D DE DR. DEATH DEFYING

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-         ¿Necesitas ayuda?

-         No te preocupes, pequeña. Ya puedo yo...

Entonces Girl observa cómo gracias a la gran habilidad de sus brazos, pasa de la silla de plástico sobre la que está sentado hasta su correspondiente silla de ruedas motorizada. Cada vez le asombra más con gestos como este.

-         ¿De verdad que tienes que irte? –le pregunta con su clásica vocecilla persuasora- ¿No podrías quedarte cinco minutos más?

-         Sabes que me encantaría, Sunshine, pero tengo que programar la emisión de esta noche. Hay que decir las cosas mientras queden cosas que decir, ¿no crees?

-         Ya sabes que no me la perderé. Nunca lo hago –sonríe abiertamente.

Y para demostrarle que no va en broma, se apresura a sacar su radiocasete de la desastrosa mochila que siempre lleva a las espaldas, gesto que Dr. D contempla conmovido.

-         ¿Ves? –indica, apretando el botón rojo para encenderlo-. A punto y listo para...

Pero justo en ese instante, la luz del radiocasete se apaga. Girl lo mira extrañada, y le propina un par de golpes para hacerlo funcionar. Lo apaga, lo vuelve encender. Pero nada.

La batería ha muerto.

-         ¡Maldita sea! –exclama enfadada, a punto de tirarlo sobre la arena- ¡Era mi última pila!

Dr. D ríe ante el entusiasmo que le pone la criatura. Y, tras debatirlo unos instantes, gira sobre las ruedas de su silla.

-         Anda, acompáñame –indica aún sonriendo, con un gesto de cabeza-. Podrás escucharlo desde mi estudio.

-         ¿De-de veras? -tartamudea sobrecogida- ¿Me vas a dejar ir?

Se siente como si su banda favorita la hubiese invitado al backstage, porque al estudio de Dr. D sólo van los mejores amigos. Es muy secreto. Es muy VIP.

-         Es lo que acabo de decir, si mal no me falla la memoria –ríe, mientras un rayo de luz se refleja en sus oscuras gafas.

Girl contiene la respiración, abriendo sus ojos de par en par. A la velocidad del rayo, recoge su mochila, se la carga a los hombros, y corre junto a Dr. Death Defying, de camino al que debe ser el sitio más guay sobre la faz de la Tierra.

***

-         No sé cómo puedes saber cómo controlar todos estos chismes, D. –asegura Girl, impresionada ante la enorme cantidad de reproductores y mesas de mezclas que hay colocadas en todas las paredes.

Por no hablar de los cables de colores.

-       Uno se acostumbra -admite, encogiéndose de hombros-.  Aunque, si te soy sincero, hace años que no uso ni la mitad de esos trastos.

Entonces se acerca hacia la mesa principal.

KILLJOYS empieza por...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora