Condenados a estar juntos.

Capítulo 6 "Una Nueva Vida"

Eduard

¡Ya está! Todo está hecho y no hay vuelta atrás, estoy casado con una bella italiana, de la que sé muy pocas cosas de ella, aunque su manera de ser me intriga bastante; admito que es muy hermosa y muy ardiente, aún recuerdo aquel día en que chocamos, y aprecié sus curvas, sus muy sensuales y definidas curvas y las demás partes de su cuerpo, en aquella diminuta ropa deportiva, pero lo más sorprendente son las cosas que tenemos en común.

Aunque no quise, la abuela insistió en que debíamos de tener por lo menos dos semanas de luna de miel, y que la llevará a Hamburgo donde mis padres tenían una casa ahí, lo cual no sabía de su existencia, por lo que decidí aceptar.

El sentir los rayos de sol, hacen que abra mis ojos, pero vuelvo a cerrarlos ya que es bastante molesto, espero unos minutos y vuelvo abrirlos lentamente para que la luz no cause daño en ellos, me levanto con un leve dolor de cabeza y voy hacia el baño, donde lavo mis dientes y cara.

Un exquisito olor a comida, hace que me dirija a la cocina donde encuentro a una Noah envuelta en una bata de seda y preparando lo que creo que es el desayuno.

- Buenos días Noah. - digo y ella da un saltito asustada.

- Buenos días Eduard ¿cómo te encuentras? - me dice y frunzo el ceño al ver que tiene unas grandes ojeras como si hubiera pasado una horrible noche.

- ¿No recuerdas nada de lo que sucedió a noche? - eso llama mi atención, ya que no recuerdo nada de que estará hablando.

- ¿De qué hablas Noah? - le pregunto. - no recuerdo nada de lo que pasó anoche, podrías decirme que sucedió? - ella resopla y asiente.

- En la madrugada escuche unos gritos, al principio de asuste un poco pero después me levanté para ver de dónde proveían y al caminar por el pasillo encontré la habitación de donde sobresalían y me llevé la sorpresa al ver eras tú quien gritabas y trate de despertarte y cuando lo logré te ayude a calmarte porque estabas inquieto y luego de unas palabras más quedaste profundamente dormido y me quede a cuidar que pudieras dormir bien. - dice y continúa elaborando el desayuno.

- Yo... yo. - tartamudeo un poco, ya que no sé que decirle. - siento haberte despertado y más que te quedaras despierto por mí. - le digo pasándome las manos por la cara, no aguanto el dolor de cabeza.

- No te preocupes de todas formas, no hubiese podido dormir sabiendo que te sucedía algo., ahora espero que te guste lo que preparado - dice y me entrega el desayuno que realmente se ve apetitoso y así sin más comienzo a devorarlo y me deleito con lo delicioso que esta.

- Gracias, está muy delicioso. - digo entre bocados y la observo reír mientras empieza a comer el suyo y el sonido de su risa es lo más bello que he escuchado en mucho tiempo.

- Que bueno que te haya gustado. - dice.

Terminamos de desayunar y ella recoge los platos para limpiarlos, como todo caballero que soy me levanto y voy a ayudarla, aunque después de debatir unos segundos me deja hacerlo, cuando terminamos decido ir a la parte detrás de la casa para descansar un poco y pensar que hacer en los días que tengamos aquí...

¨Una nueva vida¨

Noah.

Mientras relaté a Eduard todo lo que había sucedido anoche y se quedó pensativo en silencio, más bien parecía que estuviera en otro lugar o se quedara en u trance; así estuvo por unos minutos hasta que terminamos de desayunar en un silencio sepulcral, dándome las gracias por lo bueno que estaba, gracias a que mi nana me había enseñado desde pequeña a cocinar.