Otro reto

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—Será muy fácil y sencillo. Además no es la primera vez que hago eso tonto—Mukuro se acomodó entre los brazos de Byakuran.

—Lo sé "Leo-kun"—Dijo con sarcasmo el jefe de la familia Gesso.

—Ku fu fu~ Quedamos en no recordar cosas de ese horrible futuro paralelo ¿verdad?

—¿Tsunayoshi está de acuerdo con esto?

—No, ni siquiera sabe. Creé que puede solucionar las cosas hablando con esos lunáticos. Supuestamente son una mafia sin llamas pero creo que se guardan muchas cosas, sino ¿Por qué tanta confianza para enfrentarse contra Vongola?

—¿Y de verdad tienes que ir? Que manden a infiltrarse a alguien de Varia.

—Ku fu fu~ Volveré pronto.

Al día siguiente Mukuro se fue para infiltrarse en la base del nuevo obstáculo de la familia Vongola. Era un pequeño grupo de mafiosos liderados por tipo bastante joven, una descripción muy similar a las familias que poseen llamas. Sin embargo, no habían mostrado señal de poder alguno por lo tanto al principio nadie les prestaba atención. Hasta que de un día a otro comenzaron a llegar notas a los guardianes de Vongola. Notas que hablaban de venganza, muerte y otras amenazas. Tsuna habló el asunto con sus guardianes pero al fin y al cabo era simples notas.

Fue entonces que Chrome desapareció, Vongola la buscó por tierra, mar y cielo pero sin hallar ninguna pista. A Tsuna le afecto mucho, tampoco tenia idea de como encontrarla, esa vez en cambio de una nota le llegó un sobre que en su interior tenía el parche de la ilusionista. Una amenaza clara, pero como era posible que una familia supuestamente sin miembros con poderes pudiera secuestrar a una chica con ellos. La duda recorrió de un lado a otro la mente de Tsuna, y para arreglar las cosas convocó una reunión entre las dos familias. Reunión en que la otra familia no hizo aparición.

Y mientras eso se daba, Mukuro decidió hacer justicia por su cuenta. Iba a infiltrarse, sacar información y ayudar a Chrome.

Y a Byakuran le tenía intranquilo eso, es decir, ¡Ellos se conocieron así! Era estúpido y ridículo tener celos en esta situación, pero la duda rondaba en su cabeza.

Cada cuanto recibía mensajes de un número extraño, donde Mukuro le contaba que todos habían creído su ilusión y que probablemente pronto tendría respuestas. Pasaron alrededor de tres semanas así. Un día no recibió ningún mensaje, a pesar de mirar su celular todo el día, pensó que Mukuro debía estar muy ocupado finalizando su misión y que por eso no podía enviar nada.

Fue cuando pasó una semana sin saber nada cuando se preocupó. Y como miles de ideas se le pasaron por la cabeza decidió contarle todo a Tsuna. Al final organizaron un ataque a la otra familia para acabar con todos los problemas, priorizando el salvar a Chrome y Mukuro. Por suerte el ilusionista había enviado a Byakuran un mapa de su supuesta ubicación, una vieja mansión.

El ataque intento ser una infiltración cuidadosa pero apenas invadieron el lugar enemigo hubo caos. Para los guardianes Vongola fue fácil vencer a los integrantes de la otra familia. Byakuran se separó de Tsuna buscando la oficina del jefe o algo que le diera información, llegó a una habitación apartada de la mansión y allí encontró a Mukuro.

Estaba tirado en el piso cubierto de sangre, la escena lo alteró y corriendo donde estaba lo tomó entre sus brazos.

—Mukuro respóndeme, ¿Quién te hizó esto?—Tenía tanta sangre que él también estaba manchándose.

El ilusionista abrió con esfuerzo los ojos y pudiendo apenas hablar le respondió.

—Debes... Irte... Ahora.

—¡No voy a irme sin tí!

—Ustedes son realmente una pareja encantadora—Un chico apareció de la nada con lo que parecía un arma entre sus manos—Deberían despedirse, de esa manera no me dará tanta pena.

—Tú... Supongo que eres el jefe—Byakuran se paró dispuesto a pelear—Ni siquiera se te ocurra oponer resistencia, no tienes idea de mi poder.

El chico rió.

—No lo sabes ¿verdad?—Apuntó su arma al jefe de Gesso—Esté no es un simple juguete, puedo anular tus poderes. Oh dime, ¿Qué vas a hacer sin tus preciadas llamas?

Y sin decir nada más disparó con toda confianza. Byakuran sintió que algo le atravesó el cuerpo muy fuerte, pero no tenía marca alguna. Recuperó el equilibrio e intento sacar sus llamas del cielo pero nada salía, y ver eso hizó retorcer de risa al jefe de la otra familia.

—¿Qué ocurre?¿Fallos técnicos?

Byakuran se le acercó para darle un golpe, pero recibió una patada. Ese chico tenía una fuerza bestial, su patada lo mandó directo al piso. Su vista parecía fallar y oscurecer cada vez más.

—Una verdadera lástima, las personas como tú son inútiles sin sus llamas.

—¡Byakuran!¡Reacciona!¡Byakuran!— Podía escuchar la voz de Mukuro a lo lejos, ya ni siquiera su cuerpo le respondía e inconscientemente cerró sus ojos.

—¡Byakuran!¡Despierta! —Abrió los ojos con un horrible dolor de cabeza.

—¿Has estado escuchando algo de lo que te digo?—Miró a su alrededor confundido, estaba en su habitación con Mukuro—Por supuesto que no, te quedaste dormido como un tronco.

—¡Mukuro estás bien!—Lo abrazó muy fuerte—¿Qué pasó?¿Cómo nos salvamos?

El ilusionista miro extrañado a su novio.

—No sé de que estás hablando, será que tanto dulce te ha arruinado el cerebro.

El jefe de los Gesso analizó todo, probablemente todo fuera un mal sueño, aún así parecía muy real.

—Sabes, se me ha ocurrido una manera muy buena para encontrar a Nagi. Esos malditos van a pagar el secuestrarla. Voy a infiltrarme en su base.

Byakuran se alteró al oír eso.

—Será muy fácil y sencillo. Además no es la primera vez que hago eso tonto—Mukuro se acomodó entre los brazos de Byakuran.

Había hecho un viaje a un mundo paralelo ¡Ahora le estaba muy claro!


U: Creó que ya no debo más retos.
No sé de donde saque tanta historia para una foto. Ojalá les guste.

Los secretos de ByakuranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora