Capítulo III: Lágrimas

214 29 2
                                    

«Oye, "novio de Sousuke-kun" deja un poco para las demás.» Dijo aquella hermosa chica que parecía tener cáncer. Gracias a su aparición el mayor pudo recomponerse, así como el menor, el cual intentaba explicar que solo le estaba acompañando.

Estuvieron un rato hablando de lo que ella quería, como explicarles anécdotas a cerca de su pierna inexistente o riéndose de los momentos graciosos que pasó con Yamazaki. Dado que se hacía tarde tuvieron que marcharse a sus respectivas casas.

En el camino no dijeron nada hasta que el mayor se paró y le pidió que no contara nada, mucho menos a Rin. Con forme iba diciendo palabras tenía más ganas de llorar y no entendía el por qué. Estar tanto tiempo encerrado dentro de un mundo oscuro y solo no es algo que todo el mundo pudiera aguantar y, en ese momento, Sousuke estaba explotando. Había llevado esa carga durante mucho tiempo y, aunque no quisiera, se estaba apoyando en Haruka, de manera que empezó a hablar de todo en la entrada de un parque. Al ver la situación entraron donde nadie pudiera escuchar.

«Nanase, siento todo esto. Sabía que no tendrías que haber venido pero no quería que se enterara nadie. Perdón por todo lo que has tenido que oír y ver así que no pasa nada si lo olvidas, yo también lo estoy intent...» El menor le cortó cuando posó su mano en la contraria, pues las lágrimas de Sousuke empezaron a salir sin que se diera cuenta. El mayor intentó zafarse pero fue en vano. Haru no sabia por qué hacía todo eso, simplemente empatizaba con su problema ya que, si le pasara a él, se hundiría.

«Yamazaki, esto no lo tienes que olvidar, lo tienes que superar. Y no estoy hablando acerca del hombro.» Nanase dijo esas palabras calmado, como siempre, pero con unas ganas inmensas de hacer que su sufrimiento parara. Estaba esperando una respuesta pero el mayor se limitó a andar, pues llegarían tarde.

Una vez en el apartamento y con las compras hechas, cenaron como si nada hubiera pasado y llegó la hora de dormir, en la que los dos morenos estarían en la misma habitación. Tumbados, Sousuke pudo notar algo que le pareció adorable; Haruka Nanase le había cogido de la camiseta del pijama. Al intentar girarse despertó al pequeño. «Lo siento, no quería despertarte. Y no lo hubiera hecho si no estuvieran enganchado a mi. ¿Acaso estás teniendo una pesadilla, waterboy?» Haru notó su tono burlón e hizo su común muesca de desagrado a la vez que se giraba. «Duermo en la misma habitación que Makoto y es la costum...» No pudo acabar la frase del asombro. Yamazaki se había pegado a él y conforme pasaban lentamente los segundos iba notando lágrimas silenciosas. Intentó girarse para ver qué pasaba pero fue un intento fallido ya que el contrario, con su gran brazo, le paró y se agarró a él.

En ese momento, el gran Yamazaki Sousuke, había explotado. Era normal ya que alguien había descubierto lo que llevaba ocultando mucho tiempo y, no solo eso, era alguien a quien prácticamente no conocía y que mostraba signos de querer ayudarle. Haru, abrumado por la situación, lo único que se le ocurrió hacer fue cogerle de la mano. Buena opción puesto que Sousuke paró de llorar. Estuvieron cogidos de la mano unos pocos segundos hasta que el mayor reaccionó, le soltó y se giró. Acto seguido pidió perdón e intentaron dormir, lo que se convirtió en intento fallido pues ambos chicos habían soportado tanto ese día que tenían que repasar una y otra vez lo ocurrido.

NakamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora