JAIME

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La vida escolar iba como de costumbre, clases aburridas, tareas sin sentido...

lo único que me mantenia cuerdo era practicar basquetbol, siendo por 3 años consecutivos el capitán del equipo y teniendo una responsabilidad con el equipo, sin duda algo que disfrutaba y aportaba beneficios. Después de todo yo soy Jaime Hernández, el chico popular de la preparatoria Lumier.

La fiesta de disfraces estaba a la vuelta de la esquina y al grupo se le había sido asignado sinónimo. 

No me importaba demasiado el premio pero perder no era la opción después de todo necesitaba los décimos extras para la clase de Español, ya que la maestra Guitrón y su intolerancia a los basquetbolistas me tenían en la mira. 

Yo estaba a punto de pasar al último semestre de la preparatoria y sin esos décimos extra reciclaría la materia lo que representaba la baja definitiva de la liga de baloncesto, opción que no me he permitido ni pensar.

Fui a la tienda departamental 4U donde trabaja mi prima como gerente, así podía invitarla a la fiesta del abuelo que siempre se realizaba el 20 de diciembre aunque el cumpleaños de mi abuelo en realidad es el 25 de diciembre. Y ademas compraría ropa más abrigada y el disfraz para la tortura de noviembre.

Rápidamente vi un saco de vestir asimétrico color azul con relieves dorados y algunas medallas y colgantes. Encontré unos pantalones 3/4 pomposos azules con vivos color rojo, que parecían encajar.

Entré a los probadores y puse la ropa en los ganchos, llevaba aún el uniforme de gala de la escuela. Con mucho desdén me quite el saco y camisa ya que me chocaba volverlos a abotonar y proseguí con los zapatos para retirar el pantalón.

Al darme la vuelta vi a la miniatura de Úrsula, mi peor pesadilla... Aclaré mi garganta y oh sorpresa ella topless  con unos ridículos lentes y bueno nada que enseñar! 

La vi con intención de gritar y la acallé con la palma de mi mano, lo primero que me pasó por la cabeza era que la tierra me tragara, pero mejor opté por conservar integra mi visión 20/20 y le entregué mi playera interior, agarré mis prendas de vestir y huí del probador.

Las prendas eran de mi talla y ajustaban a la perfección, antes de pagarlas fui con  Jazmin, mi prima, y dejé la invitación para la cena de navidad. Jazmin dijo que enviaría la ropa con mamá ya que habían quedado de comer juntas y que solo pagara las prendas.

Saliendo de la oficina vi una patineta con el nombre Úrsula aerografiado con plateado, inmediatamente supe a quien le pertenecia, Úrsula salió de la tienda sin su transporte,  así que agarré la patineta, grité su nombre pero de nada sirvió porque salió corriendo.Por más que trate no pude alcanzarla y me resigne llevando la patineta a mi casa.

 Lleve la patineta al día siguiente a escuela pero ella no asistió, así que se la di a Fred, amigo de ambos.

SKATERWhere stories live. Discover now