir mi próximo ataque-.

Aun así vuelvo a fallar, él me pega un cogotazo, lo miro muy enojada mientras sobo mi cabeza,

El sigue golpeándome, una y otra vez con la parte plana de la espada, en mi trasero, mientras intento golpearlo aunque sea una vez, pero la frustración de no lograrlo me va irritando mas y mas.

-¡Ahg! No logró hacer esto,-¡es frustrante!-

- tu tomaste la decisión de aprender a defenderte, ya no querías pasar lo mismo de la ultima vez, mocosa, aprender un arte como el de la espada incluso de la Guerra no es fácil, todo se gana con la experiencia. Incluso yo tuve problemas al aprender, todo está en la práctica, en tu determinación y en cuanto estas dispuesto en sacrificar por ser el mejor, pero recuerda siempre estar pendiente de tu entorno, por que nunca sabes de donde podrá salir un enemigo, siempre tienes que prever que ese no será tu único enemigo y nunca te rindas, si eso implica a perderte a ti misma.

-¡Si lo se!, viejo verde.

Cuando siento otro planazo en mi trasero, ¡auch!.

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-sonrió ante este recuerdo, y me emociono ante ello, quizás podría algún día saber quien soy realmente e incluso saber mi nombre- !concéntrate¡- me digo a mi misma en un susurro-. Me dirijo a donde se encuentra esa cosa grotesca, logró esquivar uno de sus zarpazos rodando a mi izquierda, me levanto y logró quitarle una de las falanges de sus largos dedos, este aúlla del dolor y se ensaña en seguir atacándome, mientras le doy tiempo a los otros guerreros de ayudar a sus heridos, él continúa en su ataque y yo continuó alejándolo, esquivándolo, cortando de vez en cuando y recibiendo uno que otro golpe y corte, al fin logró esconderme detrás de una columna cuando veo que las garras dejan completamente rota la columna, esta vez subo por unas secciones que hay en la pared y logró lanzarme y enterrar una de las espadas en su espalda, la dejó allí, caigo y ruedo por el piso, recojo otra espada, cuando voy al contraataque nuevamente, soy lanzada lejos contra una pared y del golpe todo el aire de mis pulmones es sacado de ellos.

Esta vez la bestia viene nuevamente contra mi y logró desviar uno de sus golpes con una de las espadas y soy lanzada, hacia un lado, -su fuerza es tremenda-, giro y logró ocultarme nuevamente y me concentro en las dos presencias que me acechan, uno de ellos es un mago, como lo se por que siento que mi cuerpo se electriza con el hechizo, incluso desde acá no puedo ocultarme de su magia.

Salgo corriendo y la cosa viene en mi busca, hasta ahora es que logro detallar un poco su cara, puedo ver que esta algo cadavérico, su piel es grisáceo verdoso, así como los cuerpos en descomposición, el hueco de sus ojos se hayan sin vida, como una marioneta, solo con oscuridad y hambre, así que empiezo a llamarlo"skulls", el viene en mi busca, logró correr por la pared y caigo detrás, entierro otra espada que termina atravesando su garganta y este cae.

al percatarme de la cercanía de el mago, ya era tarde, este logra alcanzarme con un hechizo de expansión y soy lanzada nuevamente por los aires por la ráfaga que la explosión causó. Me incorporo nuevamente y trato de acercarme para poder atacarlo, pero nuevamente soy repelida por un campo de protección, y no logró percatarme que el skulls se esta acercando y logra enterrar sus uñas en mi estómago,-¡aaahhh!- Grito de dolor y soy lanzada nuevamente y me deslizó por el suelo dejando una mancha carmesí.