Mantén la calma.

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Emma.

—Su nombre es Logan y es un imbécil.—Sentencié al ver a mis amigas esperando la devolución del encuentro.

—¡¡Ayy!! ¡Ya tuvieron su primera pelea!— dijo Mara burlándose.

Todo el grupo rió, menos yo, obviamente.

—Son unas idiotas.—Dije rodando los ojos.

—¿Más o menos que él?

—Definitivamente menos que él, pero si siguen así, lo van a alcanzar.

Se miraron todas de forma cómplice. Y empezaron a cantar.

—Emma esta enamorada, Emma esta enamorada.

Bendito grupo de amigas que tengo, pensé.

Siempre emparejándome con el chico menos indicado. Todavía recuerdo aquella vez en la que les presente a mi amigo de teatro y se burlaron semanas hasta que les confesé que le gustaban los hombres. Hubieran visto sus caras, dignas de una foto.

Sin embargo el grupo de locas seguía sin aprender la lección y burlándose de mí como si no hubiera un mañana.

Si del uno al diez me preguntaran que tan avergonzada me sentía, con respecto a la canción, -o mas bien hit, como decidieron llamarle ellas- definitivamente hubiera dicho tres. Hasta que noté que las chicas no habían dejado de cantar, cuando él se asomó por la puerta.

Pude notar la típica escena de película en donde el chico entra a la sala, mira a la chica, que esta colorada hasta las orejas, y camina hacia ella para coquetearle. Mientras todo el público que los shipeaba aplaudía exaltado.Pero obviamente no paso y no es que yo quisiera que algo así me sucediera. De hecho lo único que quería era dejar de estar colorada y que mis amigas cerraran su boca.

—Solo cállense ¿quieren? Ni que fuera mi tipo.—dije viéndolo.

Pude notar como movía la cabeza en desaprobación mientras se iba a sentar.

Dios me libre de estar con él en el grupo de historia.

Me pregunté que había hecho yo para que me pasara esto. Estar en un grupo con el chico mas imbécil de la historia, mientras mis amigas estarán gozando de la escena con pochoclos, como si de una película cómica se tratase.

Definitivamente no entendía por que me había tratado así. Yo no le había hecho nada.

Una imagen de Logan convertido en el típico viejo gruñón, que asustaba a los nenes se me vino a la mente y no pude evitar reír.

—Señorita Gilmore, veo que esta de buen humor hoy. Y como me ha interrumpido, su grupo será el primero en exponer la próxima clase.—Dijo el profesor.— Espero sus compañeros hayan prestado mas atención que usted, puesto que ya explique las condiciones del trabajo.

Diablos.

¿En que momento el profesor había entrado?

Definitivamente tendría que prestar mas atención o desaprobaría. Y definitivamente no quería eso.

Las clases transcurrieron rápido, y al final de la hora de biología, arreglamos para juntarnos en la casa de Michelle y hacer el trabajo el día Viernes.

¿Adivinen quién salió sorteada para avisarle a Logan?.

Exacto yo, lo peor es que no era avisarle solamente, también tendría que pedirle su número celular, quedando como la chica mas tonta del universo.

Me distraje viendo por la ventana al grupo de primer año y al girar la vista lo vi salir del aula con paso rápido, y lamentablemente no me quedo otra opción que seguirle el paso.

—¡Logan!—Lo llamé intentando alcanzarlo.

¡Dios! Si que caminaba rápido.

Para mi suerte el semáforo se puso en rojo. O no tanta ya que terminé chocando contra su espalda.

—Deberías prestar mas atención a las cosas que pasan a tu alrededor. No es la primera vez en el día en el que quedas al ridículo.

—No vine a pedirte consejos. Vine a decirte que el Viernes haremos el trabajo en lo de Michelle, te pasaremos la dirección por whatsapp, así que necesito tu celular.

—Te lo daré, pero no prometo ir.

—¿Y eso por que? Si no vas te sacaremos del grupo, dalo por hecho. No te llevarás el crédito por algo que no hiciste.

—Haré lo que pueda.—Dijo dándome un papel con su número en él.

El semáforo se puso en verde y sin saludarme se marchó.

Al llegar a mi casa luego del primer agotador día de clases, comencé a preparar la comida. Estaba almorzando cuando mi celular comenzó a sonar. Con el típico ringtong que tengo para las llamadas.

Antes de atender pude ver que quien llamaba era Andy, mi vecino y mejor amigo.

—¡Holaa!—Respondí.

—¡Holaa!—Saludo extasiado.— ¿Cómo fue el primer día de clases de la mejor vecina del mundo?— comentó con su tono alegre.

—Eeh... no me quejo, podría haber sido peor.

—Me alegra escuchar eso. ¿Qué te parece si vamos al parque a la tarde y nos ponemos al día?

—Me parece una gran idea.

—Excelente pasaré por ti a las dos.

—Andy... Somos vecinos— Dije riendo.

—Tienes razón, de todas formas iré a recogerte.

—Está bien, aquí te espero.—Agregue antes de colgar.

Me venía bien un poco de aire libre, ya que luego comenzaría el invierno y el frío arrasaría con mis pocas ganas de salir.

Terminé de comer, y me alisté para irme.

Estaba por comenzar un capitulo de una serie en Netflix, cuando llegó. Siempre tan puntual.

Le abrí la puerta y noté que sus ojos estaban mas verdes de lo usual. Su pelo rubio le caía a los costados de la cara y estaba mojado por lo que supuse que se había bañado .

—¿Lista?— dijo con una sonrisa en el rostro.

—Claro que si capitán.— Dije abrazándolo.

—Entonces, vamos.

Y sin más, emprendimos el viaje a pie, hasta el parque.

Sálvame De Mis Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora