Veintidós (✔️)

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El tratado de la canción

Agatha

Convivir con Harriet era todo un reto.

Es más, diría que era una batalla campal día tras día porque ella no solo intentaba hacer de mi vida un infierno; desordenando mi cama, quemando mis blusas con la plancha, escondiendo mi móvil o incluso colocando sal en vez de azúcar en mi café.

Cosas pequeñas pero fastidiosas.

Infantiles pero brillantes.

El problema en sí, era el hecho de que Casper vivía cegado por la imagen tierna que su hermana profesaba con una simple sonrisa, ya que todos en la mansión, incluyendo al personal se quejaba de su actitud en silencio.

Dándole miradas desaprobatorias que por su rango de inferioridad, que ella misma les hacía recordar diariamente, callaban.

Era un demonio con todos a su alrededor.

Era considerablemente altanera.

E incluso, notablemente sobrevalorada.

Como Regina George en Chicas Pesadas.

Pero con Casper, era diferente.

Podía notarlo.

Él era su eje, hablaban, bromeaban, parecía casi normal.

Bufé.

La Reina Harriet conseguía todo lo que quería e incluso lo que ni siquiera se le ocurría.

Ese era el gran problema.

― ¡Blake me acaba de contar que le ayudaste a escribir una nueva canción! ―exclamó el pequeño demonio rubio al tiempo que mágicamente entraba en el comedor para desayunar con nosotros.

Su hermano a mi costado frunció los labios, llamando por completo mi atención.

Se veía algo nervioso por el comentario.

Eso era extraño.

Muy pero muy extraño.

―Solo lo ayude con el título y algunas frases para el relleno, peque, ―mintió encogiéndose de hombros para restarle importancia. ―Recuerda que Killian ya no está tan inspirado.

―No sabía que cantabas, ―comenté colocando mi mirada en él.

Tocaba el bajo y el violín.

¿Y ahora cantaba?

¿Qué más podía hacer?

¿Volar helicópteros?

―Casper es uno de los mejores cantantes del mundo, ―aseguró La Reina Harriet dando su veredicto final.

Asentí con la cabeza hacia su dirección y luego me volteé hacia el orangután por respuestas.

Evitaba todo contacto conmigo.

Aquello era sospechoso.

Decisiones IncorregiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora