~Salida~

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-Bill bájame -decía Dipper, mientras era cargado por Bill para subirlo a un coche

-nop, tu has echo mucho por mi en los últimos cuatro meses, ahora yo voy ha hacer algo por ti- lo decía alegre y un poco cantado

-¿secuestrarme es tu manera de agradecerme?, si mi tío Ford se entera te va a...

-no se enterara y tengo el permiso de tu tío Stan así que cállate y deja de patear

Bill logro subir a Dipper al auto, pero este aun intentaba salirse del vehículo a como diera lugar

-Bill abre el coche, déjame bajar -decía el castaño mientras intentaba abrir la puerta sin éxito

-solo será un paseo, no pienso perderte en medio de un bosque o dejarte solo en la esquina de algún lugar -encendió el coche y empezó manejar hacia el centro de Gravity Falls

Ya en el centro Bill estaciono el coche en una calle poco concurrida pero Dipper se había entrinchado dentro del vehículo y no pensaba salir.

-Deja de aferrarte al asiento y baja ya Dipper, salir de tu hogar no es tan malo- intentaba sacar las manos del castaño del asiento

-Tenemos mucho trabajo como para estar paseando Bill regresemos- se escusaba el castaño

-eso es mentira, yo hice todo el trabajo pendiente precisamente para que no tuvieras escusas para salir un rato, ahora Mason Pines baja del auto ahora

-N...no... -la vos de Dipper titubeo por un momento y eso le extraño al rubio, ya que Dipper no solía inmutarse ante nada, ni siquiera cuando el lo insultaba, el siempre se mostraba firme y decidido

-podría ser que le tengas miedo a caminar en la ciudad- Dipper agachó la cabeza y dejo de forcejear - por dios tienes 23 años y eres dueño de varias empresas y le tienes miedo a la ciudad, vamos no te pasara nada -este jalo a Dipper hace dolo salir del auto ya que su agarre se había ido y era la oportunidad perfecta para sacarlo.

Bill cerro el coche y le extendió la mano a Dipper para que este la tomara y empezaran a caminar, lo que este no tomo en cuenta fue de que en cuanto el castaño sintió la mano este la tomo y se aferro a ella como si de una pareja melosa se tratara. Bill no dijo nada, ya que ver tan vulnerable al castaño era raro, continuaron con la caminata y pudo notar que Dipper con cada sonido que se producía giraba la cabeza intentando identificar el lugar de donde provenía el sonido, pero al ser el centro de la ciudad, esta se encontraba repleta de múltiples sonidos, el sonido de los autos, los pitidos del claxon de los autos, las voces de las personas, música, gritos, silbidos, todo desconocidos para el castaño por lo cual no dejaba de mover la cabeza con desesperación y cada vez más se aferraba al brazo del contrario.

-Dipper-intento llamarlo pero este solo seguí moviendo la cabeza - DIPPER -alzó un poco mas la voz pero nada, así que se detuvo y se soltó del agarre del castaño

-Bi...Bill donde... donde estas, porque -al ya no sentir el brazo del contrario, este empezó a entrar en pánico, pero la calidez de unas manos conocidas lo tomaron de las suyas y un susurro llego a sus oídos

-entremos a esta cafetería Dipper -y seguido de esas palabras sintió como era dirigido a una "cafetería"

Ya dentro de la cafetería se dirigieron a una pequeña mesa que se encontraba hasta el fondo junto a la ventana, una chica pelirroja se acercó para dejarles el menú y después retirarse. Bill leyó la carta en voz alta y se decidieron por un café, un te de manzanilla y dos piezas de tarta de manzana, cuando la señorita termino de tomar la orden, un silencio reino entre ambos jóvenes, hasta que el rubio rompió la atmósfera.

-Y... -empezó a jugar con una cuchara- dime Dipper... a caso nunca habías salido de tu casa, o porque te pusiste tan nervioso a tal punto que tu voz dejo de ser tan altanera y volteabas a todos lados

-no... jamás había salido de mi casa... soy patético lo se, 23 años y es la primera ves que vengo al centro de la ciudad donde vivo...-empezó a jugara con sus dedos- hay muchos sonidos juntos, no puedo identificar de donde provienen y eso ne hace sentir nervioso... ansioso, no se donde estoy y siento que en cualquier momento me separare de ti y me perderé... no estoy en mi zona, no podría regresar y chocaria con cualquier cosa -fue interrumpida por la señorita que acaba de traer la orden haciendo que este dijera un pequeño brinquito porque se asusto, Bill agradeció y la chica se fue. No pudo evitar observar como algunas meseras parecían ver a Dipper y actuar como chicas enamoradas

-quien lo diría eres todo un don juan, traes loco a todas las mujeres del lugar -tomo un sorbo de su café

-a que te refieres Bill -tomo un pedazo de la tarta

-oye, tu yo sabemos que no eres tonto y sabes de lo que hablo

-ahh... recuerdo que una ves dijiste que quien podría querer salir con un inválido o que yo estaba muerto y que moriría solo, o que solo un estúpido se fijaría en mi-levantó su dedo índice en señal de que aún seguiría con su lista

-ya entendí ya entendí, no tienes que restregarme en la cara mis errores pasados si -un pequeño color rojo se asomó en sus mejillas- pero yo creo que podrías llegar a ser feliz con alguien no crees..

-no lo se... yo creo que tenias razón... moriré solo...- Bill acercó una de sus manos a las mejillas de Dipper y las empezó a jalar- hill, hastta

-esta salida era para que estuvieras un poco mas relajado y alejado del trabajo así que deja el pesimismo y después de aquí te llevare a un parque y no quiero quejas, no hay mucha gente ahí y es muy tranquilo

-eres insoportable lo sabias

-pero aun así me aguantas, así que terminemos esto y sigamos quieres -aun sabiendo di que este no la vería, le dedico una si risa sincera, una sonrisa que creyó nunca volvería a dar.

Terminaron de consumir lo que habían pedido y volvieron a salir, la noche se estaba haciendo presente y varios de los sonidos habían disminuido considerablemente  haciendo que la ansiedad que estos le provocan a Dipper disminuyera y este estuviera un poco mas tranquilo, aunque aun así no disminuía su agarre al brazo del rubio.

Llegaron al parque, y se sentaron en una banca a hablar no sobre trabajo sino de cosas triviales según Dipper, pero importantes para Bill. Ese dia seria inolvidable, era la primera vez que el castaño salia a la ciudad y además era el primer día en que se divertía tanto, por primera vez se sentía libre y vivo y estos sentimientos se reflejaban en su cara y en su tono de voz, realmente estaba feliz y el rubio lo notaba.


Puede que no mueras solo... porque yo fui el estúpido que se fijo en ti

Y tu miradaWhere stories live. Discover now