I love you ♡

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Parte única.


Michael no sabía cuando había empezado a sentir mariposas por su mejor amigo. Y estaba malditamente aterrado.
Se supone que él no era gay, aunque siendo sincero, eso era lo que menos le importaba.

Estaba enamorado de su mejor amigo, ¡SU MEJOR AMIGO!
Si se hubiera enamorado de cualquier otro hombre no le tomaría importancia; pero Luke era como su hermano, alguien totalmente inalcanzable.

Justo ahora se encontraba asimilando ese hecho, recostado en su cama y escuchando Danger Days, tratando de hacer memoria y saber desde cuando se sentía así por el blondo.

Probablemente todo inició desde aquella vez en que se quedaron hablando hasta tarde, recostados sobre las incómodas tejas del techo de la casa de Luke -sí, malditamente cliché-. Recuerda haberle observado con adoración (algo lógico teniendo en cuenta que es su mejor amigo desde preescolar); esa noche Luke se veía especialmente bien, con los rizos dorados cayéndole sobre la cara, sus ojos más azules de lo normal gracias a la luz de la Luna... oh joder, no podía ser posible. Si ese había sido el inicio de todo (aclarando que fue hace ocho meses casi), estaba realmente jodido y cualquier esperanza de solo sentir una pequeña atracción hacia Luke había sido pisoteada, arrollada y quemada por el mini Michael imaginario en su hombro que ahora se burlaba de él -bien, ahora estaba delirando un poquito, genial-.

Suspira, rodando para quedar boca abajo mientras Planetary (GO!) se reproducía por los parlantes del estéreo. Tomó la almohada más cercana y la apretó contra su cara, gritando contra ésta. Estaba mal, enamorarse de su mejor amigo no era uno de los objetivos de Michael, principalmente porque Luke no le correspondería. ¿Quién se interesaría por alguien como él? Su piel era demasiado pálida, sus labios eran muy rojos, no era delgado ni tenía el abdomen marcado, no tenía la mejor personalidad, y no era que le disgustara su físico o su carácter, pero simplemente no era del agrado de la mayoría. A diferencia de Luke, quien tenía pretendientes y amigos por todos lados, a excepción de él que solo tenía al ojiazul (aunque con eso era más que suficiente).

"Estúpido Luke" murmuró con la voz ahogada.

"¡Hey! ¿ahora que hice?" Apenas escuchó la voz de Luke, sintió como su corazón se aceleraba.

Rodó rápidamente, sin medir la velocidad y cayendo desastrosamente sobre la alfombra azul marino a un lado de su cama. Una carcajada inundó la habitación.

"Joder" se quejó el pelinegro "¿cómo mierda entraste? Mis padres no están y las puertas tienen seguro" colocó una mano sobre su pecho, tratando de calmar los latidos de su corazón (algo inútil pues la persona que lo hacía latir así de rápido estaba en el mismo espacio que él).

Luke se encogió de hombros, caminando hacia la cama de su amigo y tirándose sobre ella, rebotando un poco. Michael cerró los ojos, aún recostado en la alfombra. "Un mago nunca revela sus secretos" respondió con simpleza y una enorme sonrisa adornando su cara, un hoyuelo marcándose más que el otro.

"Vete a la mierda" contestó el teñido, abriendo sus ojos y encontrándose con la cara de Luke a un pie de distancia. Ignorando el cosquilleo en su cuerpo, se apoyó en sus codos para sentarse cómodamente. Luego levantando la mirada, dándose cuenta de que Luke veía sus labios con mucha concentración y de la corta distancia entre sus rostros. "Eh..." relamió sus labios incoscientemente, sus mejillas se tiñeron de un adorable rosa al percatarse de su acción.

Luke parpadeó, como saliendo de su trance y conectando sus ojos azules con los verdes de Michael. "¿Ya me dirás que hice?" su voz sonó ligeramente ronca y Michael juró que moriría ahí mismo y es que Luke Hemmings era... argh, ni si quiera puede explicarlo.

I love you; muke [OS]Where stories live. Discover now