Vivir con padres separados nunca fue fácil para mí. Apenas tenía doce años cuando vi a mi papá despidiéndose de mí y mis hermanas con una valija en la mano.
Fueron tiempos muy difíciles, en donde no podía lograr nada que me proponía. El colegio iba cada vez peor y no tenía a ningún amigo con quién hablar.
Todos ahí me trataban de lesbiana y sólo por vestir con jeans y camisetas de bandas, lo único que hacían era que me sintiera peor de lo ya me sentía y terminara siempre sola llorando.
Cuando el día terminó me fui del colegio lo más rápido que pude, pensando que en mi habitación estaría un poco mejor pero cuando llegué me encontré con mi mamá hablando por teléfono.
-No vamos a volver Joey, me voy a ir con las chicas.-
-Pero Christie, por favor dejame verlas aunque sea.-
Ella se quedó pensando por unos minutos y suspirando dijo.
-Bueno, pero que sea rápido.-
-Gracias. ¿Ya lo saben?-
-No, McKayla está durmiendo y Ericka y Hayley siguen en el colegio.- Justo en ese momento entré en la cocina. Al verme mamá se sorprendió. -Hayley.-
-¿Qué está pasando?- Le pregunté mirando las cajas con todas nuestras cosas.
-Después te llamo Joey.-
Cortó y se acercó, pero yo no quería escuchar solamente quería salir de ahí y alejarme lo más posible.
Caminé hasta una plaza y sentándome en un banco empecé a llorar. En eso, alguien se me acercó.
-¿Hayley?-
-¿Qué hacés acá Jeremy?- Le pregunté enojada.
-¿Qué pasó?- Se sentó a mi lado y me abrazó, haciendo que volviera a llorar.- Tranquila, yo estoy acá. Sea lo que sea.-
-Mis papás se van a separar, y seguro que nos vamos a mudar.-
-¿¡Qué!? Pero ¿a dónde?-
-No sé. Y eso es lo que peor me pone, no quiero irme de acá. No quiero dejarlos, vos y Dakotah son mis únicos amigos.-
-Tranquila. Si es verdad que vas a tener que mudarte podemos juntarnos una última vez los tres y despedirte como te lo merecés. Además vamos a seguir hablando.-
Me ayudó a levantarme y caminando terminamos en un café. Mientras esperábamos a ser atendidos le conté a Jeremy lo que había pasado en casa. Realmente estaba cansada de tener que llegar y escuchar cómo mamá discutía con papá por teléfono, y también me ponía mal por mis hermanas. Eran demasiado chicas como para que tuvieran que escuchar esas cosas.
Cuando llegamos a casa, mamá seguía hablando por teléfono con alguien.
-¿Y cuándo puede venir el camión? Me habían dicho que para hoy a la noche iba a estar. Bueno, mañana temprano los espero.-
-¿El camión de la mudanza no viene?-
-Hayley. No al parecer tienen otra casa que trasladar.- Dijo ella y mirando a Jeremy agregó.- Hola Jeremy ¿Cómo estás?-
-Bien. Perdón por todo lo que está pasando.-
-No te preocupes. Los adultos a veces peleamos y bueno ya saben.- Nosotros la miramos y ella volvió a decir.- ¿Por qué no van a tu cuarto así Jeremy te ayuda con las cosas?-
Subimos y una vez en mi habitación, agarré mi valija y empecé a meter toda mi ropa. Remeras, pantalones, camperas todo iba para guardar. Jeremy empezó a ayudarme con los libros, los discos y demás cosas, mientras estaba en eso me dijo.
