El cielo en tu mirada

Capítulo 34.- El cielo en tu mirada

Narradora

Sky saltó dentro del túnel que lo llevaría a Londres, en el año de 2017, al llegar apareció fuera de la ciudad, precisamente en una madriguera de conejo

-Era de esperarse – dijo Sky cuando salió del agujero

Al ver la ciudad se maravilló por completo, era un nuevo mundo, era el mundo de su amada, después de un pequeño descanso por el viaje en el túnel se puso en marcha, dentro de la maleta apareció un mapa que tenía ciertas estrellas, que él pudo sospechar que eran pistas para encontrar a Stella

Con ayuda de transeúntes llego a la universidad donde ella estudiaba, con mucho trabajo consiguió los datos que necesitaba para llegar a ella

Pronto se encontró fuera de la casa de Stella

- ¿Qué se le ofrece? – le preguntó un adolescente de 15 años cuando abrió la puerta

- Sí, estoy buscando a Stella Alicia Brooks Evans – dijo Sky muy propio

- ¿Quién eres tú? – dijo Michael el hermano de Stella

- Un amigo de ella – dijo tratando de sonar muy normal, además no podía levantar sospechas, durante su viaje por el túnel, su cabello se tornó color castaño oscuro, perfecto para disimular su origen

- Espera un poco – dijo Michael y cerró la puerta en sus narices, cosa que desconcertó a Sky, minutos después se volvió a abrir la puerta, pero no era Stella quien estaba en el umbral

- ¿Quién es usted? – le hizo la pregunta Angelica Evans

-Soy Tarrant Skylar Hightopp, soy un amigo de Stella – dijo Sky tratando de permanecer tranquilo

- ¿A qué te dedicas? – dijo Angelica aun interrogándolo

-Soy militar, y acabo de regresar del frente – dijo Sky recordando lo que el Tiempo le había dicho

- ¿Cuál es tu edad? – dijo Angelica muy ansiosa, pues todos los datos que le había dicho Stella cuando le dijo que estaba embarazada

- 31 señora – dijo Sky siendo amable

- Eres tú – fue lo único que pudo decir Angelica Evans

- Señora, vengo buscando a Stella, ¿me podría decir en dónde está? – dijo Sky tratando de sonar educado

- Claro, ven, yo te llevo – dijo Angelica y más rápido que la luz, ya se encontraban en el auto con dirección a la casa de los abuelos

Durante todo el trayecto Angelica Evans no le decía nada, ella misma tenía su propia batalla interna, había juzgado mal a su hija, pensó que se había revolcado con un tipo cualquiera, pero al ver que la persona que describió era real

Una vez que llegaron a la casa de campo donde se encontraban los abuelos y Stella, Angelica corrió y preguntó en donde se encontraba Stella, pronto le dijeron en donde se encontraban y corrió hacia ella

Stella se encontraba ya con su pequeña pancita de 5 meses de embarazo, y se veía radiante, al ver a su madre allí la desconcertó bastante

- Madre, ¿qué haces aquí? – dijo Stella confundida por verla frente a ella

- Perdóname hija perdóname, te juzgue mal – dijo Angelica llorando mientras abrazaba a su hija

- Mamá, claro que te perdonó, pero ¿por qué dices que me juzgaste mal? – dijo Stella confundida

- Hija, te traje una sorpresa – dijo Angelica emocionada

- ¿Sorpresa? De qué hablas mamá – dijo Stella confundida

Y ahí, en el marco de la puerta se encontraba el amor de su vida, el padre de su hijo

- ¡Sky! ¡Stella! – Se escucharon al unísono los gritos de emoción de los dos amantes

Sky corrió hacia ella y pronto está se le abalanzó a los brazos, Sky la hizo girar en el aire para cuando la bajo le dio un beso, un enorme beso apasionado, era un acumulo de besos de esos 5 meses que habían pasado distanciados

- Estas un poco más llenita mi amor – dijo Sky cuando se separó de ella

- No amor, te tengo una sorpresa – dijo Stella algo agotada por los giros en el aire

- ¿Cuál? – dijo Sky emocionado

- Vas a ser papá, es por eso que estoy más llenita amor – dijo Stella emocionada hasta las lágrimas

- Mi amor, me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo – le dijo Sky y después depósito un beso en su frente

- ¿Cómo me encontraste? – dijo Stella reaccionando

- Es una larga historia – dijo Sky, de manera resumida le contó cómo había llegado a su mundo

- ¿Así que seguiste las estrellas? – dijo Stella conmovida

- Sí, las seguí hasta el cielo – dijo Sky

- ¿El cielo? – dijo Stella confundida

- Sí linda, es que contigo me siento cerca del paraíso, adoro pasar cada minuto del día a tu lado, además, cuando veo tus ojos, esos hermosos ojos, puedo ver El cielo en tu mirada – le dijo Sky a ella sin dejar de verla fijamente a los ojos

- Sky te amo – le dijo ella

- Y yo a ti, más que nada en el mundo – le respondió él para después besarla

FIN