La Maldición

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Los ojos del hombre se abrieron inmediatamente en un parpadeo e Hibiya observó esos hermosos orbes rosas. Estaba emocionado y feliz de finalmente haber despertado a "Delic" cuando de repente el hombre lo tomó por el cuello de su camisa y con mucha rudeza lo haló más cerca, sus ojos llenos de ira.

—Mocoso, ¿acabas de besarme?

Hibiya miró fijamente al hombre, confundido y aterrado.

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El joven príncipe besó al "hombre quien busca a su alma gemela" esperando liberarlo de su maldición.

Como sea, la "princesa" se convirtió en una bestia cuando se despertó con ira.

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—¿S-sí? —tartamudeó Hibiya, inseguro de porqué él estaba tan enojado.

Furioso, Delic tiró a Hibiya al suelo. El niño cayó sobre su trasero, el duro suelo hiriendolo.

—¡Ow! ¿Por qué fue eso? —gritó Hibiya furioso. Nunca había sido maltratado antes en toda su vida.

Levantándose, Delic le siseó  y se limpió la boca con el dorso de su mano.

Cualquier réplica que Hibiya tuviera, se la tragó cuando se acobardó ligeramente. El hombre era alto y su mirada amenazadora.

—No te atrevas a tocarme de nuevo.

Con esa amenazadora advertencia. Delic salió del estudio azotando la puerta. Hibiya se sentó ahí, su corazón latiendo erráticamente, su rostro sonrojado. No entendía porqué su corazón corría tan violento y su cuerpo entero ardía.

Pero supo que fue humillado por primera vez en su vida. Éste hombre incluso se atrevió a pasar sobre él.

Y odió a éste hombre quien le dio el primer sabor de la vergüenza.

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"El hombre quien busca a su alma gemela" buscó lejos y amplio. Miró a este y oeste, norte y sur. Buscó arriba y abajo, entre la élite y entre el bajo mundo.

Habló con muchos hombres y mujeres, flirteó con toda clase de humanos, durmió con muchos.

Pero cada uno le dejaba más y más vacío.

Sentía un hueco en su interior.

Vacío.

Vacío.

Vacío.

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—Bien, no te he visto en un tiempo. ¿cómo le está yendo al host número uno de Tokyo? —dijo Izaya mientras sorbía de su café y tecleaba.

Delic no respondió mientras arrojaba un gordo sobre lleno de dinero.

—Aquí está la cuota regular —dijo con un encogimiento de hombros.

Izaya se dio la vuelta y revisó la cantidad dentro. —Mmhmm, agradable. Lo admito, definitivamente ganas un montón más que Tsugaru y Psyche juntos.

A la mención del nombre de Psyche, Delic se encogió visiblemente. Izaya sonrió por la pequeña reacción.

—Supongo que has estado ocupado. ¿Ya encontraste al correcto? ¿Has dormido con suficientes personas? —dijo Izaya todo casual, sabiendo cuánto lastimaría al rubio.

Delic permaneció en silencio y se dio la vuelta.

—Psyche está durmiendo con Tsugaru en la habitación así que no quisiera molestarlos. Es tarde después de todo.

Delic afiló los ojos mirando al hombre que le había dado la vida.

—No estoy aquí por él.

—Oh, de verdad. ¿Sólo para tirar el dinero de nuevo? Sé que a veces cuando no estoy aquí, te asomas adentro para ver a Psyche dormir.

—Haha, muy divertido.

Delic se volvió para abrir la puerta a otra habitación, sólo una abertura para ver a un durmiente niño adentro.

—Cumplió doce años ahora. Crece rápido, ¿no lo crees? —Izaya se acercó y miró dentro de la habitación también. Los ojos de Delic barrieron por el oscuro cuarto, notando el desorganizado lío de juguetes.

—¿Caballos? —Delic alzó su ceja por los muchos peluches y juguetes, de lo cuales todos estaban tematizados de caballos.

—Sip, caballos. Le he estado contando muchos cuentos de hadas por lo que se interesó mucho en jugar "¡soy el príncipe del mundo!" —dijo Izaya mientras levantaba las manos al aire y animaba en voz alta, pero todavía apenas por encima de un susurró. —Desde entonces ha estado coleccionando caballos. Sigue diciendo que tiene una princesa a la que necesita rescatar.

Delic bufó. —Apuesto a que tú le implantaste esa idea para empezar.

—Eso hice. Incluso le dije que estabas bajo una terrible maldición~~~ —Izaya movió sus dedos como si invocara un hechizo.

—Lo que sea —Delic cerró la puerta, al menos no despertaron al niño.

—Y en orden de romperla, él necesita besarte. Aunque como que pensó en eso por su cuenta, creo. De todos modos, está muy enamorado de ti, creo. O sólo está enamorado con ser un príncipe, no aseguro de cual —Izaya le restó importancia y volvió a su escritorio para terminar su trabajo. Era tarde, la noche maduraba, y tenía mucho trabajo que terminar todavía.

Delic se acercó a la puerta.

—¿Ya te vas? ¿No quieres ver a Psyche? —preguntó Izaya, la burla en sus diabólicos y alegres ojos.

—Muy divertido —Delic lo fulminó con la mirada una última vez y abrió la puerta.

—Diviértete en tu búsqueda, Delic. Aunque ya sabes lo que dicen, quizá busques lejos y amplio pero la gema que has estado buscando estuvo siempre frente a ti.

Delic bufó astiado antes de cerrar la puerta trás él.

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N/T: No sé que decir, así que lo dejaré ahí. Espero que el capítulo les haya gustado, no se olviden de dejar sus preciosos reviews que personalmente le haré llegar a la autora! /n_n]/~♥

¡Pasen un lindo fin de semana!

Le Petit PrinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora