Capitán 3

17.7K 2.7K 438
                                    


Capítulo 3

Yoongi había pasado los últimos cinco años de su vida en la gran ciudad; allí estudió leyes en una de las más prestigiosas Universidades, vivió en el campus e hizo muchos amigos. Cuando terminó la carrera, un buffet de abogados se interesó en él y lo contrató, por lo que decidió establecerse, por lo que él creyó, sería permanentemente. Rentó un amplió departamento, compró finos trajes y se integró a la sociedad como todo un hombre. La vida lo trataba bien y no necesitaba nada más, sin embargo, había un pequeño detalle inconcluso. Fue así que después de pasar un año viviendo de esa manera, tomó la decisión de abandonar la vida cosmopolita y volver a su ciudad natal para enfrentarse a aquello de lo que tanto había huído. Debía enfrentarlo.

-Hace frío- hizo una mueca de desagrado al salir del edificio de departamentos donde se había mudado. Se rodeó la bufanda de lana al cuello, metió las manos dentro de su gabardina y emprendió el camino- Sólo espero que no llueva- dijo mirando el cielo y continuó caminando con positivismo.

-Según el mapa que me dio el portero debería estar por aquí- despegó la vista del pedazo arrugado mal dibujado que tenía por croquis y giró la cabeza a ambos lados- aquí está el árbol- lo señaló- y esta es la lavandería...-señaló detrás suyo- en teoría debería estar...-alzó una vez más la mirada y entonces lo visualizo, el pequeño local - Oh, ahí está- guardó el mapa en su bolsillo haciéndolo bolita y caminó a paso veloz temiendo por el agua que amenazaba con caer. Se acercó al local pero para su sorpresa estaba vacío, no había nadie que lo atendiera- Buenas tardes- dijo con un tono de voz algo alto- ¿Hay alguien que pueda atenderme?- esperó unos segundos pero no recibió contestación - que raro- iba a volver a gritar pero una extraña sensación lo hizo sobresaltarse-ah, ¡¿qué eres?!- le preguntó a la criatura que se restregaba contra su pantalón y sacudió su pie en un intento de alejar al animal pero lo único que consiguió fue que se aferrara a la tela- Eres un...-estaba a punto de iniciar una pelea con el animal cuando el fuerte sonido de algo cayendo lo hizo girarse de golpe. Una montaña de baldes de metal llenos de entrañas de pescado yacían en el suelo desparramados y debajo de ellos un cuerpo.

-Auch- se quejó el joven al sentir el dolor en sus rodillas pero rápido se levantó al visualizar a la pequeña criatura detrás de todo-

- ¿Estás bi...- Yoongi estaba por preguntar.

-¡Nutella!- gritó el castaño poniéndose de pie y tomó al gato entre sus manos, pero las garras del felino estaban enterradas en el pantalón del pelinegro, haciéndole jalar la ropa- lo lamentó tanto, mis disculpas- se arrodilló al lado y apretó las patitas del gatito para que guardara sus garritas- ¿qué te he dicho de salir de casa?- le habló al gato cuando lo tuvo de frente, estaba por regañarlo cuando recordó que no estaba sólo. Se sintió sumamente avergonzado y agachó la mirada.

-Vaya, parece que es un gatito travieso- dijo el pelinegro poniéndose a la misma altura de Jimin

-¿Eh?- alzó la mirada y se encontró con aquel hombre sonriéndole en un gesto que dejaba a la vista su linda dentadura. Se sintió tan avergonzado que rápidamente se puso de pie incorporándose con el gato en sus brazos- perdón, sí, es algo travieso- Yoongi simplemente asintió

-¿Tú atiendes aquí?

-S-sí

-Al fin. Estoy buscando pescado para sushi, me dijeron que aquí podía encontrar pescado fresco.

-Sí, todo es pesca del día

-Perfecto, quiero medio kilo de atún y medio de anguila

-Sí, en seguida- miró a ambos lados y vio el tiradero que había dejado en el suelo. Su padre lo iba a matar- Este...-miró al gato en sus manos y lo soltó. Corrió a lavarse las manos y volvió para despachar al hombre. Cortó y pesó el pescado y lo empaquetó- aquí tiene-le extendió la bolsa.

-Muchas gracias- sonrió con amabilidad, tomó la bolsa y al hacerlo no pudo evitar hacer una mueca debido al fuerte aroma a entrañas de pescado- Aquí tienes- le extendió un billete-quédate con el cambio-no quería dinero con olor a pescado. Se giró listó para salir de ahí, pero apenas le tomó una fracción de segundo darse cuenta que no iría a ningún lado.

-Está lloviendo- comentó el castaño a sus espaldas

-No me digas- susurró con sarcasmo en respuesta y suspiró con pesadez. ¿Por qué me pasa esto a mí?

Ciertamente no había nadie que odiara tanto la lluvia como Yoongi.

El olor del pescado es fuerte








SAILOR -YM-Where stories live. Discover now