Perdón.

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[Dam x Ecko]

Si hay algo que disfrutan Dam y Ecko, son las batallas de freestyle.

En ese momento la adrenalina corría por sus venas, como si se tratara de conducír una motocicleta a toda velocidád.

Los nervios eran otra sensación que nunca faltaba, ya sea por miedo a trabarse, por miedo a quedár mal, o por hacér el ridículo.

La presión era otra, la gente, el beat box, la misma cámara los presionaba.

Pero hay algo que tenía Dam que Ecko no tenía. Damián tenía ni más ni menos a la persona que le gustaba desde hace años batallando con él o contra él. 

-Damián...-Matías intentó llamár su atención tocando su hombro derecho.

-¿Qué pasó? -Observó a su amigo con una leve sonrisa en sus lábios.

-Estoy nervioso...-Suspiró mientras jugaba con sus dedos caminando de un lado a otro en la habitación de Dam.

-Hey, tranquilo...Vas a romperla, como siempre. -Sonrió mientras se paraba en frente de él y tomaba sus manos acariciandolas suavemente.

Ambos se quedaron en silencio mientras se miraban, Damián disfrutaba tanto de esos segundos, sus manos entrelazadas y las miradas eran su cielo. Mientras que para Matías era una situación confusa,  ¿Por qué le pasaba eso? ¿Por qué se sentía...Raro, cuando se presentaban estas ocasiones?...

-Tenemos que ír a competír...-Susurró el más bajo observando a su amigo.

-Cierto, vámos. -Le sonrió y cargó su mochila en su espalda mientras acomodaba su cabello.

-El y su pelo -Ecko se burló de Dam, obviamente bien, sin malas intenciones. A lo que Dam respondió con un delicado "Fuck You".

El proceso hasta llegar a la batalla fué silencioso, casi ni hablaban, era normál, ambos estaban nerviosos.

Mientras Ecko rapeaba con sus métricas, Dam lo observaba como si se tratara de una obra de arte. Aunque a los ojos de Dam, si lo era.

El resultado fué justo, Matías se llevó la victoria. Su oponente no estaba muy concentrado a la hora de rapear ni le prestaba atención a lo que Matías le decía.

-Te felicito Eckito. -Sonrió Dam alegre, le gustaba, o bueno mejor dicho, le encantaba, ver la sonrisa de su amigo.

-¡Gracias Dami! -Exclamó el menor emocionado y abrazó a Dam.

El más alto puso las manos en la cintura de el más bajo, sus cuerpos se alejaron y no cruzaron miradas, intencionalmente claro.

Los días pasaban y Matías no hablaba con Damián, no intentaba ponerse en contacto, cada vez que Dam iba hasta su casa él no le abría la puerta de su habitación ni le contestaba, tampoco le respondía los mensajes.
Damián no entendía por qué su amigo lo rechazaba, lo confundía y deprimía a la vez.

-Necesito hablar con Ecko...-Suspiró el más alto pasando su mano por su rostro, estaba frustrado.

-¿Y si vámos con la excusa de que voy solo yo? -Preguntó Mauro observando la frustración de su amigo.

-¿Harías eso por mi? -Abrió los ojos como plato.

-Si nene -Rió el más pequeño. -Dale cambiate, llevate preservativos, baselina, multi-o lo que necesites y vámos.

-¡Sos un idiota Mauro! -Rió cubriendo sus mejillas las cuales se encontraban rojas como un tomate.

Luego de esos minutos de risa Dam comenzó a cambiarse con rapidéz, se sentía nervioso, ansioso, confundido, inseguro, no sabía lo que le pasaba.

El camino a casa de Ecko fué agradable ya que se cruzaron con un grupo de chicos adolecentes, se sacaron fotos, y recibieron halagos.

Al llegár ambos se miraron y golpearon la puerta principal. La madre los dió el paso, quería mucho a ambos chicos ya que su hijo era felíz con su amistad, o eso suponía. Mauro le guiñó un ojo a Dam y comenzó a hablar con la mamá de Matías para distraerla.

Dam con nervios golpeó la puerta y notó que estaba abierta, una sonrisa de oreja a oreja se formó en su rostro. Se adentró en ella y vió a Matías sentado en la cama llorando, sus lábios temblaban por los sollozos.

El corazón de Dam se detuvo por algunos segundos, no podía ver así a el chico que le gustaba.

-M-matías...-Susurró Dam mientras se sentaba a su lado.

-¿Qué haces aquí? -Limpió rápidamente las lágrimas de sus mejillas y lo observó seriamente.

-Te vine a ver...-Tomó las manos del menor y lo miró a los ojos, pero no seriamente, más bien inseguro.

-No quiero que vengas a verme. -Se soltó del agarre del mayor. Parecía que lo odiaba.

-¡¿Por qué me tratas así Matías?! -Gritó Dam con impotencia. -¡¿Qué mierda te hize?! -Golpeó la cama con furia.

-¡Porque me gustas! ¡Me enamoraste Damián! -Gritó Ecko para luego quebrar en lágrimas nuevamente.

El mundo del más alto dió un giro inesperado, en su estómago parecía que sus emociones jugaban unas atrapadas. No podía estar más felíz.

No le dijo nada, solo actuó, lo tomó de la cintura con suavidad y lo besó. La intensidad y lujuria era evidente, ambos chicos se querían y hace mucho.

-Perdón Dam...Perdón...-Susurró el menor en los lábios de aquel chico tan hermoso que tenía tan cerca.

-No te disculpes...Solo, no vuelvas a hacerlo...Por favor...-Le acarició las mejillas de forma suave mientras limpiaba sus lágrimas y volvía a unír sus lábios cerrando los ojos.

Matías llevó sus manos a la cintura de Dam y cerró sus ojos mientras sus lábios se conectaban de forma perfecta con los de Dam.

Espero que lo hayan disfrutado, perdón que no lo subí a tiempo pero estoy muy ocupada con la escuela, esperan que sepan entendér, desde ya gracias <3.

Gracias por leer♥

Kingto, One Shots. Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang