Mi precioso Diamante ㅣRirenㅣ

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Su expresión cansada y aburrida no desentonaba con la fría gris oficina.

Despertarse cada día a las 6:30 de la mañana, ir en auto por la misma ruta hacia la empresa en donde trabajaba, encontrarse con las mismas personas que muchas veces no mostraban más emoción que él y hacer el mismo trabajo durante diez años en una rutina sin fin estaba consumiendo sus ánimos y su vida.
La pila de documentos que tenía que revisar, como cada día, jamás hacía  mucho por mejorar su estado de ánimo.

Trabajar en el área contable de una empresa es algo bastante estresante y sumarle el hecho de que no era su profesión de ensueño le agregaba pesadez al asunto, la necesidad de un trabajo bien pagado lo llevó a culminar sus estudios en algo que no lo apasionaba pero que lo mantenía en una buena posición económica. No se podía quejar demasiado pero el deseo de algo más ha estado allí desde que hace tiempo.

–¡Levi! buen día.– Allí se encontraba como cada mañana una de las pocas personas con demasiada energía y optimismo para su bien. Una mujer con lentes, cabellos castaños tomados en una cola de caballo y ojos color café. Llevaba trabajando junto a Levi el mismo tiempo, para sus adentros, el realmente admiraba esa capacidad de brillar cada día pero jamás perdía la oportunidad de mostrarse fastidiado.

–¿Qué quieres, cuatro ojos?–– preguntó con su usual tono molesto.

–Emanas felicidad. Tu adorado jefe me ha dicho que nos tiene una sorpresa.– La castaña se sentó frente al hombre que no creía en sus palabras.

–¿Erwin? si claro, quizás la sorpresa es otro pilo de papeles por revisar.– regresó su mirada a los archivos y comenzó a ojear su contenido.

Levi vivía de cómodamente gracias a este trabajo aunque sin pareja o más amigos que sus compañeros, con los que únicamente interactuaba durante nueve horas el estrés y fatiga pesaba más.

–No lo se, enano, él solo me dijo que tendría una sorpresa para sus mejores trabajadores.–

–El señor Erwin llama a su oficina a la señorita Zoe y al señor Ackerman.– Se asomó una chica pelirroja y ojos miel.

–Ya vamos, Petra.– contestó Levi levantándose de su silla.

–¿Qué será? ¿qué será?– Hange caminaba entusiasmada mientras se acercaban a la oficina de su jefe.

Una vez dentro un hombre rubio de gran contextura ñps esperaba con una gran sonrisa.

–Nos vamos de paseo.– Comentó sin esperar que los recién llegados tomen asiento.

Hange detuvo sus movimientos de forma abrupta para dar un pequeño salto seguido de un "¡Si!" mientras que Levi terminó de sentarse para lanzarle una mirada extrañada a su jefe.

–Me alegra que les guste la idea, preparen sus maletas que mañana nos vamos a la playa a primera hora y nos quedaremos allá dos semanas, se pueden retirar.–

–Espera ¿Qué demonios te picó?

–Necesitamos un descanso y lo sabes, no lo pienses mucho. He estado planeando esto durante un largo tiempo y finalmente se dió la oportunidad así que nos vamos.– La emoción brillaba en sus azules ojos.

Erwin se caracterizaba por su excentricidad, es cierto que suele recompensar de buena manera a sus trabajadores pero un viaje que al parecer ha tomado mucho espacio de sus pensamientos fue algo extraño para alguien tan trabajólico.

–Okay.– Respondió aún dudoso antes de salir de la oficina seguido de su compañera que ahora parecía una bola de energía.

–¡Gracias Erwin!.

La idea le agradaba, y mucho, su personalidad calmada lo mantiene muy lejos de reaccionar como Hange. Ir al lo emocionaba.
Cuando era adolescente solía ir de vez en cuando a suefear o simplemente nadar, la sensación de libertad que le brindaba estar rodeado de la inmensidad del océano con el sentimiento de que debajo de él hay un universo desconocido por la humanidad lo cautivaba en gran medida.

Desde que se vio obligado a mantenerse por sí mismo apenas terminando su adolescencia no pudo permitirse más viajes de varios días, más adelante, el trabajo que no lo presionaba al punto de desfallecer tampoco le dejaba demasiado tiempo libre además de las vacaciones que aprovechaba para simplemente descansar.

Esta sería la primera vez que pasaría tanto tiempo fuera y deseaba poder relajarse por completo de la tediosa rutina.

[Editando]