207 33 11
                                    

Has causado en mí,
el más rudo despertar,
de esos sentimientos,
que amordazados están.

Ellos, quisieran gritar al mundo,
hablar de este amor,
que sentenciado está,
guardar silencio por la eternidad.

Es un amor que  condena,
por vivir y sentir en libertad,
volar al más allá,
sin vallados ni fronteras.
Aunque en sí, este se encuentre,
entre rejas de principios,
razones y designios,
allí,
siempre encarcelados.
Su alimento, el bello imaginar,
provocando los sentidos,
hasta hacerlos estallar,
llenando de lágrimas los ojos,
logrando en mí,
lo que nadie pudo lograr,
llenar mi corazón,
de tanta felicidad.
Un poema, una canción,
vendas en mi alma,
besos y caricias
a mi marchito corazón.

La Voz del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora