«BOYS OF MY AGE» [Jin BTS fanfic]

Capitulo 5

El camino era muy incómodo, no sabía a dónde se dirigía jin, y me preocupaba jungkook. Trague saliva.
-Ese novio tuyo...- comenzó jin inesperadamente -¿Te quiere?
Yo lo mire, la verdad no lo sabía, jungkook era alguien demasiado cambiante.
-No lo sé...- susurré algo alto.
Jin me miró, lo sentí.
Agite mi cabeza un poco, olvidando el problema con jungkook.
-¿A donde iremos?- pregunte cambiando de tema.
Jin sonrió.
No respondió.
Lo mire asustada, estaba con un chico que conocí la noche anterior, en su auto, me llevaba a algún lugar, ni idea.
Vi que nos metimos a una colonia privada, privadisima por así decirlo, había un policía que al ver el auto de jin, rápidamente se apartó del camino, dejándolo pasar.
Las casas lucían como castillos, todas demasiado grandes, que ni mi madre ni yo podríamos comprar.
Miraba por la ventana sorprendida.
Notaba algunas miradas hacia jin de las personas que caminaban.
Realmente era muy importante.
Nuevamente jin manejo a una especie de privada dentro de otra privada, esta era de máxima seguridad o algo así.
Me comencé a asustar.
Habían muchos árboles y arbustos.
Cerré los ojos un momento y cuando los abro, sorpresa.
Estábamos en una casa, o mejor dicho mansión, gigante, tenía una fuente, muchas flores, la casa fácil podría ser de 4 o incluso más pisos.
Jin me miró y yo a el.
-¿Vives aquí?- pregunté sorprendida.
El chico sonrió.
-Si...- respondió antes de que un hombre se acercara a el auto, el hombre llevaba traje y unos guantes blancos.
Con extremo cuidado abrió la puerta de jin, y seguida de su puerta, la mía.
Baje casi como si fuera una reina o algo parecido.
Mire el lugar sorprendida aún, se escuchaba el cantar de los pájaros y olía a naturaleza.
Jin tomó mi mano.
Rápidamente me giré y lo miré.
El me sonrió. Rayos, esa sonrisa mataba a más de una, esa sonrisa hacia suspirar a cualquiera.
Suspire como una adolescente cuando ve a su ídolo.
Jin lo notó y sonrió.
Casi muero.
El hombre que nos abrió la puerta, de la nada desapareció.
Mientras buscaba a más personas en la mansión, jin me atrajo hacia el, que estaba recargado en su auto.
Yo, sin pensarlo dos veces me acerqué.
El bajo sus manos a mi cintura y olió mi perfume.
Me comencé a poner nerviosa, mi corazón latía demasiado rápido, y me sentía mal a la vez, jungkook... no me lo podía sacar de la cabeza, era mi novio después de todo.
Jin comenzó a subir sus manos, y su rostro quedo a centimetros del mío.
Me iba a besar, lo sentía.
Comenzó a acercarse, lentamente, cerré los ojos y escuché una risita.
Abrí los ojos de golpe.
El ya no estaba frente a mi.
Estaba abriendo la enorme puerta de cristal.
Rasque mi nuca confundida.
¿Que rayos acababa de pasar?
ES MAYOR.
Ese pensamiento, mire el lugar, mire a jin, mire todo. No Sun, no. Me dije a mi misma. Es mayor, no puedes, con el no.
Rápidamente me acerqué a el.
-Tal ves jungkook ya se fue, me voy- dije riendo nerviosamente.
El me miró confundido.
Me giré y cuando estaba a punto de bajar el primer escalón. Me tomó de la mano, me giró y puso sus manos en mi cintura.
-¿Que diab- Jin me interrumpió.
-No princesa, esta vez no te irás.-
Abrí los ojos sorprendida.
Me besó.
Era un beso lleno de deseo. Estaba empezando a disfrutar de el beso, cuando pensé:
¡ES MAYOR!
Rápidamente lo empuje.
-Me tengo que ir...- dije bajando los demás escalones.
¿Que tontería acabo de hacer? Debí de haberlo pensado antes, no puedes venir a un lugar extremadamente escondido con un hombre mayor que tú que habías conocido una noche anterior.
Jin no se veía así, tan decidido.
Cuando llegue a un portón eléctrico. Que obviamente solo se podría abrir con el auto.
Me giré lentamente y camine hacia jin. No pensaba saltar todo el portón, así que no tenía otra opción que ir con el.
El me miró y sonrió burlón.
Evadí su mirada.
Jin abrió la enorme puerta y entramos.
Su casa, era hermosa, la mejor casa que había visto en toda mi vida.
Tenía muebles extremadamente caros, millones de cojines, todo tenía un brillo espectacular.
Estaba tan impresionada con su casa, que no me di cuenta que jin se había metido en una habitación.
Lo seguí rápidamente y entré, era una habitación pequeña, y más bien parecía de un niño friki.
Habían millones de peluches y juguetes de Mario bross.
Pero todo estaba en perfecto orden.
Se sentó en el sillón blanco de piel que estaba ahí y miró al frente.
Giré mi mirada y ahí estaba,
Una televisión gigante, más que gigante, enorme.
-Ven...- esa palabra me distrajo de mis pensamientos, me giré y lo vi, ahí, sentado en una posición muy masculina y sexy.
Con lo que había pasado hace un momento, no me confiaba tanto de ir, y el lo notó.
Rió ligeramente.
-No te voy a hacer nada- dijo sonriendo.
Asentí y con cuidado fui hacia el. Me senté en su lado y el se giró.
Yo miraba hacia el frente, y el me miraba, tanto que hasta había cambiado su posición.
Tenía su cabeza recargada en su mano, mirándome.
Evadía su mirada, me sentiría más nerviosa de lo que ya estaba.
-Eres muy atractiva...- dijo de la nada.
Me giré hacia el sorprendida.
-¿Q Que?- tartamudeé.
El rió de nuevo.
-Me pareces muy linda... tan inocente-
Desvíe mi mirada mientras sentía el calor acumularse en mis tensas mejillas.
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