Capítulo 19.

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Al verla Kilan no aguanto la felicidad que en el estaba y soltó una sonrisa, se encontraba un poco sonrojado, ninguna chica lo hacía sentir así solo ella, Aida.

Ella se acercó y lo abrazo mientras que le susurraba al oído: buen partido cariño. Al escuchar esas palabras Kilan se sonrojo más de lo que estaba.

¿Que le pasaba? ¿porque le sucedían esas cosas? no lo sabia, estaba tan asustado como emocionado. Aida lo tenia loco y sospechaba que eso era lo que quería, ella lo separó un poco y dirigió su mirada a los ojos de Kilan.

-Ese gol que me dedicaste tiene una recompensa.

Así que Aida al decir esto lo rodeo con sus brazos y comenzó a besarle.

La acción lo tomo por sospesa un poco pero al salir del estupor Kilan no hacía nada más sino besarla y rodearla con sus manos, no quería que ese beso acabara, Kilan bajo sus manos y agarro la cintura de Aida para tener el control sobre ella y está fue una estupenda decisión. Aida siguió y siguió besándolo hasta quedar sin aliento.

Era un beso que ambos querían y deseaban con todo su corazon y no podían creer que por fin se estaba dando.

Al separarse Kilan​ la miro sonriendo.

-Si esas recompensas me las darás cada vez que te dediques un gol, ten por seguro que te dedicaré muchos goles mas.

Aida soltó una sonora carcajada que hizo que el se la quedara mirando embobado con lo hermosa que era.

El comentario era algo de esperase de Kilan, todos sabia que era un coqueto y mujeriego y con la chica que le gustaba no podía quedarse atrás, con ella debía ser coqueto y muy caballeroso y parecía que lo estaba haciendo muy bien, ya tenía a su chica. La había besado y ya la estaba conquistando, todo era muy hermoso y maravilloso.

Ugh, incluso estaba sonando cursi.

Kilan el hombre mujeriego, se había enamora, y de quien menos hubiera pensado.

El necesitaba más, así que decidió coger la mano de Aida y invitarla a comer y está nunca le iba a rechazar una salida a Kilan así que ambos recogieron sus cosas y se dirigían al auto de Kilan y salir rumbo a su "cita".

No hacia falta decir lo emocionada que se encontraba Aida.

Un amor incondicionalWhere stories live. Discover now