Identidades Ocultas

¿Hogwarts?

~~~~~~En el anterior capítulo~~~~~~

—Vernon, llegó la carta de Harry—dijo alarmada Petunia mientras le entregaba tal carta a su esposo en la mano

—No hay nada que podamos hacer más que apoyarlo, sabíamos que este día llegaría—acepto frustrado y con el ceño fruncido Vernon mientras aceptaba la carta y la apretaba un poco por el nerviosismo—Por eso es que hoy hay que celebrar, es el último día que pasaremos con nuestro hijo en su vida muggle—continúo Vernon con una sonrisa algo deforme y maltrecha, quería olvidar su propio sentir para apoyar a su hijo adoptado.

~~~~~~~~En este capítulo~~~~~~~~

Pero nadie se imaginaba lo que pasaría después de llegar del zoológico, nadie imaginaria que el don de la magia, que el ser del destino, que la vida misma cambiará las cosas de una forma bromista y puede que hasta algo cruel.

—Oye~ Oye~ Harry ¿que es esa carta extraña? ¿Porqué esta en la puerta?—pregunto Dudley mientras movía el hombro de su primo, casi hermano.

Los ojos verdes del azabache relucieron en curiosidad, justo cuando iba a tomar la carta Petunia la tomo delicadamente con lágrimas en los ojos, por su cuello largo y su buena vista había visto el destino que sellaba esa carta, el nombre estaba escrito con perfecta ortografía y con una delicadeza casi inhumana

Estimado Señor. Dursley Dudley

Nos complace anunciarle que ha sido usted aceptado en Hogwarts Colegio de Magia y Hechicería

Número 4 de Privet Drive, habitación de Dudley

Director: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

Petunia se desmayo en ese momento, Vernon a su lado la sostuvo y con cuidado la dejo en el sillón grande, luego fue a su habitación, sacó la carta de Harry y las llevo con él a la sala, al parecer él tendría que explicar todo, sí, estaba igual o peor que Petunia en ese instante, pero era un adulto y como eso se tenía que comportar. Se arreglo su cabello con la mano y dio un gran suspiro antes de ver a sus hijos

—Tío Vernon ¿Porqué Tía Petunia se desmayo?—pregunto el azabache desde un sillón individual a donde había ido después de ver a los adultos de esa forma, algo le decía que iban a tener una gran platica y así con sus ojos fijos en su tío espero la respuesta

—Si papá ¿porqué se desmayo mamá? ¿Acaso la carta es tan mala?—pregunto preocupado Dudley mientras miraba a su mamá, él estaba en el otro sillón individual, justo al lado izquierdo de Harry, que estaba en frente del sillón para cuatro personas en el que se encontraba reposando su madre

—No es malo-afirmó Vernon, aunque su cara era un dilema entre la decisión de sí era bueno o malo—Pero es algo que muy probablemente cambie nuestras vidas...

—Mientras no sea malo—dijeron los dos niños al mismo tiempo encogiéndose de hombros, luego comenzaron a reír por lo que hacían, podían decir lo mismo que el otro al mismo tiempo, como si se leyeran las mentes mutuamente, sus tíos habían pasado por muchos problemas por esa linda maña

—Pues, supongo que es mejor darles las cartas—soltó en un suspiro Vernon, luego les paso las respectivas cartas a sus hijos y vio sus expresiones, como siempre Harry tomo la delantera y comenzó a leer analizando todo, en una seriedad absoluta, leyendo la presentación, un colegio de magia, los extravagantes saludos, las felicitaciones, todo y pues mientras Dudley se salto todo, las presentaciones y fue al grano viendo las partes interesantes, como la magia, el director, las lechuzas, pensó en el programa de televisión que había visto el día anterior con su primo y dijo divertido la frase que describía como se sentía

—Si esto es real podría valer mucho dinero—entonces volteo a ver sonriente a su padre esperando que este le dijera que era una broma, que era muy listo, pero este estaba mudo ¿Cómo explicarle a un niño de once años que todos los cuentos de los que le habían aclarado no existían, en realidad eran ciertos? ¿Cómo decirle que tendría otra vida? ¿Cómo decirle que sería despreciado por otras personas por provenir de donde provenía? ¿Cómo expresar algo de lo que no sabia nada?

Solo eso rondaba por la cabeza de Vernon y Harry lo comprendió, así que decidió hablar

—Dejame llamar un experto—continuó la broma de su primo que ahora estaba serio y preocupado, entonces interpreto el papel del experto—Es verdadero—pero cambio el resultado del divertido show.

—¿Verdadero? Pero se supone que aquí va lo de es falso—contestó ahora Dudley ahora un poco más relajado

—Pero es que no puedo mentir, sobre algo que se es verdad—contestó Harry mientras sonreía—¿Recuerdas que te he hablado de mis padres?—pregunto el de ojos esmeraldas y ante el asentamiento de su primo continúo—Ellos eran magos, siempre me pregunté de donde venían esos poderes con los que hago las cosas que hago en la escuela, así que es verdad, no hay de otra ¿o no tío Vernon?—y fue ese momento en el que su mente paro y decidió que pasara lo que pasara el enfrentaría a cualquiera por sus hijos

—Así es Dudley, los padres de Harry eran magos, la hermana de tu madre era bruja—y entonces al ver la cara de susto de su hijo siguió sonriendo con ternura—Pero no es lo típico que tu imaginas, no tenía verrugas, ni era mala, escucha Dudley, yo se muy poco de ese mundo que se esconde del ojo de los que no tienen magia como tu madre y yo, pero quiero que sepas que pase lo que pase yo siempre te apoyare para lo que necesites—afirmó y entonces agrego—Se que tu lo entiendes todo Harry, pero tu también eres mi hijo y por eso te protegere igualmente, ahora vengan aquí, que se que quieren llorar—finalizó abriendo sus brazos, pues vio el instante en que a sus hijos se les aguaron los ojos, pues el casi nunca decía nada así de sentimental, con esas palabras dichas los dos niños se lanzaron a abrazar a su padre/tío

Después de un rato en donde los niños habían llorado y abrazado a su padre conmovidos por lo que este les dijo, estos rápidamente recuperaron su esencia, Harry volvió a ser ese tierno, serio e inteligente niño, mientras que Dudley recupero su lado bromista, tierno e hiperactivo. Los dos comenzaron a saltar por toda la casa cantando sobre su nuevo colegio, el colegio de magia y hechicería Hogwarts, el cual les traería muchas sorpresas en el futuro.

—Bueno niños, dejen esa diversión y vayan a contestar las cartas e inmediatamente a dormir se van, pues mañana tenemos que comprar todos los útiles para su nuevo colegio—dijo y ordenó Vernon mientras los bajaba de los sillones individuales y se divertía con la canción tan graciosa que los chicos habían cantado.

En ese instante Harry tomo la mano de su primo y corrió por las escaleras para cumplir con las órdenes aunque su primo se quejo por ser mangoneado de esa forma. Ambos tenían sueños sobre lo que pasaría, ambos estaban ansiosos por el día siguiente y aun así apenas tocaron su cama terminaron rendidos por el día que habían tenido.

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Hasta la siguiente actualización, el Callejón Diagon, un día familiar